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¿Dónde estaba la habitación?

Mierda, dudaba mucho que le dejacen entrar otra vez y además no quería ser una molestia, por lo que se decidió a intentar buscarlos por su olor, aunque su olfato no fuese el mejor.

Empieza a caminar por los pasillos extrañamente solitarios, empezaba a aburrirse por tanto silencio.

De repente la idea de pararse en frente de una puerta y preguntar se le hizo bastante tentador, pero le daba vergüenza.

¿Y si interrumpía un momento íntimo?

Para intentar desviar la idea de que estaba perdido en medio de un montón de pasillos, empezó a recordar la ves que su amigo Jimin se le cayó el helado de fresas y se largó a llorar, como un cachorrito. Obviamente TaeHyung le siguió, contagiado por su aroma y le abrazó fuerte hasta que dejara de llorar.

Después, cuando ya se había calmado, lo besó en la mejilla e intentó sonreirle, en esos tiempos era muy difícil dibujarle una sonrisa al castañito.

Los únicos que se me podían acercar eran Jin, JiMin y el director, sino el omega empezaba a hiperventilar.

Suspiró sonoramente e intentó ya no pensar en eso. Intentó sonreír, caminando por los pasillos, según él, más cerca de la habitación de JiMin.

Caminó tarareando algunas canciones que se le pasaban por la mente, hasta que siente un aroma rodear la atmósfera.

– A-aquí ap-apesta –. Susurró haciendo una mueca.

– ¿Cómo dijiste omega?

Paró de repente, siente cada uno de sus músculos tensarse, su lobo gritaba peligro.

Ese olor. ¿Cómo?

No, él no esta aquí, Tae, él ya no está.

Respiró para tranquilizarse, inhaló para comprobar, y no, no es él.

Muerde sus labios, y empieza a jugar con sus dedos, no quiería darse la vuelta y enfrentar a quién quiera que sea.

– ¿No responderás? –. Dijo el, alparecer, alfa. Pero afortunadamente no se escuchó molesto, más bien como incrédulo.

Tragó un poco de saliva, y bajando la mirada, se dió la vuelta, de manera lenta.

Al hacerlo completamente, TaeHyung puede apreciar la diferencia de tañanos entre el alfa y él. Su tez como la de la mayoría allí, bronceada tenuemente y suave a la vista. Iba a detallar más su rostro pero no pudo mantener la mirada. El suelo volvía a ser interesante.

– ¿Por qué estás por aquí?, es peligroso, recién vino la policía a causa de unos.. No importa, pero igual, no deberías estar aquí, no puedes, debes estar con tu alfa, sí, tu alfa, él..¿Dónde está?, ¿No te quiere? –. Dice, sus palabras amontonadas, dichas de manera rápida. Pero TaeHyung escuchó perfectamente la última parte.

𝔬𝔪𝔢𝔤𝔞𝔰 𝔰𝔲𝔪𝔦𝔰𝔬𝔰Donde viven las historias. Descúbrelo ahora