IX

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Los cuatro se encontraban en silencio en el almacén. Kyungsoo, Seulgi y Jongin sentados de izquierda a derecha respectivamente en el sofá de cuero, y Chanyeol sentado al frente en el suelo, con las piernas dobladas y la cabeza entre ellas. Seulgi no podía decir si estaba llorando o solo quería evitar la mirada de todos los demás.

Habían enterrado a Sooyoung en la parte de atrás del lugar, donde para su sorpresa se trataba de "el cementerio" ya que había más de un lobo de la asociación enterrado allí. La chica que acababa de morir no era la primera, ni sería la última. Tal vez ese era su destino al querer ser una humana normal, morir y ser enterrada detrás de un almacén abandonado sin que nadie más que los presentes se enteraran.

¿Qué sería de su empresa si eso pasara? ¿De su hermana? Acaso Joohyun también moriría sola y ella nunca se enteraría.

La cabeza le dolía como si le hubieran pegado con un bate de beisbol. Miró a su izquierda y se fijó en Jongin con el ceño fruncido, estaba pensando en algo. Sus miradas se cruzan unos segundos y no supo descifrar la expresión en su rostro, cualquiera diría que sentía alivio por la muerte de Sooyoung, no obstante, ella se negaba a creer eso. Tal vez solo estaba asimilando una situación traumática como esta, solo que lo procesaba de manera diferente. Después de todo, esta no era la primera muerte.

—Los dos ahora forman parte del equipo de Chanyeol —habló por fin—. Cuando te sientas bien puedes explicarle las cosas —se dirigió a Chanyeol esta vez, aunque él ni siquiera levanto la cabeza.



Se estregó con dureza la esponja por todo el cuerpo, el agua caliente tocaba su piel y caía teñida de rojo al plato de la ducha. Debía deshacerse de toda la sangre, la de Kyungsoo y la de Sooyoung. No supo que pasó, Jongin no le quiso decir y Chanyeol ni siquiera habló después de la muerte de su hermana. Ella podía deducir que Kyungsoo sabía algo más, tal vez no mucho más, solo lo que involucraba a él y a su dueño muerto.

No era de noche todavía y el día había ido decayendo, de mal a peor, de desgracia a desgracia. ¿Sería así de ahora en adelante su vida? El tiempo acompañaba a las desgracias pues desde que había llegado a su apartamento, la lluvia no había dejado de caer. El Sol ya no se alzaba regio en el cielo, las nubes grises lo habían cubierto todo con una densa capa gris que solo ensombrecía y apagaba el día.

Recordó la mirada de Chanyeol y solo pudo verse reflejada, el dolor que ella había pasado también, la muerte de un ser querido. El duelo por la pérdida era duro de afrontar y más duro se hacía si esa pérdida había sido provocada por alguien más. Habían muerto, tanto a su padre como a la hermana de Chanyeol, dos personas que tenían una vida por delante. Su padre debía cuidarlas todavía y Sooyoung era joven y hermosa, una chica con toda una vida por delante.

Formar una familia o mantener la ya formada, eran cosas que ya no se podían hacer, las muertes no se revierten y a pesar de las lágrimas nada cambia.

Seulgi en su momento había llorado la pérdida de su padre y había sufrido la traición de su hermana, dos duros golpes que tuvo que superar a su manera, sumergiéndose en el trabajo para dejarlo todo atrás. Y ahora, la vida le recordaba que sus raíces no se podían borrar, que un lobo es un lobo y eventualmente se verá involucrada en conflictos porque eso es lo que hace un lobo alfa, es su naturaleza resolver los problemas de la manada. Y aunque ella no lo supiera, se estaba adentrando y formando su propia manada a la que proteger.

"Si Joohyun me viera ahora, solo sentiría envidia de que yo haya encontrado a los lobos que siempre estuvo buscando de niña."

Salió de la ducha con la toalla envuelta en su cuerpo, dejó huellas de agua detrás de ella mientras avanza a la cocina, se preocuparía de limpiarlas luego. Estaba muerta de hambre, no podía recordar desde cuando no comía apropiadamente. Abrió la nevera, estaba vacía.

Repitió el mismo procedimiento con los estantes superiores, abrió la puerta, vió que está vació y lo cerró. Pasó al siguiente, y volvió a seguir la secuencia hasta que en el tercer y último estante encontró un paquete de ramen.

Debería ir a comprar comida, hacer una lista e intentar reanudar su vida con normalidad. Nada de lobos, muerte o dolor. Volver a su pacifica vida llena de estrés y trabajo, con Yerim envolviendo todos sus pensamientos, tanto malos como buenos.

Podía decirse que Seulgi estaba exhausta tanto mental como físicamente, había pensado tanto en su situación actual rodeada de lobos que los límites que tanto le había costado marcar, poco a poco se estaban desdibujando. Por primera vez en muchos años, se permitió comer mientras su cola sobresalía y se removía de un lado a otro, como cuando era una niña pequeña.



La lluvia iba incrementando en el camino. Mientras conducía, la suave brisa pasó a una notable llovizna que obligó a Chanyeol a reducir la velocidad. Sooyoung tararea a su lado la melodía que es escuchaba en la radio. Quien los viera no se imaginaría que en el maletero tienen a un hombre inconsciente.

Jongin los esperaba en la "Nave 1" otro almacén abandonado no muy lejos del primero. Al llegar, la lluvia cesó dejando la marca en el metal oxidado que recubría las paredes exteriores del lugar. No había ventanas, solo una gran puerta, la única entrada.

Sooyoung se adelantó y Chanyeol se ocupó de montar la silla de ruedas que tenían en la parte de atrás y sentar a Jongdae en ella. El hombre de mediana edad parecía dormido en aquella silla que él empujaba.

El lugar por dentro constaba de dos secciones, la entrada totalmente vacía y una sala de interrogatorios, la cual estaba separada por una gruesa pared. Empujó la silla hasta la sala de interrogatorios o más bien una cuarto con una jaula en la mitad donde Jongin se encargaba de realizar todas las preguntas que necesitara para obtener la información que estaba buscando.

Con cuidado cargó al señor en su hombro y lo dejó en el interior de la jaula, comprobando que estuviera bien cerrada. Él era el único que podía hacer el trabajo ya que los barrotes se encontraban recubiertos de plata, algo que quemaba la piel de los lobos si intentaban tocarlos.

A partir de ese momento su trabajo a acabado. Dejó a los dos lobos en la habitación y el salió a esperar. Mientras Jongin y Sooyoung esperaban en el interior a que Jongdae les respondiera a todas sus preguntas.

No pasó mucho tiempo revisando el móvil hasta que un estruendo lo sobresaltó, el sonido de las balas queda grabado en sus tímpanos. El eco retumbó por todo el lugar, esparciendo el sonido hasta el rincón más alto.

Se despertó con el corazón bombeando fuertemente contra su pecho, el sudor bajaba por su frente y su respiración era irregular. Todavía no comprendía cómo había podido pasar, cómo salió Jongdae de la jaula y atacó a su hermana.

Yerim se removió a su lado y emitió un ligero ronquido. Entonces decidió levantarse para despejarse y beber un poco de agua. En la cocina se secó las mejillas húmedas por las lágrimas y se permitió seguir sollozando en silencio.

¿Cómo le va a contar a su padre que la niña de la casa ya no está con ellos?


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⏰ Última actualización: Apr 15, 2018 ⏰

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