Una mecánica, un tatuador
¿Una historia de amor?
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Las chicas no deben decir groserías, deben vestir bien, peinarse y maquillarse... Todo lo contrario a Rose.
Ella es una mecánica amante de los autos, desordenada, dice malas palabras, viste como...
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Antes de la confesión
—Hola chicos ¿Cómo están?.— Me senté en el sillón en donde estaban los gemelos juagando un videojuego.
—Digamos que bien para no entrar en detalles ¿y tú?.—Dijeron ambos en coro, aun no sé como lo hacían. Bueno...cosas de gemelos.
—Bien, bien.—Me quede en silencio mientras veía la pantalla del televisor.
—¿Necesitas algo?.—Pregunto Ryan el menor de ambos.
—Bueno...
—Ve directo al grano, machito.—Esta vez hablo Dylan chasqueando los dedos, pero sin dejar de ver la pantalla del televisor.
—Bueno verán, pasaba por aquí y...
—¡ROSE! Habla de una.—Gritaron ambos.
—Bueno ya, quería que me dieran algunos consejos de amor.—Hable rápido.
—¡¿QUÉ?!.—Gritaron alejando sus miradas de la pantalla y mirándome fijo.
—Si verán hay alguien y... pues ustedes ya han tenido novias así que me estaba preguntando si me podían dar algún consejo de cómo conquistar.—Me encogí de hombros.
Ambos se miraron.— ¿Qué quieres saber?.—Sonreían de una manera aterradora.
—Por ejemplo ¿Cómo conquistaron a sus novias?.—Cubrí mi rostro con las manos.
—Bueno escucha atentamente, querida hermanita, lo que escucharas aquí te garantizara el éxito total en una relación.
—Esperen.—Me levante rápidamente del sillón.
—¿A dónde vas?.—Grito Ryan.
—Un momento.—Abrí rápidamente la puerta de mi habitación tome un pedazo de papel y un pequeño lápiz que encontré en el suelo. Volví a la sala y me senté.—Listo.
