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Yoongi centró su mirada en él, asombrado de la reacción del menor, quien cubría su sonrisa y estaba medio encogido por los suaves espasmos de sus hombros.

La vergüenza se fue apoderando poco a poco del pelinegro, quien por instinto arrugó el entrecejo. —Oye, ¿te estas burlando de mí?

Y el menor, en un vano intento por controlar su risa, se enderezó todavía con la mano derecha sobre su boca —No es eso, hyung. — Lo miró con sus ojos casi desapareciendo.

—¿No? Entonces no entiendo por qué te ríes, enano.

—¡Hyung! — Protestó — ¡No me llame enano! — Infló sus mejillas en un puchero adorable — ¡Somos de la misma estatura! — Yoongi había empezado a abrir la boca para refutar eso, sin embargo Jimin le cortó todo pensamiento— No podría entenderlo, Yoongi hyung.

Estupefacto, el mayor iba a preguntarle qué es lo que no podría entender, pues Jimin tenía la mirada gacha y ésa frase había salido en un susurro audible. Pero hoy todo parecía estar en su contra.

—¡Jiminnie! — Hoseok se acercaba por el pasillo con una sonrisa deslumbrante — ¿Ya se han reconciliado?

Yoongi deseó, en ése instante, que Hobi desapareciera por obra y gracia de alguna divinidad o de ser posible en sus propias manos. Pero se tuvo que armar de toda la paciencia que tenía reservada para repetirse como un mantra que si lo mataba, sus fans llorarían mucho, así que lo único que pudo hacer fue regalarle la más afilada de sus miradas al estúpido inoportuno.

—Yoongi hyung— Su mirada burlesca no pasó desapercibida para el aludido.— si yo fuera tú, iría ahora mismo a cenar porque Jin hyung está comenzando a enojarse por dejar su comida enfriarse.

El mayor chasqueó la lengua, no había tardado ni diez minutos. Bueno, no hasta donde sabía. —Ya voy.

—"Ya voy, ya voy" — Lo imitó— Le dijo lo mismo a Nam hace mucho y Jin hyung se pone peor a cada segundo. —Una vez más, Yoongi chasqueó la lengua con molestia. —¡Oh, Jiminnie! —El pelirrojo había terminado por interponerse entre los dos para darle un medio abrazo al menor — Si aún te sientes mal, podemos dormir juntos para hacernos compañía — Diciendo ello, comenzó a apretar las mejillas del rubio.

—Hobi hyung, suélteme por favor— intentó deshacerse de las carantoñas del contrario. Sus mejillas empezaban a doler.

—Jimin— La voz grave de Yoongi, logró que ambos detuvieran sus forcejeos. — ¿Quieres ayudarme mañana con una nueva canción para el próximo álbum?

Ver la cercanía de esos dos, lo había incitado a hablar sin pensar. Hoseok lo veía con los ojos abiertos de par en par, mientras Jimin parpadeaba desorientado. Se aclaró la garganta en un intento por calmar su propio nerviosismo.

—Si no puedes, o tenías otros planes,— pasó sus dedos por los cabellos de la nuca, en un gesto que lo ponía en evidencia —podemos dejarlo para otro momento. — Se sentía avergonzado pero estaba resuelto a volver a dejar entrar en su burbuja personal a Jimin.

—¡No! —El rubio gritó, asustado de que el pelinegro fuera a arrepentirse de invitarlo, llamando la atención de sus mayores, pero tapó su boca con sus pequeñas manos al darse cuenta de ello y su rostro se sonrojó furiosamente. —S-sí puedo, Yoongi hyung.

Jimin no podía describir con palabras lo feliz que las palabras del pelinegro lo habían hecho. Sus ojos destilaban un brillo que sólo Hoseok supo descifrar, haciéndolo sonreír.

— Bien, ahora sí podemos irnos a dormir Jimin.— El pelirrojo volvió a abrazar al menor aunque esta vez desde la cintura y con ambos brazos, empujándolo suavemente dentro de la habitación que compartían.

Importante - YoonMinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora