Capítulo 10: Atrevido

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Llegaron a la gran casa a eso de las siete de la noche.

YoonGi se dispuso a preparar la cena inmediatamente hizo entrar a la casa, mientras que JiMin se quedaba tras él, abrazándolo de la cintura y dejando descansar su cabeza sobre aquella ancha espalda. El pálido sonreía mientras preparaba la salsa de la pasta que su pequeño tanto le había pedido, sintiendo como el menor jugaba con los botones de su camisa, mas sin embargo; no los quitaba.

Pequeñas risitas salían de los labios del menor, mordía su labio con fuerza y es que, en verdad no sabía por qué se sentía tan emocionado, tan feliz y extasiado.

—Bebé —el pálido lo llamó en un susurro, haciendo que los deditos del mencionado se detuvieran casi al instante—. ¿Por qué no vas y te das un baño? Así te pones más cómodo, fue un largo día, y tu cuerpo debe de estar relajado, mh.

El mayor ahora había dejado a un lado la cocina para darse la vuelta, y atrapar las caderas del menor entre sus grandes manos para así tenerlo más cerca de su cuerpo, a la vez que este enrollaba sus bracitos en su cuello. YoonGi alzó una ceja, observando todo su bello rostro, notando como de un segundo a otro, un puchero apareció en este.

—Primero quiero beso —el puchero se intensificó y JiMin cerró los ojos.

YoonGi soltó una pequeña risa, llevando una de sus manos hacia el rostro del pequeño, acariciando su mejilla hasta llevar sus dedos a su mentón, tomando éste para así alzar el rostro del menor con delicadeza. JiMin sintió una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo al sentir los cálidos labios del pálido contra los suyos. El menor adentró su lengua con suavidad, como si tuviera miedo de que YoonGi fuese a rechazarlo, lo cual obviamente no fue así, pues recibió el cálido músculo en su boca con gentileza.

El rubio jadeó entre el beso al sentir como las frías manos de su pareja se escabullían dentro de su suéter, acariciando su espalda y cintura, cosa que le encantaba en demasía. El pálido sonrió al escuchar la dulce reacción del menor, era tan sensible y eso era una total ventaja para él. JiMin lamía los delgados labios de su novio como si de una paleta se tratara, incitando a YoonGi a atrapar su lengua y calmarlo de una vez por todas, pero el pálido no lo hizo, su nivel de autocontrol era grande, así que solamente se siguieron besando de esa forma, sintiendo los deditos del menor jugar con los cabellos de su nuca.

—Amor... Debo t-terminar... La cena —decía entre el beso, sin embargo; el pequeño había gruñido de una manera sumamente tierna, estando en completo desacuerdo con el mayor—. JiMinnie.

El rubio se separó con vagancia, mostrándole un molesto pero tierno mohín a YoonGi, cruzando sus bracitos sobre su pecho y dándose la vuelta, comenzando a caminar fuera de la cocina, pero de repente sintiendo como una mano impactaba en una de sus nalgas y escuchando una pequeña risa seguido de esto. JiMin miró al pelinegro con la boca abierta mientras tocaba con su diminuta mano la zona afectada, inmediatamente sonrojándose cuando el mayor le guiñó un ojo a la vez que mordía descaradamente su labio.

Cuando lo vio desaparecer por el pasillo, el pálido volvió a lo suyo. Minutos después ya se encontraba sirviendo la pasta en dos platos, se movía rápidamente por la cocina como si hubiese vivido antes en aquella casa. Se acercó a la alacena para sacar dos copas y colocarlas al lado de cada plato, luego recordó dónde NamJoon le había indicado que estaba la botella de vino, así que caminó rápidamente hasta el refrigerador, notando en la parte baja la gran botella, sonriendo.

Organizó todo en el pequeño comedor, había estado planeado aquella cena desde hacía mucho tiempo, quería cocinarle algo a su joven pareja pues la última vez que lo había hecho fue en su primera cita, y el menor había quedado tan encantado con ese dulce gesto que le había rogado para que volviese a cocinar en otra ocasión.

―Yoonnie~ ―escuchó la dulce voz del menor, así que por instinto se dio la vuelta para poder mirarlo, sin saber lo que se encontraría frente a él.

JiMin sólo vestía un gigantesco suéter de color azul bebé que solamente llegaba a cubrir parte de sus muslos. Unas medias largas cubrían sus gorditas y cortas piernas, y podían ver, gracias a que el menor se encontraba levantando un poco una de las esquinas del suéter, que llevaba puesta una bonita lencería color rosa pastel, haciendo un bello contraste y encaje con las caderas y la lechosa piel.

YoonGi tragó saliva, sintiendo los nervios apoderarse de su cuerpo mientras observaba cómo el menor iba a acercándose a paso lento, abusando de sus carnosos labios para evitar mostrar la hermosa sonrisa que tenía pintada en el rostro. JiMin abrazó su cuello y cerró los ojos al mismo tiempo que se acercaba aún más, besando suavemente la boca del pálido, separándose casi al instante, dejando a YoonGi con un leve hormigueo en los labios. 

Lo vio sentarse en la silla que tenía frente a él, observando como reposaba su cabeza en ambas palmas, y batía sus pestañas con descaro, sonriendole con ternura.

― ¿Cenamos? 

Lo que les espera en el próximo capítulo :3

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Lo que les espera en el próximo capítulo :3

¡Las amo!

M O C H I

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M O C H I

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