Primero fueron los disparos; eran continuos y la mayoría daban en el blanco. La situación estuvo controlada por unos minutos hasta que los infectados los rodearon y comenzaron a esparcir el terrible virus entre los clones. Casi de inmediato las cuerpos perfectos empezaban a cambiar; ojos rojos, venas hinchadas, movimientos incontrolados, falta de conciencia y sobre todo, una gran necesidad de alimentarse de los suyos.
Tom comenzó a despedazar cabezas, su blanco era hacia los infectados pero conforme el caos aumentaba se vio obligado a hacerlo también con los heridos.
Conforme avanzaba aparecían más. Las bajas eran tantas que ya no se podía distinguir a los infectados del resto. Al verse acorralado tuvo que subir a los autos, comenzó a avanzar evitandolos y disparando. Se le estaban acabando las balas cuando reconoció el tráiler al final del camino, estaba rodeado por infectados que golpeaban el tráiler para poder entrar. Se horrorizó cuando vio una de sus puertas abierta y un grupo de infectados entrando. Trato de conservar la calma y entró por la misma rendija de ventilación que había roto.
Bill escuchó ruidos en el techo del tráiler y comprendió que estaba rodeado por todos lados. Se encontraba sólo y como pudo hizo una barricada en la puerta que lograba detenerlos por el momento. Ya se había vestido con sus ropas pero le faltaban sus armas principales: sus afilados guantes que le había entregado a Tom. Así que se alistó con lo único que encontró (tubos de acero de las camillas). Pensaba en Tom allá afuera, tenía que salir y ayudarle, pero ¿quién lo ayudaría a él?
Un cuerpo cayó del techo y Bill ya lo esperaba para acabar con él, pero en cuanto lo distinguió corrió a abrazarlo.Tom al momento de caer sintió un fuerte apretón alrededor suyo y de inmediato reconoció ese aroma y también lo abrazó.
-¡Oh, Dios,! creí que estabas...-Tom no pudo terminar la frase.
-¿Cómo llegaste aquí? Te arriesgaste demasiado.
-Oye, ya estoy aquí, no me regañes.
Bill hundió su cara en el cuello de Tom. ¿Cómo podía dolerle el pecho solo por verlo? ¿Que era ese movimiento extraño en su estómago?
-Te traje esto.- dijo Tom interrumpiendo el momento, pues no estaban para eso.
-¿Cuántos son?-preguntó Bill mientras se colocaba sus eficaces armas.
-Demasiados.
-¿Cuántos son demasiados?
-Estamos rodeados, pero descuida te sacaré de aquí.¿En su razonamiento lógico, Bill, no podía esperar una victoria. En teoría. era imposible que sobrevivieran ante ese ataque, pero Tom poseía demasiada confianza por los dos.
Tom se había hecho de armas blancas en su camino y le entregó varias a Bill.
-¿Listo?
Bill no contestó, le era imposible estar listo ante esa situación. Sólo respiro profundo y apretó los puños. Afuera solo se oían los gemidos de los infectados, los golpes que daban al tráiler para poder entrar, los gritos de los suyos, y casi ningún disparo.
-¡Mírame!- gritó Tom.
Bill así lo hizo y vio temor en sus ojos.
-Yo también tengo miedo, pero miedo a morir aquí. Confía en mí y yo confiaré en ti, no te dejaré.
Bill afirmó con la cabeza.
Ambos subieron al techo, y tres infectados estaban ahí, uno de ellos era un humanoide, pero este era más rápido en comparación de los demás. Tom se encargó de ese dejándole a Bill los otros dos.Además de ser rápidos sus movimientos eran más precisos, eran diferentes, tenían conciencia y sabían cómo atacar. Esto le costó trabajo a Tom y tuvo que usar mucho más fuerzas para acabarlo.
-Lo que faltaba infectados inteligentes! - comentó Tom, para sí mismo, mientras limpiaba el arma.
Desde arriba Bill podía ver que "demasiados" eran poco. Al parecer la población de una gran ciudad los había acorralado.
-¡Busquemos sobrevivientes! - indicó Tom.
Oían gritos pidiendo ayuda en varias direcciones, ayudaban a los más cercanos y conforme avanzaban el número de sobrevivientes aumentaban. Un grupo de treinta y seis se reunió en lo alto de los campers llamando la atención de los infectados. Solo los humanoides infectados lograban subir pero alcanzaban a detenerlos.
Los últimos disparos que escucharon provenían del camper de Isis, así que se dirigieron allí.
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En el apocalipsis.
General FictionUna invasión alienígena inyectó un virus a la humanidad convirtiéndolos en muertos vivientes capaz de infectar a través de la sangre. Altamente contagioso, mortal y rápido, este virus se propagó en todo el mundo con el fin dar inicio a la aniquilaci...