Maltratada (Cristiano Ronaldo)

Buenas o malas desiciones.

Me senté en el borde de la cama y jugué con mis dedos, suspiré unas cinco veces en menos de 20 segundos, podía escuchar como Cristiano también lo hacía del otro lado de la puerta.

“Amor, ábreme, ¿sí? conversemos esto, por favor” lo decía casi como susurros, dejando caer las súplicas.

Mordí mi labio y me recosté derrotada, mi mejilla había inflamado y estaba levemente roja, lo que no quitaba que fuera malditamente doloroso siquiera tocarmela.

“Samira, papá está llorando” Jr se apoyó en la puerta y me llamó mientras sollozaba, suspiré y caminé hasta quedar frente a la puerta, apoyé mi palma en la puerta y mordí nuevamente mi labio.

“Cris, Jr por favor, déjame un momento sola, ¿sí? no me siento muy bien” escuché al niño bajar las escaleras y segundos después lo escuché volver.

“Sami, porfavor, papá no está bien” Jr lloraba, entré un estado de desesperación, no supe que hacer.

Abrí la puerta de golpe, tomé al niño y bajé corriendo las escaleras, Cristiano estaba ahí, tirando en el piso, con un par de latas de cervezas y otro par de botellas completamente rotas.

“Dios, Cristiano” lo tomé y con mucho esfuerzo lo paré.

“Me amas, ¿verdad?” me susurró.

“Vamos a la cama Cristiano, estás mal”

“¡¿Me amas?!” lo dijo un poco más fuerte y mordió su labio.

“Si, te amo mi vida, vamos a dormir” besé su frente y lo ayudé a subir poco a poco los escalones de la casa.

Fue agotador dejarlo en una buena posición en la cama, Jr me tomaba de los pantalones y cada vez que su papá hablaba se escondía tras de mí, asustado. Tomé al niño y lo llevé a su habitación, lo recosté en su cama y besé su frente.

“Duerme conmigo hoy, Samira, tengo miedo” tomó mi muñeca y sollozó levemente.

“Oh, baby, no llores mi amor. Escucha, papá estaba un poco mal ¿sí? nada grave, mañana estará como nuevo y podrán jugar hasta que llegue tu mamá a buscarte” me recosté a su lado y comencé a jugar con su pelo.

Miré al niño y sonreí, fue inevitable, era una copia exacta de mi Cris, me asombra como los genes de ambos son tan parecidos, éste niño de  Alejandra no tiene nada. Moreno, con una hermosa sonrisa, sin duda Cris no lo podía negar. Me dió nostalgia verlo, sobre todo porque hace mucho que quería ser madre, con Cris lo hemos intentado pero no se da, he perdido 2 bebés en menos de 1 año, fue difícil, me he estado haciendo exámenes desde entonces y todo indica que sufro de una enfermedad que me impide ser madre, o simplemente me cuesta mucho más que a las demás mujeres. Fue fuerte, tanto para Cris cómo para mí.

(...)

Un flash me dejó por el techo, me desperté exaltada, miré a ambos lados y me encontré a Cristiano parado frente a nosotros escribiendo algún texto en su celular, tenía una sonrisa juguetona.

“Hola amore, perdón por despertarte” dijo en cuanto se percató de que lo miraba.

“Hola vida” dejé que me besara y sonreí “¿Podemos bajar? tenemos cosas que conversar” me senté en la cama y acomodé mejor a Jr para que pudiera dormir cómodamente.

Cristiano rascó su nuca y asintió incómodo.

Revisé mi celular y tenía una notificación de Cris, suspiré y la abrí.

«Mi vida entera en una foto. Samira Santos, ¿cómo puedo empezar contigo vida mía? te conocí en Portugal, nuestro querido Portugal. Vida, perdón, enserio perdón por los problemas, los malos ratos, por todo lo que quizás en algún momento te hizo sentir incómoda. Eres mi todo junto a Jr, mis pilares fundamentales, sin ustedes no soy nada❤😥 Te amo te amo te amo! contigo aquí y en el fin del mundo❤» Adjuntaba una foto de Jr y yo durmiendo.

Mordí mi labio y sonreí, miré a Cristiano que estaba frente a mi, expectante.

“Te amo” salté a él y lo besé como loca.

“Yo a ti vida” me abrazó “Perdón, enserio, estos días han sido complicados, no sé que ocurre conmigo. Perdón”

“No puede volver a pasar nunca amor, ¿okey?” lo miré seria.

“Si amor, nunca” sonrió.

(...)

“Tú eres tonta tía, en serio, no aprendes” Lucía me regaño desde el otro lado de la línea.

“Tenias que haberlo visto mona, estaba tan arrepentido, me ama, lo amo, una oportunidad no le hace mal a nadie” suspiré.

“Ojalá luego no te arrepientas”