—¡Ya estoy aquí!
Avisaste cerrando la puerta detrás de ti. Acababas de llegar del trabajo y miraste el reloj que colgaba en la pared. Eran las 11:48 exactamente.
—¿Yoon Gi?
Preguntaste después de no recibir respuesta del primer llamado. Caminaste por el pequeño pasillo que conectaba a la sala, y ahí estaba él, recostado sobre aquel sofá con la cabeza hacia atrás sobre el respaldar. Sonreíste y caminaste hacia él, levantaste su cabeza y colocaste un cojín. Él seguía durmiendo plácidamente. Recogiste aquellas hojas que estaban sobre la mesa, eran las letras que Yoon Gi escribió.
Él vendía letras a una empresa de entretenimiento, tal vez no le paguen una millonada, pero si algo por lo que ambos se puedan mantener, y justo así eras feliz.
Te dirigiste hacia el baño y te adentraste a la ducha, dejabas que el agua recorriera todo tu cuerpo llevando con ello todo el estrés de un día de trabajo en la cafetería.
Detestabas lidiar con aquellos clientes que tuvieron un mal día y se desquitaban con cualquiera, los odiabas, demasiado.
Saliste de la ducha y envolviste tu cuerpo en una toalla al igual que tu cabello, lavaste tus dientes y saliste del baño encontrándote con un Yoon Gi ya recostado en la cama, mirándote de pies a cabeza, relamiendo sus labios, lo que lo hacía ver muy sexy.
—Hey.
—Hey.
Respondiste. Te dirigiste a tu armario y sacaste una remera y tus braguitas. Dejaste caer la toalla, dejando tu cuerpo desnudo a la vista de Yoon Gi, te colocaste lo que habías sacado de tu armario y recogiste la toalla que anteriormente había caído al suelo.
—¿Cómo te ha ido hoy?
Preguntó él. Cuando subiste a la cama y él se cómodo en tu pecho.
—Como siempre.
Fue lo último que recordaste de aquella noche. Por qué tus párpados empezaron a pesarte y segundos después ya estabas completamente dormida.
Despertaste por el sonido de la alarma que cada vez se hacía más molestoso para ti.
Eran las 7:30 am y tenias que levantarte para hacer el desayuno.
Apagaste la alarma y miraste a Yoon Gi. Este dormía mientras abrazaba tu cintura, se le veía muy tierno. Le diste un beso en la nariz y este sonrio.
—Hey, estás despierto.
—No, aún duermo ¿qué no me ves?
Sonreíste mientras negabas con la cabeza. Él abrió sus ojos lentamente y acaricio tu rostro suavemente.
—Buenos días princesa.
Sonreíste más ante aquellas palabras. Le diste un rápido beso en los labios y casi sin ganas te levantaste de la cama.
Te dirigiste al baño y te lavaste la cara y los dientes.
Saliste y te dirigiste a la cocina, empezaste a hacer el desayuno y ya casi por terminar sentiste que brazos rodeaban tu cintura atrayéndote hacia aquella persona.
—Te ves muy sexy ¿Ya te lo he dicho?
—Muchas veces.
—Entonces te lo diré todos los días de mi vida hasta que sea un anciano y no pueda verte más.
Te volteaste y rodearse su cuello con tus brazos, atrayéndolo a ti para que darle un tierno pero profundo beso.
Beso que se intensificaba cada vez más. Sus manos que estaban sobre tu cintura, se dirigieron a tu trasero apretándolo. Sonreíste en medio del beso y el mordió tu labio inferior y gruñiste, él sonrio.
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Nothing like us ➼ Min Yoon Gi {THE LAST Book #1}
Hayran Kurgu-Es un trabajo de compañía, pero no de cualquier tipo. -¿Qué tipo de compañía? Me miró directamente a los ojos reflejando tristeza. -Es un trabajo de compañía sexual.