Primer celo

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Los siguientes días no fueron nada fáciles para SeHun; Era increible cómo un sólo ataque de rabia había destrozado la vida pacífica que construyó con el conejo. El sueño de tener una familia feliz que por un momento sintió realizado gracias a JunMyeon, volvió a ser solamente una fantasía lejana.

- Aquí están tus zanahorias. - Dijo con voz apagada, dejando un gran racimo de la verdura sobre la mesa. El conejo tan sólo movió sus orejas y colocó el regalo en una cesta llena de frutas y verduras. El lobo había intentado conseguir el perdón de Jun sobrecargando su abastecimiento de comida, pero ese detalle parecía no funcionar pues el conejo apenas le miraba cuando llegaba.

La indiferencia recibida estaba matando de tristeza al canino, no soportaba tener a JunMyeon tan frío con él, pero el hecho de que aún viviera en su cueva le daba una pequeña esperanza, manteniendo al lobo en un pequeño limbo que lejos de serle grato, le carcomía más.

《 Eres cruel, conejito.》 Pensó al verlo preparar la cena como de costumbre.

Obviamente JunMyeon tenía un gran miedo de volver a ser atacado como aquella vez, pero también sentía coraje por las actitudes del lobo; Si SeHun tenía intenciones de ser su pareja, ¿Por qué no lo habló directamente? Vale, el haberlo llevado a vivir a casa decía mucho, pero no había nada estipulado, ni siquiera se hablaban como novios... Sobran sólo lo hubiera sabido desde un principio, no hubiese permitido que JongIn se le acercara con tanta confianza.

- La comida está lista. ¿Te sirvo ahora?

Por muy enojado, dolido o asustado que estuviera, una fuerza muy poderosa le ataba a seguir en esa manada; Claro, no iba a negar que durante los primeros días quiso huir a su madriguera, pero las sabias palabras de su madre que resonaron en su cabeza le hicieron replantearse tal idea: 《Construir una familia nunca es fácil; Se sufrirá y se llorará, sólo el amor es quien se encargará de resolver el problema. El éxito depende de cuanto se amen.》 Y Myeon amaba a SeHun, mucho a decir verdad.

- No tengo hambre. - Respondió el lobo, manteniendo sus orejas caídas.

- Necesitas comer. - Replicó, sirviendo un poco de estofado en un plato.- Sales a cazar, gastas mucha energía, tienes que reponerlas. - Le acercó el plato con la carne recién horneada en leña, esperando a que el cachorro la tomará, más esto nunca pasó. - Come, por favor.

SeHun tan sólo volvió a negar con su cabeza. La tristeza estaba siendo demasiada, nunca habia sentido algo similar, ni siquiera cuando fue desterrado por YiFan. - No tengo hambre. - Un distante susurro salió de sus labios, no se atrevía a mirar al conejo a los ojos, por lo que simplemente giró sobre su asiento para darle la espalda.

Ya llevaba días con un apetito nulo y eso preocupaba en demasía al de largas orejas. Dejó el plato sobre la mesa más cerca y sin mejorarlo mucho, envolvió el cuello adverso entre sus brazos, pegando su pecho a la nunca del lobo. - Todo está olvidado.- Dijo con dulzura.- No quiero seguir viéndote tan deprimido.

El corazón del alfa latió al mil por hora con tan sólo sentir la calidez del cuerpo ajeno. Sin perder más tiempo, se levantó de la silla,  y al girarse escondió el delicado cuerpo del conejo entre la amplitud de sus brazos. - Junnie. - Susurró, mientras de su garganta salían sonidos similares a los de el llanto de un canino. - No volverá a pasar, lo prometo.

