Kyungsoo joven y sin familia ni aspiraciones en la vida.
Tres niños híbridos solos con duros pasados.
Un albergue.
Cuatro destinos que se cruzan por casualidad .
Kyungsoo un joven huérfano, sin aspiraciones en la vida, sumido en la soledad se encon...
Kyungsoo se había despertado para poner en orden todo el caos que los híbridos habían hecho el fin de semana, actualmente se sentían ya cómodos viviendo juntos. Los pequeños se llevaban muy bien, aunque a veces se alaban las orejas o pisaban las colas a propósito, aun así se cuidaban mutuamente, Chanyeol y Sehun se turnaban para ayudar a Kai a llegar al baño, o cuando salían al patio a jugar lo cargaban entre los dos.
Definitivamente para Kyungsoo eran unos enanos encantadores.
Después de un rápido desayuno el pobre chico de ojos redondos seguía limpiando las ventanas, sacudiendo el polvo de las cortinas. Lo más difícil era hacer esto llevando a Kai en su espalda, el gato consentido insistió en que lo tenga consigo pues su pie a veces dolía y Kyungsoo debía buscar maneras para que el niño se sintiera mejor. Y vaya que sí estaba cómodo, porque para variar el gato se había quedado dormido, todo desparramado y con su boca abierta libre para que las moscas pudieran entrar.
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-Hyung, Hyung. ¡Mátala, mátala!, me ha ethado zumbando en lath orejath hathe rato- De la nada había llegado un Sehun corriendo con un matamoscas moviendo bruscamente al mayor, mientras el niño morenito seguía estando en el más profundo sueño.
A Kyungsoo le costó un poco matar la mosca; pero cuando al fin la estrelló contra el cristal de la ventana, el can salto al instante para atraparla con sus pequeñas manos. Según Sehun y Chanyeol le darían santa sepultura a la mosca en el patio, incluso le hicieron un ataúd con la caja de fósforos y le pusieron cosas que le podrían gustar a la mosca para enterrarla, como si fuera un faraón egipcio. A Kyungsoo le pareció gracioso, si no fuera por el hecho de que esos pequeños mocosos habían dejado los fósforos regados en la cocina para sus juegos.
Mientras seguía limpiando las ventanas observaba oculto el funeral de la mosca.
-Señores, estamos aquí reunidos para darle nuestro último adiós a la bella Anabell, todos la recordaremos como una gran mosca; pocas llegan a ser tan grandes y peludas como ella, sin duda ha sido una gran pérdida para nosotros. Ahora sin más proseguiremos a escuchar la misa por el cura Sehun- Kyungsoo no podía creer que los niños se lo habían tomado tan en serio que Chanyeol y Sehun se habían puesto una de las tantas camisas negras de Kyungsoo, el pequeño zorro hasta traía una biblia; sabrá Dios de dónde la había sacado.
-Gratiath hermano Chanyeol, como decía Moisesth tholo los jutoth llegarán al reino del theñol y therán recividoth por Than Pedro. Como thabemoth, la joven Anabell thempre obró para bien, mothqueando los plátanoth y posándothe en las oregotath del perro. Amada mothquita, the felith en loth lagoth de cocholate del cielo Amen-- A continuación los pequeños se abrazaron y fingieron llorar, luego hicieron a cada uno de sus invitados (los peluches), dar su último adiós a la mosca.
