Había crujido.
Cuando era niño había cosas que no ayudaban con el miedo a la oscuridad. Escuchar sonidos raros provenientes de solo Zeus sabrá donde, era una de ellas. Me podrían explicar y demostrar con pruebas científicas aprobadas por el papa sobre cómo es que los muebles crujen por el cambio de temperatura y aun así no existirá fuerza humana que me hiciera creerlo.
Había crujido justo detrás de mí. La puerta de ese pequeño cobertizo había crujido porque ese es el sonido que hacen las puertas al cerrarse.
En una reacción inmediata nos abalanzamos a intentar abrirla, entre patadas y empujones que no le hicieron el mínimo daño. Ni siquiera ese sujeto había reaccionado a nosotros; hubiera aceptado alguno de sus gritos o carcajadas, habíamos sido sus ratones de experimento, hicimos todo lo que él había planeado y caímos en su trampa, liderada por mí. Todo ese silencio era aplastante y nadie podría pelear contra él.
Veía a mí alrededor, no percibiendo más que la típica basura que uno guarda en esos cuartos. Mi mente estaba en blanco y cualquier rastro de los miles de sonidos emitidos por el planeta y las voces de mis amigos estaban completamente fuera de mi alcance auditivo, me había encerrado en una burbuja, aquella que tanto había intentado proteger y la que había entregado en bandeja de plata por esa búsqueda de una justicia que nadie había pedido.
Los ecos ahogados en que se habían convertido las voces obtuvieron fuerza cuando les escuché decir que estábamos incompletos. Desvarié un poco, pensé en Yukwon, en lo suertudo que había sido al irse y evitarse pasar por esto y me alegré, pero ese egoísmo tan arraigado en mi prefería que Yugu estuviera encerrado con nosotros, juntos, como debía de ser, agradezco que no existieran espejos, pensar en ver mi rostro me daba asco. Fue entonces, en esa usurpación hecha por el egoísmo que escuché el nombre. Kyung no estaba.
—Kyung es lento y estaba oscuro... —por primera vez en mi vida escuché a Jihoon hablar con una voz llena de nervios.
—Es el corto para decir que le olvidamos —interrumpió Taeil.
—Con que nunca abandonamos a un amigo ¿eh? —dije, dejándome caer sentado en una pequeña parte del suelo.
—¿Qué haces? —preguntó Minhyuk.
—Esperar, no sé qué, pero me rindo.
—No estás hablando en serio —escuché decir a Jaehyo, mientras yo me recostaba en ese pequeño espacio que había hecho mío, cubriéndome el rostro con las manos, sin contestar, solo recuerdo sentir un golpe y ver su máscara sobre mí—. ¡Hemos llegado hasta aquí por ti!, intercambiamos el alma por flores. Mentimos, golpeamos, ¡haz una lista, puedo seguir toda la noche!
—¡Y por eso debemos rendirnos! —dije estando aún en el suelo, decidido a no moverme de ahí cambié de planes para sentarme y gritar, bajando la voz cuando la imagen de mis amigos encerrados en un pequeño cuarto se encontraba tan de frente a mi rostro—. Yukwon tenía razón ¿Cómo es que los metí en esto?, solo somos niños.
—¡Nada de lo que hemos hecho lo hacen los niños! —interrumpió Taeil, le vi limpiar sus lentes, siempre hacía eso cuando quería decir algo que le daba pena, se perdía mirando hacia abajo—. Los niños no se escapan de su casa en plena noche.
—Tienes razón, hasta un niño sabría que es una estupidez.
—¡Cállense! —interrumpió Jihoon en un grito dejándonos estáticos, ese era el efecto de su voz—. No importa como lo veas, ya no hay vuelta atrás, afuera esta Kyung y, creo que nos equivocamos.
Jihoon hizo el ademan con una fotografía que traía consigo, sin dejarnos verla nos llevó a una parte más atrás en el cobertizo. Teníamos frente a nosotros una mesa larga que compartía con la pared una decoración de recortes y folletos, haciendo alusión a una planeación de viaje.

ESTÁS LEYENDO
Block B - "LEGACY"
FanfictionNunca hemos dejado atrás a un amigo y no comenzaremos ahora. Solo dinos que debemos hacer Jiho.