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Cuando aquel duo se dirigía al sector para las nuevas parejas, de repente el beta que les guiaba dejó de caminar, al resibir una llamada.

– Perdón tengo que contestar – Al decir aquello, se fue unos pasos más adelantes, para poder hablar en privado.

– Genial, tengo que esperar aún más –. Realmente estaba molesto, primero le hacían esperar por culpa de aquel trío, quedado en ridículo, después resulta que su omega es un rebelde, aunque no le sirva de mucho.

Por lo menos no lo tuvo que llevar cargando a brazos para que no se vaya.

De repente, siente un silencio. Teniendo un mal presentimiento,
por instinto se da la vuelta y no está.

Eso entristeció un poco a su lobo, pero después esa tristeza se fue, para reemplazarla por molestia.

– Que idiota. - bufo NamJoon, estando demasiado cansado como para buscarlo.

Si quiere jugar a las escondidas como la perra que es, que bien por él, pero yo no pienso buscarlo. Que juegue con el aire, no me importa.

Después de unos minutos, el beta se dignó a volver a lo que tenía que hacer, desde el principio, guiarlos hacia sus cuartos.

Al llegar, y ponerse enfrente del Alpha, mira a sus costados y luego a NamJoon.

– ¿Y Su omega? – Preguntó con cautela.

Solo se escogió de hombros, en el punto de vista de NamJoon, aquí el que necesita más de la presencia del otro es su le omega, él a lo sumo se pone un poco triste y listo.

Pero los omega son los más dependientes aunque no quieran, es puro instinto, así como los alfas y alphas no podemos evitar ser posesivos, aunque lo oculten, no significa que no lo sean.

– No lo sé, y tampoco me importa tanto como para andar de sabueso para buscarlo, así que solo dame la dirección de mi habitación y tu busca a mi pareja, gracias - Dijo extendiendo su mano, para resibir las llaves.

Solo quería dormir.

El beta se le queda mirando hasta que reacciona y le dá las llaves.

– En el sector tres, habitación sesenta y siete.- – Dijo finalmente.

Caminando por los pasillos tranquilamente, una mueca disconforme y molesta se va asomando aún más cada vez que da un paso.

Al rato, llega a su habitación, sacando la llave de su bolsillo y antes de poder siquiera poner la llave en la cerradura, puede escuchar un.. ¿Sollozo?

 ¿Sollozo?

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𝔬𝔪𝔢𝔤𝔞𝔰 𝔰𝔲𝔪𝔦𝔰𝔬𝔰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora