Capítulo 2

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¡Rayos!

Decidí ver que el baño de hombres no estuviese ocupado. Entré cuidadosamente y no había nadie. Entonces cerré la puerta principal con seguro. Traté de limpiar mi camisa y alguien trató de abrir la puerta pero no pudo así que comenzó a tocar. Yo luego de par de minutos dando vueltas y vueltas y de haber limpiado mi camisa, abrí la puerta para salir. Era el mismo chico que me había derramado el jugo de naranja. Un chico que tenía su color de cabello de color naranja, te tez blanca y ojos marrones. Era muy raro, pero lindo. Él me reconoció inmediatamente.
_ Oye... te derramé el jugo de naranja. Lo siento. -Dijo.
_ Ehh... no importa. Fue un accidente. -Contesté pasmada.
_ ¿No piensas salir del baño de los chicos? -Preguntó curioso.
_ Ahh... Cierto.. Es que hoy no estoy de ánimos. Me han pasado muchas cosas y estoy hablando con un extraño que derramó su jugo sobre mí. Mi mejor amiga está en el baño haciendo no sé qué, con un tipo que me cae muy mal. Ella me quiere acomodar al amigo de ese tipo, quien es un idiota y me está esperando en la mesa. Definitivamente no es mi día. -Dije desanimada.
_ Wow... entonces necesitabas un lugar a solas tú. Igual que yo. Vine aquí porque me obligaron a venir unos amigos. No es mi día tampoco. Fracasé en un examen hoy, mis padres se están separando y derramé el jugo sobre una chica que me atrae. -Dijo confiado.
_ ¿Ahh?
_ Nada... Sonará muy raro pero ... si quieres podemos quedarnos aquí y hablar. Ya que con la música y la gente no se escucha tanto. Es callado aquí. -Dijo avergonzado.
_ Quedarme en el baño de los chicos con un desconocido no creo que sea buena idea... No sé quién eres.. Podrías ser un asesino, psicopata o un violador.
_ ¿Crees que te voy a violar o asesinar?
- Preguntó riendo a carcajadas.
_ No lo sé. -Contesté sonriente.
_ Entiendo. No te obligaré. Pero no soy ese tipo de persona. Soy sincero. Entiendo si no quieres estar aquí. -Dijo.
_ Está bien. Me caíste bien, me quedaré. -Dije. Él se terminó de adentrar al baño y cerró la puerta con seguro. Admito que me dio miedo pero él me dijo que podía tener el teléfono en mano con el 911 marcado si me hacía estar más tranquila. Fue ahí cuando sentí confianza.
_ Y dime quién eres. -Preguntó.
_ Soy Grace Miller. Tengo 19 años. Estudio fotografía. Soy de aquí de Ohio pero mis padres son latinos. Tengo un hermano de 14 y una hermana de 28. Eso es todo. ¿Y tú?
_ Bien. Soy Aiden Lee. Tengo 20 años. Soy de aquí también pero mis padres son de Corea del Sur. Tengo un hermano de un añito. Estoy estudiando ingeniería en farmacia. Soy modelo en una agencia. Juego fútbol en el equipo de la universidad. Creo que ya.
_ Bueno... eso quiere decir que yo aún no me presenté adecuadamente...
Pues soy pésima en las matemáticas y odio que me tiren fotos, por eso prefiero yo tomarlas. -Dije sonriente.
_ ¿Enserio? Eres lo contrario a mí en ese sentido. Tampoco es que me gusten las matemáticas, pero por alguna razón tengo el don de entenderlas.
_ Me alegro por ti. De verdad quisiera ese don. Pero fui la única de mi familia que es lo contrario. De mi familia, soy la excepción en el sentido de que todos son tan buenos, cuidadosos y dulces, pero yo soy la torpe, rebelde y agridulce. Aunque no soy una de estas personas que hacen cosas indebidas pero soy la más "rebelde" por decirlo así.
_ Eso es bueno aunque no lo creas. Eres distinta. Rompes con las reglas y el patrón. Me gusta. -Dijo. No sé pero la verdad este chico a pesar de ser tan torpe como para derramarme el jugo, me agradaba y físicamente era guapo. A parte de que era muy interesante.
_ Gracias.
_ Yo no soy un santo. Créeme. Pero tampoco soy un maleante que anda por la calle haciendo cosas indebidas. Eso me hace pensar que al menos tenemos algo en común. Ah, y otra cosa... cualquiera que nos vea salir del baño, pensaría mal. Pensaría que estamos haciendo cosas indebidas. Espero que nadie lo note.
_ Es gracioso, ¿no? Nos vemos graciosos. Dos desconocidos que se conocen en un baño de chicos en un restaurantes.. Esto nada más se ve en películas. Porque quién iba a pensarlo. Qué extraña forma de conocer a alguien. Por un jugo de naranja. -Dije riéndome.
_ Sí. Tienes razón. Es... loco. Pero me agrada. Me agrada lo extraño. -Dijo. Yo asentí con mi cabeza mientras lo miraba y reía.
_ Eres diferente. Creo que me agradas también. Hasta ahora no aparentas ser como los demás chicos. No lo sé... -Comenté.
_ Bueno puedo tener varias cosas similares pero no soy como ellos. Mis amigos lo que hablan es de temas muy... muy...
_ Pervertidos. -Terminé su frase y él sonrió asintiendo con su cabeza.
_ Soy el único virgen de ellos. Eso les hace pensar que soy muy "goodboy" , pero también me gusta salir y todo eso. O sea no "eso" pero salir y divertirme. Lo único es que no me gusta hacer daño y mucho menos a chicas. Ellos cogen todo a juego. Porque la verdad, tuve muy malas experiencias con ellas.
_ Ellas suena en plural.
_ Sí... es una larga historia. ¿Tú no has pasado por algo así? -Preguntó.
_ No.. toda mi vida fui una solterona. -Dije. De momento suena mi teléfono.
_ ¡Rayos! Es Loren. - Dije.
_ ¿Y ella quién es?
_ Una amiga. Debo irme. -Dije.
_ Bien, salgamos de aquí entonces. -Dijo él.
_ Sí. -Entonces salimos del baño y gracias a Dios nadie lo notó. De lo contrario, estaría frita. Nos encaminamos a una esquina antes de yo ir a mis amigas.
_ Grace, mucho gusto en conocerte. Y perdón por lo de la camisa. Conseguiré una parecida para reemplazarla.
_ Igual a ti Aiden. Pero olvida lo de la camisa. De todas formas era buena. Me caíste muy bien. Podríamos mantener contacto si quieres.
_ Claro. - Contestó sonriente. Intercambiamos números de teléfono.
_Aiden, te pondré de contacto Naranja. -Dije. Él se rió a carcajadas.
_ ¿Y eso porqué?
_ No lo sé. Tal vez porque gracias al jugo de naranja nos conocimos y tal vez por el color de tu cabello.
_ Rayos. Es cierto. Me agrada. -Dijo. Entonces nos despedimos y fui con mis amigas quienes estaban ebrias. Miré la hora y eran las 11:25 de la noche. Y ahora resultaba ser que yo debía llevarlas a todas por sus estados de embriaguez.
- ¡Rayos! Mamá me va a matar...

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