Querida Teresa,
me gustaría pedirte perdón.
Nos faltó pasión de madrugada en la cama
y nos sobró el café de por la mañana.
Aún no consigo dar con la explicación
de cómo la monotonía puede hacerse dueña
de una noche de ardor, beso y sudor.
Quiero pensar que nos pilló mal tiempo,
que, simplemente, no era nuestro momento.
Pero volveré a intentarlo en invierno,
porque, créeme cuando te digo,
que desde el momento en que te vi
supe que podría enamorarme de ti.
Tu perenne vestido largo me gustó tanto
que no quise acercarme por miedo a mancharlo.
Mas, lo haré caer con las hojas de otoño,
para poder así finalmente descubrir
todas tus curvas, calles y esquinas.
Para acabar acariciando aguas
a la orilla de tu río mientas
nos come la puesta de sol.
Es cuestión de tiempo.
Siempre se ha tratado de eso.
ESTÁS LEYENDO
Esencias.
شِعرUn recopilatorio de todos mis poemas, que poco a poco y prácticamente a diario van aumentando. Poemas que, como el título indica, salen de mis mas puras esencias, sentimientos y experiencias que he vivido, que he sufrido; que he visto vivir, que he...