Una ventaja de ser la dueña de tu propia empresa es que puedes faltar sin darle explicaciones a nadie. Un inconveniente, que aunque faltes tienes que estar atenta al teléfono ya que todas las decisiones recaen sobre ti.
—No —responde a la pregunta que el interlocutor le hace—. No, los documentos no pueden mandarse hasta la semana viene.
Se incorporó quedando sentada en la orilla de la cama. La llamada ha despertado a Suelgi a las ocho de la mañana. Su vestido está arrugado y ligeramente descolocado, dejando a la vista su ropa interior color carne. El maquillaje que la noche anterior lucía impoluto ahora deja sobras negras debajo de sus ojos. Sumándole a esto su pelo castaño revuelto, su aspecto es deplorable.
Discutió con uno de sus trabajadores unos diez minutos más hasta que terminó llevándose la razón, como siempre, porque la tiene, no por ser la jefa.
Se deshizo del pegado vestido para darse una ducha y remover cualquier rastro de anoche de su cuerpo. Su mente sigue nublada por los pensamientos de aquel individuo del piel morena y rasgos afilados. Se puede decir que ha sido cautivada, ¿qué más da ocho años más? Luego se reprende, "estoy enamorada de Yerim", piensa autoconvenciéndose de que años de rechazo no han perjudicado sus sentimientos.
Terminó sentada en el sofá, envuelta en la toalla y con el cabello mojado escurriendo por su espalda. Se tomó su tiempo en despintarse las uñas y volver a pintarlas, esta vez con un esmalte trasparente. La televisión la acompañó de fondo, las noticias más relevantes de hoy resuenan por el salón.
—Un conductor colisiona anoche en las proximidades de Gangnam —informó el presentador ganándose la atención de Seulgi—. El conductor ha resultado gravemente herido para horas después acabar muerto en el hospital. Se presume que conducía bajo los efectos del alcohol.
Las imágenes en pantalla pasan secuencialmente, Seulgi reconoció el lugar donde el coche ha quedado destrozado, no está muy lejos de donde fue a cenar. Su cuerpo se estremeció y el vello de su nuca se erizó. "Que imprudente" piensa.
Su desayuno consistió en una taza de humeante café sin azúcar antes de salir a correr por el parque, necesita ejercitarse para mantenerse activa todo el día. Quedarse la mañana entera encerrada en su apartamento no es una opción válida para su hiperactivo cuerpo. Ocupó una hora dando vueltas a trote por el parque como un hámster en su rueda. Otro par de personas acompañan su solitaria carrera en círculos hasta que decidió que ya es suficiente.
Tomó un sorbo de agua y secó el sudor de su frente antes de volver a casa y darse la segunda ducha del día. Se vistió con su habitual modelito de falda de tuvo y blazer y rebuscó entre sus pertenencias para agarras la tarjeta de invitación y salir del apartamento. En el ascensor marcó ágil los números dibujados en el rectángulo de papel, el interlocutor no tardó en responder.
—¿Cómo sabe que escondo mi olor? —Preguntó tras el ligero murmullo que confirma que el hombre al otro lado del aparato estaba durmiendo.
El dicho dice que la curiosidad mató al gato, pero Seulgi no podía resistirse a ella. Cualquier duda tenía que ser resuelta o su cabeza no la dejaría pensar en nada más. Ese era el motivo principal de estar llamando a un desconocido a medio día. Además, Seulgi no era un gatito, era un lobo alfa dispuesto a doblegar a cualquiera que intentara meterse con ella. Podía no aceptar su naturaleza animal, sin embargo, sabía provecharla en su beneficio.
—Un "buenos días" no vendría nada mal —respondió el hombre seguido de una débil carcajada que dejó al descubierto su buen humor—. Veámonos, te mando un mensaje con la dirección. —Seulgi no respondió, reacia a involucrarse más de la cuenta con aquel hombre de intenciones dudables—. Tranquila que no muerdo.
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Flame [EXOVELVET]
Fanfiction"¿Cómo termina una empresaria de éxito envuelta en una asociación contra los hombres lobo? Solo se necesita una frase atrayente y una sonrisa cautivadora. Para cuando te das cuenta de que no todo lo que dicen es verdad, tus manos ya se encuentran ma...