— Hoy, tengo la sensación de que será un gran día. — El sayayin de pelos alborotados se encontraba sentado en la copa de un árbol. Se encontraba de muy buen humor, y quería hacérselo saber a todo el mundo.
Inspiró el fresco aire de las montañas paoz mientras una pequeña sonrisa se esbozaba en su rostro, a la vez que cerraba sus ojos.
Expulsó todo el aire de su cavidad pulmonar a modo de relajación. Abrió sus ojos y cogió una de las tantas naranjas flores del árbol.
— Creo que iré a pedirle a Vegeta que entrene conmigo.
Hace tiempo que la Tierra gozaba de un gran período de paz. Era feliz viviendo con su mujer, amigos e hijos. ¿Qué más podía pedir?.
Sin embargo, lo que Goku no sabía, es que aquel día cambiaría su vida para siempre.
Sin perder tiempo alguno, y en un ágil movimiento, el sayayin saltó desde la copa del árbol para caer bruscamente sobre el suelo.
Colocó sus dedos en la frente para concentrarse en sentir el ki de Vegeta. Tras unos segundos logró localizarle.
Llegó al jardín de la C.C
— Que bonito se ve con un sol tan espléndido. — emitió una pequeña risa, para dirigir su mirada a la puerta principal y ver que estaba medio - abierta.
— Qué extraño. — comentó alzando una ceja. Sin embargo, su inocencia no le permitió pensar en nada más que en que había sido un simple descuido.
Entró sin hacer mucho ruido, para cerrar la puerta tras de sí. El sayayin, dispuesto a llamar a voces a su compañero Vegeta, detuvo sus intenciones al escuchar varias voces conocidas que estaban reunidas en el salón.
Goku hizo un pequeño mohín.
¿Krilin? ¿Bulma? .... ¿Gohan y Milk?.
— ¿Qué se supone que están hablando? .— Llevó su mano al mentón para meditar durante unos segundos.
Lentamente se acercó a la puerta de la gran sala recibidora de la CC, para apoyarse contra la pared y escuchar la conversación:
— ¿Y qué vamos a hacer con Goku?.— la voz de Krilin fué la primera que escuchó.
Por un pequeño momento, sus ojos se iluminarion. Su cumpleaños era en 3 días. Su corazón comenzó a latir fuertemente, pensando en una posible sorpresa.
¿Milk le haría esa deliciosa salamandra que tanto le encantaba?. De tan sólo pensarlo su boca se hacía agua.
— Le diré la verdad, que no le soporto más .— escupió cierta peli - negra.
— Pero díselo directamente, con lo tonto que es, igual ni te entiende .— la chillona risa de una mujer peli - azul resonó en toda la habitación.
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Mi luz (Goku y tú).
Fiksi Penggemar- ¡Yo ya no le aguanto! ¡Es un cabeza hueca! .- bufó el pelos de flama. - Pues tú... no estás casada con él .- suspiró Milk, profundamente. - ¿Y qué me dices de lo despistado de qué es? ¡Ya es mayorcito para tener que estar pendiente de él! .- se qu...