Crazy fairy tale ◊ SeHo

Cálculos erróneos I

Usualmente, ChanYeol era un lobo al que siempre se le vería con un rostro serio y tenso, esto quizá a la gran responsabilidad que se cargaba en sus hombros, pues ya era un secreto a voces que el joven alfa sería el siguiente líder de la manada, después de todo para eso había sido entrenado desde cachorro. Sin embargo, desde hace un par de días, Yeol mostraba una sonrisa de oreja a oreja, como si de pronto todo el estrés hubiera desaparecido por arte de magia, aunque de verdad, fue por arte gatuna.

-- De niño solía juntarme mucho con SeHun y JongIn. -- Relataba el canino, mientras tomaba las piernas del gato como almohada. -- Eran menores que yo, pero siempre fueron más entregados al entrenamiento de YiFan, de hecho, ellos se disputaban el puesto a sucesor, yo sólo era el comodín... Siempre el tercero en la línea.

KyungSoo escuchaba atentamente al lobo, pasando sus finos dedos por el frondoso cabello adverso. Desde aquella noche en que durmieron juntos, calmando mutuamente sus inseguridades, no pudo repeler más el contacto del alfa, al contrario, su cuerpo le pedía estar cerca de él, pues sólo de esa forma, calmaba su claustrofobia.-- Oye, eres un idiota pero no un inútil. -- Un poco de cariño hostil no estaba de más, sobre todo para no herir tanto su ego al ya haber aceptado conscientemente a Yeol como su alfa. -- No sé mucho de lobos, pero te aseguro que si no tuvieras las capacidades necesarias para mandar, YiFan ni siquiera te hubiese considerado. No desmerites tu trabajo, aprende de mi, soy un omega pero pertenecía al grupo de caza de la manada, aunque mis compañeros siempre quisieron dejarme de lado por mi naturaleza, les demostraba que podía cazar más que ellos; Presume que tú eres más que un segundo al mando por default.

Y he ahí la magia gatuna.

Hablar de sus problemas con KyungSoo le ayudaba en sobre manera, por primera vez sentía que tenía a alguien con quien confiar, ese alguien que esperó por tantos años, y que no lo perdería por la hambruna de un montón de lobos idiotas.

-- Lo haré, muchas gracias. -- Quiso levantarse y besar por vez primera esos labios de corazón, pero aún no eran pareja, pese al ambiente confortable, ninguno había hablado sobre el establecimiento de una relación amorosa, y siendo honestos, aún no quería tocar el tema por temor a que el gato se erizara y volviese a la actitud violenta de un inicio. Así que sólo se levantó de la cama, inclinándose para besar la frente del minino. -- Hoy se comerán al último ciervo. -- Anunció, cambiando abruptamente el giro de la conversación.

El gato sudó frío, la pasaba tan bien con ChanYeol que le hacía olvidar su situación. -- Entonces, mañana será mi último día...

-- No lo será, yo prometí que te sacaría y eso haré.  -- Suspiró.  -- Tengo que ir a atender unos asuntos con YiFan, por lo que vendrá alguien más a cuidar la celda, si te hace algo, házmelo saber.

KyungSoo tan sólo asintió, en su posición de preso, no podía hacer algo como defenderse, por lo que tenía que ceder su orgullo y aceptar ser protegido.

Yeol se retiró, cerrando la reja tras de sí; El seguro se activaba automáticamente, por lo que sólo fueron necesarios un par de empujones a los barrotes para comprobar que estuviese cerrada a la perfección.

El silencio inundó el lugar durante varios minutos, tiempo que para el felino era extremadamente pesado. Ya no desconfiaba del lobo, al contrario, el azabache era su única persona de confianza y por eso mismo temía tanto a su promesa, pues a sus ojos, la única forma de escapar era desafiando al líder, algo en extremo peligroso. No deseaba ver morir a ChanYeol por su culpa, sabía que era su destinado y por ello prefería mil veces arriesgarse el solo, a dejar que el can pusiera su vida en una cuerda floja. -- Lo siento. -- Susurró, mientras sus manos apretaban la llave que recién había robado del bolsillo ajeno.

Un omega no podía desobedecer a su alfa, pero también es su deber protegerlo, y KyungSoo no dejaría que su lobo muriera frente a él.  

- - -

-- Cuento contigo, ChanYeol. -- Finalizó el líder alfa, una vez que comunicó todos los deberes pendientes a su mano derecha. -- Por cierto, hoy salieron a cazar, espero que no te moleste no haber sido convocado.

-- En lo absoluto, sin embargo, ¿Por qué salieron? Él último ciervo dará de comer para el día de hoy, además tenemos al gato. -- Su estómago se revolvía al decir aquello, pero si quería guardar las apariencias, debía contabilizar a su omega como carne para la cena.

-- El gato será para hoy en la noche, Tao y yo tendremos una pequeña celebración por nuestro aniversario, quiero que sea algo especial. -- Habló con una sonrisa en el rostro. -- Y sabes que un gato montés es lo más delicioso que un lobo puede saborear. 

ChanYeol se mantenía en silencio, mientras sentía como sus uñas se alargaban. Su plan consistía en escapar con KyungSoo mañana por la tarde, aprovecharía que casi todos los alfas salían de cacería, pero si YiFan ya había saboteado su huida pacífica, ¿Qué más daba desafiarlo en este momento?