Para recordar a la musa,
lo mejor es nunca buscar excusa.
Regalarle tu tiempo,
porque bien ella sabe
que es cruel asesino.
Alquilarle tu mano
sin cobro alguno,
para que la tome y despliegue su arte.
Regar su magia a diario,
nunca pisar sus raíces.
Su dulce y alto vuelo observar,
jamás intentarlo controlar o manipular.
De ella disfrutar,
pero sobre todo,
a ella respetar.
Bello ser divino,
incomprendido hasta por si mismo.
Por eso cada vez que halagues su condición
obtendrás una negación.
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Esencias.
PoetryUn recopilatorio de todos mis poemas, que poco a poco y prácticamente a diario van aumentando. Poemas que, como el título indica, salen de mis mas puras esencias, sentimientos y experiencias que he vivido, que he sufrido; que he visto vivir, que he...