𝔬𝔪𝔢𝔤𝔞𝔰 𝔰𝔲𝔪𝔦𝔰𝔬𝔰

O 6

– Creo que llegué tarde.

–¿A qué? – Preguntó, al momento de hablar Suga, JeongGuk se dió cuenta inmediatamente que se trataba de él. El rubio había abierto la puerta con un hombre semi muerto colgando de su hombro, con un poco de sangre seca en la comisura de sus labios.

– Mmh..nada ya es tarde –. Dijo pasando a un lado suyo para sentarse en uno de los sofás de la habitación.

– Veo que Yoongi no pudo contra ti, ha, por cierto el hombre que llevas en el hombro es alguien que fue enviado por nuestros padres, para verificar si los omegas son lo suficientes dignos para nosotros y toda esa mierda –. Dice el pelinegro agarrando una revista, sin tomarle importancia al asunto.

Escucha un gruñido por su parte, y levantando la vista para poder verlo,  pero se lo encontró no viéndole a él, sino hacia un pequeño cuerpo, dándose cuenta recién de su presencia.

– El es mi mate, si mi padre dice que no es..que no es lo suficiente para mí que se vaya bien a la mierda –. dijo llendo hacia el Omega quien se encogió en su lugar ante la voz ronca y gruñidos por parte de mi amigo.
Se dirigen al sofá enfrente mío uno al lado de otro.

– Sí, sí, me imaginé eso viniendo de ti Suga, pero ahora no quiero hablar contigo..Si es que me entiendes –. Habla el pelinegro, mirando fijo a su contrario para que entendiese su indirecta.

Suga bufa mirando a su costado dónde se encontraba su omega jugando infantilmente con las mangas de su sweter sin prestar atención a la conversación.

– Está bien –. dijo cerrando sus ojos, mientras inflaba su pecho llenándolo de aire atravez de su nariz para luego exhalar y abrir sus ojos, ahora de un color negro degradado con marrón.

El rubio apenas volvió en sí, lo primero que hizo fue quejarse, sosteniendo su cabeza por el reciente cambio. Cuando el dolor pasó, miró a su amigo pelinegro, dándole a entender que podía seguir con lo que estaba contando, pero él negó mirando sin tapujos al omega sentado al lado suyo, insinuando hablar a solas.

Suelta un suspiro, dirigiéndose hacia el pelirosa.

– Oye..Omega..debemos hablar a solas yo y mi amigo..– Dice directo, en respuesta solo obtuvo un asentimiento de cabeza por parte de JiMin, quien seguía jugando con sus mangas. – Mmh..ya sé, ve con tu amigo a la cafetería, después te buscaré allí, ve –. Dijo lo último con voz de mando. Haciendo que camine cohibido hacia la puerta.

– Hey, tu amigo está en la habitación novecientos treinta, él tiene una llave así que te podrá abrir, dile que lo dejó salir de la habitación y que vaya contigo a la cafetería o a dónde sea que vayan –. Habla JeongGuk antes de que el omega saliese completamente de la habitación.

Al irse el omega, el pelinegro suelta un suspiro mientras que se relaja aún más. Todavía no estaba acostumbrado a estar tanto tiempo con omegas.