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Llegue a casa más que agotada, me sentía fatal y los pies me ardían casi, como si hubiese caminado tanto, encima de todo quería darme una ducha caliente ya que la excursión en áreas verdes ameritó algunos tropezones, no fueron tan duros ya que Steven estuvo ahí para agarrarme pero de igual forma llegue a rozar el suelo...

- hija?...eres tú?- pregunto papá desde el tercer piso, cerré mis ojos maldiciendo y forme una sonrisa nerviosa, tuve que retroceder camino a la tercera planta en donde mi querido padre se encontraba en el sillón más cómodo y con un libro en mano...

- hola...perdón la hora...nos demoramos en tantos tours- asegure, mis manos sudaban y me mordía el labio disimuladamente, no sé porque tenía ese comportamiento si de todos modos no estaba mintiendo...

- oh claro, comprendo- aseguró con una sonrisa, le devolví la misma, entre mis padres, mi papá siempre es el más atento y comprensivo, hasta me llega a sorprender su habilidad por colocarse en mi lugar y en vez de gritarme o castigarme, hablar y hacerme ver las cosas desde otro punto bueno. A veces suelo pensar que se las arreglaría con otra profesión...

- y tú qué haces despierto a esta hora?- pregunté elevando una ceja, su pequeña sonrisa mientras leía se le borro, me levante rápidamente -me iré a dormir- bostece algo forzado -tengo demasiado sueño, hasta dentro de cinco horas- informe sonriente dirigiéndome a las escaleras, era mejor evitar el tema ya que de todos modos como todo el mundo tiene secretos íntimos, uno de ellos porque se despierta a las 4 a.m....

- feliz noche hija...


Me encontraba ya en bata, sé que es un típico horror bañarte a las cuatro de la mañana en vez de tirarse directamente al colchón y dormir hasta que el instinto del hambre te despierte, pero ciertamente me sentía incómoda y diría yo hasta con mal olor ya que después de tanto casi que anduve en suelo y suelo, además de todo esto culpo al tic estado de mi querida mamá, ella sí que es peor que yo...

Salí del baño y me coloqué enfrente de mi espejo, mientras me colocaba mis bragas y sostén me admire mi cuerpo, pero como siempre solo para encontrar aquella marca cerca de mi espalda baja del lado derecho, esa misma marca extraña hasta cierto punto, mi papá siempre dijo que era algo especial mientras mamá solo decía que era de nacimiento...

Cerré mis ojos negando por la repentina curiosidad y me coloqué la playera grande que hacía solo poco mi hermano mayor había enviado desde New Orleans, tiene cinco años más que yo sin embargo aunque le gusta su vida de ahora nunca se ha olvidado de mí, mamá dice que de ellos sí pero en mi visión en mi persona jamás me ha fallado...

Me tire literalmente hacia el colchón y me cubrí con la punta de las sabanas y sin más fui perdiendo el conocimiento poco a poco, pero antes de perderlo por completo escuche esa voz masculina y tan familiar...

<<buenas noches Gardy>>

Era la voz de Steven, sin embargo no pude saber nada más porque de inmediato quede completamente dormida, quizá fue solo una especulación mía o simplemente una imaginación, sin embargo la parte muy interna de mi me decía todo lo contrario, estaba cien por ciento segura de que no lo soñé, ni tampoco lo imagine sin embargo la sensación fue completamente nueva; una mezcla de escalofríos con cierto calor y seguridad, sin embargo no sentí ninguna presencia o por lo menos no cerca mío y quizá eso sería una prueba pero mi instinto era más poderoso que cualquier prueba pero al final de tanto, ¿cómo podría yo probarlo?...

Una Adicción © Donde viven las historias. Descúbrelo ahora