Suho simplemente se dejó consentir por las caricias y pequeños besos que le eran dados cerca de sus labios, esto último en una clara señal de sumisión; Vaya, ¿Quién diría que la presa había terminando cazando al cazador?  Envuelto por los mimos, el cuerpo del conejo fue relajándose poco a poco, llegando al punto de que ya recargaba parte de su peso sobre su ajeno, además de esconder su rostro en la curvatura del cuello de Sehun, lugar que inundaba sus fosas nasales con un peculiar aroma a cítricos. - Rico... - Mencionó en una voz que apenas fue audible; Nunca antes había presenciado ese aroma en el lobo, por lo que dejarse llevar ante ello era demasiado fácil.

Mientras, las manos del can que se habían mantenido quietas en la cintura ajena, fueron buscando camino por debajo de la camisa impropia, tallando su huellas dactilares sobre la exquisita y suave piel que vibraba a su tacto. Myeon siguió olfateando la inusual pero deliciosa esencia hasta que algo en su cabeza hizo "Click", causando que se apartar a bruscamente, sólo para encontrarse con el sonrojado rostro del lobo, que no podía controlar el ritmo de su respiración.

- SeHun, ¿Estás en celo? - Preguntó con preocupación, pero la única respuesta que obtuvo fue la de las garras del lobo, atrayendolo nuevamente a la posición anterior. - ¿Por qué no dijiste nada? - Ahora todo era comprensible; ese nivel territorial, las ansias por marcarlo y demás se debían al celo, de por sí los alfas son sensibles a las amenazas, en ese estado lo eran más, había escuchado de varios que llegaban a encerrar a sus parejas para que nadie más la viera.

- No lo sabía.- Contestó en una voz grave, demostrando la potente excitación que sufría. Oh era un joven lobo por lo que apenas estaba alcanzando la madurez sexual con este primer celo. - Nunca he sufrido uno.

- SeH... - Esto era malo, las feromonas que el lobo desprendía le inihibian los sentidos, obligándole a dejarse dominar por las manos adversas que ya se divertían al jugar con sus pezones. - Por favor... - No sabía si rogaba para que se detuviera o para que fuese más rápido con sus caricias; Resultaba fascinante el poder que tenían los alfas con el simple aroma.

Detenerse en medio de un celo resultaba bastante difícil para un lobo, pues en ese instante sólo se desea cumplir con el objetivo que la mente y cuerpo exigen, sin embargo, Sehun aún estaba ligeramente consiente de que la situación con JunMyeon a penas estaba dejando de ser tensa, sin contar que si el conejo no protestaba negativamente, era porque las feromonas le estaban drogando y no deseaba tener a Myeon de una forma tan artificial. 

- L-Lo siento. - Reuniendo toda su fuerza de voluntad y ganándose el primer galardón al ser primer lobo que no se dejaba llevar por las hormonas, se alejó del conejo, evitando mirarle a toda costa. - Dormiré afuera, quiero que cierres con seguro y no salgas.

- . . . ¿Es por qué no quieres pasar tu celo conmigo? - Se podía notar la decepción y dolor en el pequeño Myeon, quien ya formaba un puchero en sus labios.

¡Mierda! ¿Por qué Jun le estaba complicando tanto las cosas? - ¡Claro que quiero! - Gritó víctima de la desesperación. - Pero necesito demostrarte que puedo controlarme para recuperar tu confianza.

El lobo plateado salió corriendo de la cueva, dejando a un conejo con mejillas chapadas y una sonrisa enternecida. Sehun no era como la mayoría de su especie, él era noble y leal, virtudes que ya casi nadie poseía.

- Mi Sehun...

Sí, definitivamente estaba enamorado.

* * * * *

¡Holi!
Se que debería actualizar otra historia que tiene mucho sin cap nuevo, pero yo sé que Sehun lobito y Suho conejito se extrañaban. :v

Por cierto, les invito a leer mis otras historias SeHo y KaiHo, acabo de publicar una de cada ship. ♡

Espero que les haya gustado♡ ¡Muchas gracias por leer, les amo chingos!

Crazy fairy tale ◊ SeHoWhere stories live. Discover now