Ostema

03: Policías Obscuros

Darren Novier:

Después de una noche de escuchar como nuestros vecinos celebraban la supuesta "victoria" de Terrance Renant en las elecciones debo tratar de conciliar el sueño. La alarma de Gisselle irrumpe nuestro pequeño momento de silencio, y anunció que ya era hora de despertar.

-El deber me llama... -Suspira agotada.

Apenas se levanta se nuestra cama vemos como pasan decenas de esferas fuera de nuestra casa explorando por completo el vecindario.

-Han comenzado la inspección.

-¿Qué significa? -Pregunto.

-Harán reconocimiento de la zona, enviarán su posición exacta a las comisarías. Cosas de policías.

Bajo mis pies de la cama, pero por accidente golpeo el Movilíz de Gisselle.

-Esto debería estar en el baño. -Sugiero.

-Dejalo en cualquier lugar, para que crea que utilizo es cosa.

-¿No lo usas?

-Sabes que no me gusta depender en absoluto de la tecnología, además, mis piernas aún funcionan.

Hace unos meses, Gisselle sufrió un accidente, un idiota la golpeó en su espalda tratando de escapar. De no haber sido por sus compañeros, quienes la llevaron al hospital inmediatamente, ella pudo haber perdido la completa funcionalidad de sus piernas. Kall le regaló este Movilíz cuando estábamos en el hospital, en donde celebramos el cumpleaños de Gisselle esperando por su completa recuperación.

Mientras Gisselle busca su uniforme, puedo distinguir una pequeña luz roja que emana del closet.

-¿Qué es esa luz?

-Mi gorra. -Responde con ella en sus manos.

Después de vestirse completamente, y después de usar su gorra, el uniforme de Gisselle cambia de color por completo.

Diría que es lo más cercano a la magia que he visto en toda mi vida, sin mencionar que la magia pasó de moda y casi desaparece por completo de no ser por los aún aficionados.

Su uniforme cambió de un color azúl opaco a uno totalmente negro, lo único que mantuvo su color blanco fue su identificación electrónica.

Ambos estamos tan impresionados que no sabemos explicar lo que acaba de ocurrir.

-Te ves genial. -Sonrío.

Ella también sonríe, lo cual hace que mi día sea mil veces mejor.

-Lamento que esta mañana haya sido tan aburrida.

-Descuida, amor.

-Aún así podríamos aprovechar...

Ella se acerca a mi mientras retira su gorra de su cabeza liberando su cabello largo, se sienta en mis piernas y se acerca más a mis labios a cada segundo.

Siento tantas ganas de besarla y como ella dice, aprovechar, sobre todo cuando su cabello cubre nuestros rostros cortando mi respiración.

Pero antes de besarme, ella de retira lentamente, se levanta y retrocede.

-Podríamos aprovechar, pero como ya dije... El deber me llama.

Entonces se dirige al pequeño mueble junto a nuestra cama, toma sus llaves y avanza hacia la puerta de la habitación. -Adiós, amor.

Siempre he sabido cuándo Gisselle quiere algo más que solo un beso, es predecible por su forma de caminar y su tono de voz.

Ahora veo que jamás sabré cuándo cortará el momento y me hará sentir incómodo y avergonzado.