M A F I O S O [Yehyun]

Capítulo 32: N I S

— ¿Y que pensaste?
Preguntó fumando el quinto cigarrillo del día.

— Pienso que algún día morirás de cáncer o alguna enfermedad que tenga que ver con mujeres o tabaco.
Susurró sonriente.

— No me refería a eso, estúpido.
Fingió molestia.

— Creó que no me servirá nadie...
Confesó viendo las fotos de cada agente frente a él.

— ¿Por qué no Junmyeon?
Cuestionó el otro.

— Confía demasiado en su equipo aún cuando otros le traicionen.
Contestó sin más.

— ¿Cómo estas tan seguro que hay un traidor en sus filas?
Cuestionó Junsu.

— ¿De verdad me preguntas eso?
Cuestionó incrédulo.

Junsu se encogió de hombros.

— Joder, ambos hemos estudiado en la escuela para mafiosos y formamos parte de la NIS, sería estúpido no ver a través de los "errores" que han ocurrido en esta jodida investigación.
Explicó.

— ¿Quién crees que sea?
Cuestionó viendo las fotografías.

— Este chico y este, tienen demasiado cerebro y mágicamente, aquí no lo usan.
Señalo una foto y seguida otra.

— ¿Y él?
Preguntó con intriga a su amigo.

— Me esta ayudando con el enemigo.
Confesó tranquilo.

— Lo estas usando como carnada.
Entre cerro los ojos.

— Me debe la vida después de todo, Kyungsoo sabe que se expone, pero, si el enemigo le ataca, confirmaría mi teoría de que en este lugar hay un traidor y me llevaría directo al rey tal como en ajedrez.

— Entonces si ya sabes donde esta el enemigo ¿Por qué no atacarlo?
Cuestionó confuso.

— Es aburrido...
Dijo simplemente.

— ¿Me estas diciendo que solo porque se te hace aburrido, siempre dejamos a Heechul libre?

— No, te estoy diciendo que no me interesa Heechul, me interesa primero el botín de su caja, la cabeza de toda la mafia China y posteriormente la Coreana.
Aseguró estratégico.

— ¿Y tu venganza? ¿Tu hermano?
Cuestionó incrédulo.

— Mi hermano se metió en un lío por si mismo, ya te dije que tengo que sacrificar lo necesario si quiero limpiar al país por completo, incluso mi hijo esta dentro de esto, quiero quitarle todo a Kim Heechul y que suplique por su muerte.

— Eres un demente.
Pisó su cigarrillo Junsu.

— No amigo, estoy lo suficientemente cuerdo, como para forma parte del Servicio de Inteligencia Coreana y ser infiltrado en la mafia China al mismo tiempo.
Aclaró con seguridad.

— Yo pertenezco al mismo lugar y no por eso sacrificó a mis seres queridos ni me expongo demasiado.
Razonó Junsu.

— Esa es la diferencia entre tu y yo, yo llevo al límite mis estratégicas, pienso como el villano, mato como el villano, sacrificó a quien sea conveniente y al final del día, solo resalta que estoy coronado.

— ¿Por que fingir ser un simple general?

— Mientras tengas un puesto más grande, más exigencias tiene la familia contigo.
Sonrió ladino.

— Iré a vigilar a los chicos.
Murmuro Junsu, golpeó levemente su hombro a modo de despedida y salió.

Luego de que Junsu salió, observó su reloj marcar la hora acordada y prosiguió a hacer una llamada.

— Dame buenas noticias, por favor.
Pidió jugando con su copa.

— Cambié las cajas y a los niños.
Susurró la voz al otro lado.

Sonrió amplió.
— Ahhh pagaría lo que fuera por ver su jodido rostro cuando su caja fuerte se abra.

— Estará furioso.
Advirtió.

— Lo sé, pero eso me agrada, es ojo por ojo, diente por diente...

— Querrá matarte.
Aseguró.

— Jamás me he escondido de él, lo estoy esperando justo en el mismo lugar donde el me dejo.
Contesto con firmeza.

— ¿Y si ataca al niño?
Preguntó con miedo.

— Será todo lo que quieras, pero el niño se parece a él, toda prueba de sangre que haga siempre te asegurarás de que de positivo, no es tan bestia para asesinar a su "hijo".

— Tu hijo.
Recordó.

— Bah yo tengo al suyo, da igual.
Concordó.

— ¿Cuanto tiempo vas a fingir la muerte de tu hermano?
Preguntó la otra voz.

— Lo que sea necesario para que en verdad no lo maten.

— Mantener a tu hermano sedado no es salvarlo.

— Si ese idiota abre la boca, nos matará a todos, es mejor así.

— Eres incluso peor que Heechul.
Aseguró con temor.

— Completamente.

— Si el no mato a tu hermano... ¿Por qué deseas dejarlo para el final?
Cuestionó.

— Mato a mi prometido, yo le quitaré todo.

'•.✿

— Heechul ¿Ustedes lo mataron?
Cuestionó Baek seguido de Sehun.

— Mi gente no ha matado a ningún chico.
Aseguro.

— El jefe de policías esta histérico, duda de todos en el lugar, mantendremos un perfil bajo por ahora.
Explicó Sehun.

— No será necesario, quiero que se tomen un descanso, viajaré a Japón por unas Inversiones privadas, este plantel quedara cerrado hasta que todo se calme.
Se recargó en el respaldo de la silla.

— ¿Qué haremos con los presos bajo tu mando?

— Van a ser héroes, les entregaré este lugar con todos ellos dentro.
Aseguró.

— ¿Por qué?
Cuestionaron ambos.

— No conservó a los mismos hombres por más de dos misiones a menos que sean parte de mi consejo.
Aseguró.

— ¿Y así como así los entregaremos?
Susurró incrédulo Baek.

— Ya estará en ustedes crear la mentira apropiada.
Se encogió de hombros.

— Debería crearla usted ya que es perfecto mintiendo.
Susurró bajo Sehun.

— Tal vez todo lo que haya dicho hasta ahora haya sido mentira, tal vez el que le perdone la vida a tu madre sea mentira, no sé, depende de como sea mi animo para saber si es mentira o verdad, deberían solo obedecer y callar o de lo contrario, serán loa próximos en adornar la estación de policías, manchando los pulcros escalones de carmín.
Amenazo sonriendo.

Eso era lo que hacía que la gente le temiera, su jodida sonrisa que no te dejaba más que imaginar lo terriblemente perverso que su cerebro llegaba a procesar.

— Baek te necesito en Japón, inventa alguna excusa o lesión en tú puesto.

— No puedo fingir lesiona....
Sus palabras se frenaron al sentir algo caliente en su costilla derecha.

— Listo, ya no estás fingiendo.
Murmuró Heechul guiñando un ojo antes de que Baek se desplomará en el piso.

— Lo siento, pero de verdad te necesito.
Susurró en su oido, antes de llamar a un médico.