Cuentos.

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¿Has escuchado ese reclamo de los padres cuando te compran zapatos nuevos?

Ya sabes, esa advertencia de que los zapatos nuevos deben amoldarse a tus pies antes de usarlos de lleno. No es necesario con todos, pero con mis botas si era necesario y estoy deseando cortarme las piernas en este momento.

No me doy cuenta en que comento caigo en el recibidor y me quito los zapatos, ¡Santo Jesucristo Coreano! Es la mejor sensación del mundo, yo no pude estar con estas botas desde la mañana, no sé cómo es que las mujeres se atan a tacones tan incomodos como el infierno solo porque se ven bonitos...

Aunque ahora que lo recuerdo yo me encapriche con usar estas botas porque se ven rudas, ¿Conclusión? Soy la persona más inteligente del recibidor en este momento.

El recibidor.

No quiero levantarme, yo en serio no quiero entrar. Soy capaz de dar un año de mi vida a cambio de no tener que alejarme de aquí.

Recién noté que solo están mis zapatos, el florero en la cómoda que está a mi lado luce agua recién cambiada, puedo apreciar las gotas que aún siguen en sus hojas, debió cambiarlas antes de irse, lucen tan frescas, tan vivas y hermosas, las odio tanto. La presión en mi pecho vuelve y siento como el aire se me va.

Me levanto casi en un brinco, busco frenéticamente, corro por la sala hasta llegar a la cocina y ahí está, en el refrigerador, siendo sostenida de una esquina por un imán que la salva de la brutal caída de un metro, una nota, escrita con su letra en cursiva digna de adulto en tinta rosa, antes pensaba que solo era porque ella es muy femenina, después descubrí que era su forma de hacer parecer todo más lindo.

Lo siento Wendy, a los 15 años los cuentos ya no significan nada y el mundo color de rosa dejó de existir desde que llegaste con el primer vestigio de la rueca en tu piel.

Instrucciones que debo seguir, lo básico, darle de comer a dinosaurio (mi tortuga) no dejar las luces encendidas salvo la de la cocina y la luz del pórtico para cuando llegue en la noche porque hoy tuvo que hacer esa estúpida salida de nuevo y deberá reponer horas en la oficina, dormir temprano, no ver canales ni paginas para adultos, hacer mi tarea y ser niño bueno porque Santa Claus no le trae regalos a los niños malos. No puedo prometerlo Wendy, hace mucho que Santa dejo de ser mi héroe, él no puede aparecer en un tren y llevarme al Polo Norte a creer de nuevo, no puedo recibir chocolate de extraños y no me darán el milagro navideño... principalmente porque estamos en abril y eso es imposible.

Y lo más importante, hay comida fría que solo deberé calentar y todo está listo, si, hoy es un día interesante, no me malentiendas, no tengo ningún problema con la comida recalentada, cualquier cosa es mejor que la comida genérica de la escuela, hace unas semanas, entre los siete tuvimos que cortar los burritos de Jaehyo, esa cosa no era tortilla, creo que se podría usar para cubrir goteras y duraría mil años en descomponerse y sin embargo Jaehyo no se enfermó ni tuvo consecuencias, ese hombre tiene estomago de campeonato.

Son las seis en punto, no tengo mucho tiempo, camino al recibidor, tomo mi mochila y camino a mi cuarto. Tengo miedo de abrir la puerta, no quiero toparme con otra nota, no podría resistirlo, el día de hoy es muy confuso y se siente pesado el solo respirar, me duele la mano de seguir sosteniendo la manija de mi puerta, escucho mi teléfono vibrar y mando todo a la mierda, abro la puerta casi arrojándola.

No hay nada en la cama ni en el espejo y siento como mi sudor desaparece, el vibrar me está poniendo los nervios de punta, reviso y solo es el chat que tengo con mis amigos, Yukwon pidiendo que le pasen la tarea de matemáticas, Kyung diciendo que es algo de niños de primaria, Jihoon molestando a Yukwon con una fotografía que él hizo de la libreta de Química, voy a imprimir eso, Jaehyo preguntando porque Minhyuk no se aparece en el chat y Taeil iniciando una cadena de oración para que no se esté bañando a la que Minhyuk responde enviando toda la escala cromática de emojis con el dedo de en medio levantado diciéndonos que podemos elegir y estallo en risas.

Wendy, tenías razón los amigos son todo lo que necesitamos en este mundo, son los hermanos que no pudieron nacer en la misma familia porque sería demasiada felicidad como para poder existir en este mundo agonizante.

Ellos han hecho que todo sea más fácil y nunca se fueron, ni siquiera cuando mi castillo de chocolate se derribó de un día para otro y los alejé e insulté cuando no era su culpa, ellos soportaron todo con sus escudos de algodón de azúcar y se acercaron con pedazos de chocolate, ayudando a levantar el castillo de nuevo, siguiendo las instrucciones del huevo sorpresa. Ellos lo logaron, levantaron uno más pequeño pero resistente, pegado con miel, adornado con gomitas de peces y abejas de chicle y una bandera de One Piece, porque hashtag Yukwon.

Mando un último mensaje recordando las cosas que debemos llevar hoy, ya no queda mucho tiempo, me cambio de ropa, ahora no tengo mucha porque tire todo lo negro y busco unos tenis más cómodos, algo me dice que tendremos que correr y que Kyung se quedará en último, tal vez deba recurrir al plan "B" ya lo veré en su momento.

Observo mi cuarto una vez más, ¿En qué momento crecí tanto? Mis figuritas antes eran juguetes y ahora están coleccionando polvo en el librero, los barcos piratas antes colgaban del techo, ahora ni siquiera sé dónde están. Creo que no soy Peter Pan después de todo, ya crecí y la imagen de mí en ropa interior reflejada en el espejo lo grita.

Guardo cosas necesarias en mi mochila, la agenda es primordial, la leo de nuevo, acomodo almohadas y ropa para simular que ese bulto de la cama soy yo, veo el reloj, pasa de las siete, debo moverme.

Tomo mi libreta y una pluma, pase lo que pase hoy, debo escribir una nota, no tengo letra cursiva y utilizo tinta azul, aún no soy un adulto.

Escribo todo lo que había pensado, sé que puede encontrarla pero debo ser rápido para evitar que eso pase, todo tiene una razón, siempre he pensado eso, que con una razón puedes explicar el movimiento de una pelota, pero hay veces que las razones no existen, solo pasan las cosas, algunas son buenas y traen felicidad, otras solo son una patada en el trasero y otras derriban castillos.

Arranco varias hojas, ninguna es lo suficientemente digna de ser leída al menos no por la mejor cuenta cuentos del mundo.

En este momento desearía ser una hoja de papel abandonada en el suelo de la calle, siendo arrastrada por el aire, no importa el rumbo, mientras sea lo más lejos mejor, de preferencia a un lugar lleno de agua donde encuentre mi final y el agua tome mis pedazos y me haga desparecer, donde la lluvia lave la tinta que me ha marcado y que los correctores líquidos solo pueden cubrir con más tinta blanca dejando parches que remarcan el desastre.

Solo quiero ser llevado lejos donde los cuerpos no se destruyan a sí mismos y los libros de cuentos no se llenen de polvo en el librero.

Ahora me doy cuenta que me convertí en mi propio polvo, utilizando lo peor de mí para esconderme de todos, añorando ser limpiado por alguien, pero teniendo miedo de que alguien me encuentre.

Lo siento Wendy, no soy un niño bueno y cerrando la puerta detrás de mí seré aún peor, entenderé si no me compras nada en Navidad, solo por favor, quédate por muchas navidades más.

Block B - "LEGACY"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora