5

14 1 2
                                    

Despierto y siento un olor a huevos revueltos y ¿¡CAFE!? qué extraño, nadie cocina en mi casa. Bajo las gradas lo más rápido que mis piernas me permiten entonces la mesa está puesta. Hay algunos platillos encima y huelen delicioso.

Me acerco a ver quién provoca tan agradable olor, veo a una mujer dándome la espalda tomando el mango de la sartén y la espátula como toda una profesional .

-¿Quien eres?- pregunto un poco asustada - Hija te hubiera aceptado esa pregunta cuando tenías tres años- ¿Hija? Yo no conocía de nada a esa mujer -Tu no eres mi madre, mi madre se llama Leticia y nunca cocina, mucho menos por las mañanas- eso sono gracioso, la mujer me mira muy molesta y si antes estaba un poco asustada ahora me orino en los pantalones -Mira niña estás colmando mi paciencia así que siéntate y desayuna como la hija buena que siempre has sido. -Le saco el dedo corazón- ¡MAMAAAAÁ! ¡MAMI! ¿Dónde estás? -me toma del brazo con fuerza y me lleva hasta una silla, me tira una bofetada y me sienta -Ahora desayunemos como una familia normal- me dice, comienza a servirme la comida y aprovecho su distracción para irme corriendo hacia mi habitación, me encierro ahí y escucho como mi supuesta madre sube las gradas que dan a mi habitación toca la puerta desesperadamente llamándome como Lucía, esa mujer está demente.

De manera inesperada veo como logra abrir la puerta que me separaba se esa loca, se acerca de manera intimidante hacia mi y cuando creo que va a golpearme, despierto. Todo había sido un sueño. De inmediato siento el dolor de cabeza otra vez, no me importa y voy desesperada hacia la habitación de mamá y allí está ella durmiendo como siempre.

Decido que hoy no iré a la escuela, llamo a Estefanía y le digo que venga directamente a mi casa después de clase a pasar una tarde de chicas como dice ella.

Por la tarde mi pesadilla se me ha olvidado y me entretuve limpiando la casa que estaba hecha un desastre. Sonrió orgullosa por mi gran trabajo, espero a que llegue Estefanía y busco en Youtube como cocinar algo fácil y rápido.

Creo que no soy muy buena cocinando.Al final termine quemando la cocina y compro comida enlatada, aunque sea un asco es más comestible que lo que acababa de hacer carbón.

Escucho el timbre de la casa y se que es Estefanía, me imagino la cara que debí haber puesto ¡Era Adam! Mi amor platónico.

-Hola...¿Virginia verdad? -Regina- le corrijo que idiota se me debe ver -Lo siento, no soy muy bueno con los nombres- le resto importancia haciendo un gesto con la mano -Hola, ¿Que te trae por aquí? - mi voz tiembla demasiado-Estaba buscando la casa de una amiga pero creo que me equivoque de dirección- es tan guapo -Talvez pueda ayudarte-No gracias, ya veré cómo hago para llegar, hasta luego.

Soy una idiota, ni se ha dado cuenta de que existo. No recuerda mi nombre, pero Frank si lo hace.

No! A mí me gusta Adam, no Frank, el es solo un amigo.
Es menor que tú, Regina. Me repito mentalmente.

Y dónde se ha metido Estefanía...

VIDA PERFECTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora