Capitulo 2: G A E S E K I

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—Sientate.- Ordenó con profunda voz, mientras tomaba una copa de vino entre sus ásperos dedos.

—¿Qué es lo que necesita?- Preguntó temblando el menor, frente a él.

—¡Dije que te sientes!- Grito molesto y el menor obedeció en seguida.

—El que tú y tus amigos se encuentren aquí, no es por simple coincidencia sino por estrategia.- Habló jugando con un caballo de ajedrez, de cristal negro.

—¿Qué debemos hacer para vivir?- Pregunto observando el piso.

—Solo les iba a pedir un par de cosas pero tú, me has ofrecido más que eso.- Dijo con una sonrisa engreída.

El menor trago saliva y bajo la mirada.

—¿Qué cosas?- Preguntó intentando evitar el primer tema.

—Cada uno me servirá para algo.- Dijo agarrando ahora a un peón.

—El enano tiene a uno de los mejores ingenieros industriales en armas como padre, necesito sus planos y por lo menos de un par de armas.- Explicó bebiendo de nueva cuenta su copa.

—El rubio tiene como padre a un dueño de bancos y bajo su poder están los documentos oficiales de unos diamantes que venderé en el mercado negro.- Añadió jugando con uno de ellos.

—Yo no tengo padres que creen cosas o algo así.- Murmuro el menor temeroso.

—Tú, tienes a un jodido General del gobierno como padre, ese hombre hirió y encerró a mi propio hermano.- Dijo con rabia.

—¿Qué necesitas?- Preguntó pasando saliva.

—Que liberes a mi hermano de una de las prisiones de tu padre, solo eso.- Dijo cruzando sus brazos en su pecho.

—¡Eso es imposible! ¡Tiene todas las jodidas puertas vigiladas!- Exclamó el menor y fue sostenido con fuerza del rostro.

—¿Crees que no lo se? Ya lo he intentado sacar, pero tu padre es un infeliz, dime ¿Podrás sacarlo? o ¿Debo presionar al general enviando notas con partes del cuerpo de su hijo?- Pregunto con furia en su interior.

El menor empezó a temblar ante dicha amenaza y asintió en silencio.

—Lo haré..- Susurró

—Así se dice cariño.- Se burlo el pelinegro.

—¿Cómo es tú hermano?- Preguntó con miedo.

—Es él.- Dijo entregando una foto y continuó.

—Depende de como regrese de aquella prisión es lo que haré sufrir al general que lo encerró.- Susurró cerca de los labios del menor.

—No, mi padre no, por favor..- Suplicó al borde del llanto.

—Shh he dicho que consideraré como regrese mi hermano.- Dijo en su oído.

—Te daré lo que quieras pero no lo lastimes, no a mi padre.- Pidió, viendo fijamente al contrario, mientras una lágrima traicionera, que se negó a ser retenida, se resbalaba por su mejilla.

—Tú padre es un hijo de puta y un estorbo en mi camino, puede que no le mate a él y solo hunda un crucero, sin dolor.- Dijo con diversión.

—No por favor, haré lo que sea, pero no los lastimes.- Pidió el menor colocando sus manos en las mejillas del mayor quien las retiro con frialdad.

—¿Estarías dispuesto a hundir tu vida en la oscuridad por ellos? ¿Serias mi juguete hasta el cansancio?.- Pregunto con fuego en su mirada.

—Si.- Respondió por primera vez el menor sin titubear, era su familia quien estaba en juego y no la expondría de ninguna forma.

—No hay marcha atrás..- Sentenció acercándose al menor.

—Lo se.- Aseguró el menor.

—Espero que seas virgen o de lo contrario no hay trato.- Amenazó cerrando la distancia entre ambos con un beso demandante, sin ternura alguna, solo fuerza e impulso.

El menor se dejo besar por el mayor mientras pequeños gemidos de dolor salían tras las fuertes mordidas del mayor.

Su boca tenía sabor metálico producto de su propia sangre pero no se separo hasta que el mayor así lo hizo.

El mayor continuó un camino de mordidas por el cuello del menor tras estar complacido de ver sus labios hinchados, dejo marcas de pertenencia en aquel cuello blanco y pálido.

Despojo sin delicadeza al menor de sus prendas, rompiendo la mayoría por la fuerza impuesta al retirarlas.

Dejo completamente desnudo al menor frente a él.

Aventó al menor al sofá de cuero negro, con algo de fuerza y el se quito sus propias prendas.

Observo al menor en temblar ante su mirada y se lamió su labio con un poco de sangre del menor.

Aprisionó las manos del menor en la cabecera del sofá, con una de sus manos y volteó a este, no deseando ver su rostro o pánico en sus ojos.

—¡Ahhh!.- Gritó de dolor el menor al ser penetrado sin piedad alguna.

Las lágrimas corrían por su rostro debido al dolor en su parte baja.

¡Joder que era virgen!

—Relajante o de verdad te dolerá.- Susurró esa voz rasposa en su nuca haciéndolo estremecer.

El menor mordió con fuerza sus labios intentando no gritar pues el dolor era insoportable.

Con sus propias uñas araño sus palmas, lastimandose así mismo, intentando controlar el dolor inferior.

Penetró con suma fuerza al menor una y otra vez, mientras besaba y mordía su piel blanca, fascinado por el tono rojo que fácilmente se posaba en su cuerpo.

El dolor en el castaño desapareció después de unos momentos y tras una fuerte estocada este sintió placer y gimió no pudiendo contenerse.

—Ahhh..-

—Tremendo culo te cargas, bastardo.- Halago el mayor tocando el cuerpo del menor sin dejar de marcarlo como suyo.

El castaño quería gritar que se detuviera, pero mordiendo su lengua, se contuvo, resistiendo hasta que el mayor le dejará.

Yesung tocó el miembro del menor unos momentos antes de hacerle ver las nubes y mandarlo lejos.

El mayor se corrió dentro del menor ya marcando a estos de su propiedad.

—Ahora eres de Kim Yesung, no lo olvides.- Sentencio aquella voz fría, antes de que todo se fuera oscureciendo.

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M A F I O S O [Yehyun]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora