Ordinario, pacífico, silencioso y profundo.
Soy eso y todas las cosas que se te pasen por la cabeza al pensar en los domingos.
Soy ese al que nadie quiere, pero todos se alegran al tener.
Soy la paz que te abriga tras la fiebre del sábado noche.
Soy el dolor de cabeza que te acompaña en la resaca.
El que te besa con labios sabor café solo, con hielo, en el corazón.
El que te abre las piernas después de haberle abierto el alma, y folla contigo mientras busca en tus cajones cualquier rastro de alas, profesando amor eterno a cada esquina con telarañas que encuentra.
Soy ese que, tras todo esto, acompañado de un ensordecedor silencio, se enciende un cigarro y alterna fijas miradas entre la luna llena y tus ojos, en busca de alguna diferencia.
Y sí, soy ese que tras habernos abrigado, acompañado, besado, follado, explorado, fascinado, y, en definitiva, habernos amado como si se nos fuese la vida en ello (porque se nos va), desaparece la mañana del lunes sin dejar rastro.
Al que llamas enseguida y no dará señales de vida hasta pasados seis días.
Se suele decir que siempre estamos a la espera del viernes, o del sábado, y que nunca nos acordamos del domingo a lo largo de la semana; hasta que nos topamos con él. Pero quizás el domingo tampoco se acuerde de nosotros a lo largo de su infinito día; hasta que se topa con nosotros.
Y entonces nos amamos.
ESTÁS LEYENDO
Esencias.
PoetryUn recopilatorio de todos mis poemas, que poco a poco y prácticamente a diario van aumentando. Poemas que, como el título indica, salen de mis mas puras esencias, sentimientos y experiencias que he vivido, que he sufrido; que he visto vivir, que he...