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- ¿Nombre?

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- ¿Nombre?

- Señora, solo vinimos por un chequeo, nada más.

- ¿Nombre? - La beta ignoró al alpha descaradamente, dirigiendo su vista a JiMin.

- Park JiMin.

- ¿Tu alpha.. él te aceptó? - Preguntó.

- Bu-Bueno..

- Él me aceptó a mí.- Dijo, al ver la timidez del omega.

- ¿Son sexualmente activos? - Preguntó sin pelos en la boca, haciendo sonrojar al omega.

- N-No.

- ¿Te marcó? - La enfermera al no tener respuesta subió su mirada hacia la pareja, mirando impaciente.

- No.

- ¿Hubo problemas al principio? - La mujer vió confusión plasmada en ambos rostros, suspiró hoy tenía un día pesado. - Es decir, si tuvieron problemas al principio, cuando se conocieron.

- Bueno, un poco nada más .

- Está bien, ¿Has utilizado supresores? - La mujer recibió un simple asentimiento de cabeza.

Se aproximó a paso lento, revisando sus ojos, garganta, oídos. Lo normal en un chequeo.

- Dime, ¿Has utilizado supresores de más? - No recibió respuesta.

- ¿Minnie? - YoonGi miró a su pareja, la cual estaba con la cabeza gacha, jugando con sus dedos.

- S-Si. - Dijo sin atreverse a mirar a alguien dentro de la habitación. La vergüenza hacia sí mismo, le invadía.

- ¿Desde cuándo?

- y...tres o cuatro semanas, no me acuerdo con exactitud. - Respondió, recibiendo un apretón en su hombro, en muestra de apoyo.

- ¿Cuántos supresores, te tomas por día? - La enfermera alzó una ceja, viendo al cabizbajo omega, quien movía sus dedos, en un gesto nervioso.

- U-Unos..¿Cinco? Cada tres horas..- Habló JiMin, sonrojándose al instante, sus orejas, cachetes y cuello rojos de vergüenza, en ningún momento se animó a alzar su mirada. No sabiendo lo que vería.

- ¿Sabes el efecto que tiene los supresores, cuando abusas de su uso? - Dijo severo la pelinegra, su cara reflejaba enojo, gracias a su expresión y el tono de su voz.

- Un poco.. - Park se sentía pequeño, el tono de la beta le hizo sentirse amenazado, lo que noto YoonGi, quien se puso un poco más adelante de JiMin, cubriendo la mitad de él.

- No me interesa la razón por la cual los consumes inapropiadamente, pero los dejarás, si es que quieres estar bien, claro. - Comentó la mujer, mientras escribía algo en su libreta, la cual siempre tuvo en mano.

𝔬𝔪𝔢𝔤𝔞𝔰 𝔰𝔲𝔪𝔦𝔰𝔬𝔰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora