Capítulo 10

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Kyungsoo visitó cientos de locales en busca de uno que se adecuara a sus necesidades y fue uno de ellos el que para su buena suerte le cayó como anillo al dedo. Sintió un gran alivio al poder haber encontrado el lugar ideal, aunque pequeño, estaba en una buena ubicación y el diseño arquitectónico se ajustaba a sus necesidades. El precio también fue bastante conveniente, el hecho era que el negocio estaba ubicado en el centro histórico de la ciudad, donde abundaban construcciones antiguas con fachadas coloniales. Alrededor se encontraban varios museos, plazas, restaurantes, sin tener en cuenta los cientos de turistas y personas comunes que pasaban allí a diario.


El único problema es que la pequeña casa que transformaría en su local estaba por el interior en muy mal estado, el techo tenía humedad, la pintura de las paredes agrietada y el suelo completamente descuidado. Al menos pudo regatear el precio con el vendedor alegando el mal estado del lugar, luego él se encargaría de hacer arreglar todo con ayuda de los híbridos. Ya había perdido un mes en encontrar un buen local, ahora seguramente tardaría un par de meses más en encontrar proveedores que tengas las mejores flores y unos cuantos meses más en decorar todo para que sea una florería decente.


Pese a esto la alegría actualmente lo inundaba, desde niño le encantaba el centro histórico, era el único lugar que permanecía con ese aire de antigüedad, pues el resto de la ciudad estaba lleno de grandes edificios con grandes pantallas y luces por doquier; pocos lugares se habían quedado sin modernizar, éste era uno de ellos. Las fachada de las iglesias alrededor estaban hecha de piedra volcánica tallada a mano y en el interior figuras talladas en madera al puro estilo barroco cubiertas por láminas de oro. Aún recuerda la primera vez que llevó a los niños a visitar aquella iglesia que es completamente dorada por dentro, Sehun había dicho que no quería entrar porque la iglesia era fea y gris. Al entrar en el lugar la quijada de los niños prácticamente estaba en el suelo. Chanyeol le preguntó cómo habían hecho para hacer todo de oro y si podía arrancar un pedazo de la iglesia y llevárselo a casa. Que momentos tan dulces fueron aquellos cuando sus enanos apenas estaban aprendiendo a leer correctamente, dejando sus recuerdos a un lado fue camino a casa a darles las buenas nuevas a los chicos.


- Y como les decía está un poco deteriorado, pero juntos lo vamos a dejar como nuevo- Kyungsoo explicaba lleno de entusiasmo de cómo compró una casa de un piso que transformarían en una bella florería.


- Woo, eso es genial. ¿Entonces vamos a tener que pintarlo entre nosotros?- Chanyeol estaba feliz de poder ayudar en algo realmente útil a Kyungsoo. Pues hasta ahora él se había sentido como una gran carga para un chico tan joven que se hizo cargo de tres niños a una edad muy temprana.


-Sí, nos va a quedar genial, ya elegí los colores. Empezamos con la remodelación mañana bien temprano, así que no se desvelen -- Kyungsoo comía la deliciosa crema de espárragos que Chanyeol había cocinado para la cena.


-¿Hyung, y ya viste dónde comprar las flores?, no es que abunden en estos días – Sehun estaba preocupado y no quería que los sueños de Kyungsoo se vieran pisoteados. No soportaría ver a quien había cuidado de él con problemas, sin duda ayudaría en lo que el mayor le pidiera para sacar adelante el emprendimiento de su Soo.


-Sí, hay un par de ciudades que están a 4 horas de aquí que se dedica a la importación y producción de flores. Así que iré a ver qué tal, aunque ya tengo idea de los precios por todo lo que investigué. Esos días se quedarán solos aquí, ya que lo más probable es que me quede una noche y no sería conveniente gastar demasiado dinero en hoteles y pasajes si solo voy en busca de proveedores – El chico de ojos grandes tenía ya todo muy bien pensado, se sentía ansioso porque al fin tendría su meta materializada. En verdad necesitaba que esto funcionase, de lo contrario vendrían tiempos de escasez para la familia.

Take One For LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora