Hidden Secrets |Z.M.|

09

Cerró los ojos e intentó contar del uno al diez por lo menos cuatro veces y se preguntó si había leído bien. Tomó el valor de levantar aquella carpeta con los documentos e información que inculpaba a Rinaldi y era cierto lo que había leído, no era parte de su imaginación ni mucho menos. Rinaldi era el tipo que le destruyó la vida a su madre y acabó con la infancia de Zayn.

Continuó hojeando aquél documento y se encontró con la sorpresa de que había imágenes del arma homicida, del charco de sangre y agradecía el no haber visto ninguna fotografía de su difunta madre entre todas ellas. Estaba tan concentrado en la información que contenía la carpeta, que no se fijó en el momento exacto que Becker regresó, quién lo miraba con paciencia.

—¿Ahora entiendes mi insistencia? —Pregunta en voz baja.

—No me cabe en la cabeza como pudiste saber todo esto por tanto tiempo sin siquiera mencionarle una maldita palabra. —Se levantó en el preciso momento que fue consciente de la presencia del hombre e hizo su voz resonar por toda la bodega.

—Mejor que nadie sabe las consecuencias de esto, Zayn Malik. —Su voz suena serena y Zayn se desespera por su tranquilidad.

—¡Debiste haberlo dicho el maldito día que mandaste a tus matones a secuestrarme y llevarme completamente drogado! —Exclama enrabiado, tomando a Becker por las solapas de su camisa, quién terminó meciéndose por la fuerza que estaba usando Zayn. —¿Acaso no entiendes lo grave que es este asunto?

—¡Por supuesto que lo hago! —imita el tono de Zayn. —Y es por eso por lo que te lo dije a solas. Rinaldi te mataría si se entera que ya lo sabes y si alguien más escuchaba, eras como un punto de ataque donde cualquiera podía disparar.

—Deja tus estúpidas comparaciones y dame una buena razón por la que debo ayudarte.

La furia de Zayn estaba siendo absorbida por su cuerpo y sabía que llegaría un punto donde toda esta estallaría como un volcán en erupción, y esperaba que fuera en el momento que tuviera que enfrentar al cobarde de Rinaldi.

Becker tuvo que respirar profundamente antes de acercarse nuevamente al escritorio que había dejado a cargo de Zayn. Él observó que sólo había mirado la carpeta y no el arma homicida, ni mucho menos las reales pruebas que lo inculpaban. La mirada del muchacho recorrió hacia la misma dirección de la del hombre que lo acompañaba y pudo sentir como la sangre le subía hacia la cabeza.

—Necesito que me dejes llevar todo eso. Estará mejor conmigo. —Agregó Zayn y Becker solo pudo asentir ligeramente, sabiendo que por más que se negara, no podría hacer mucho para detenerlo.

—Estoy pensando en acabar con el imperio de Rinaldi. —Concreta Becker. —Entiendo que no es fácil combatir con la fortaleza que tiene, pero seguramente tiene un punto débil y uno de ellos eres tú, Malik. —Murmura.

—Imposible, no puedo volver a ese lugar después de lo que he sabido. —Afirma Zayn mientras se pasa las manos por el cabello completamente frustrado.

—Tendrás que hacerlo o es capaz de enviar todo a la mierda y matarlos a la primera oportunidad que vea. —Becker golpea la mesa como si de esa manera lograra llamar la atención de Zayn.

—¿Quieres que finja y siga trabajando para él? —Pregunta con una mezcla de sarcasmo. —Voy a matarlo mientras duerma, lo voy a hacer sufrir por cada golpe que le dio a mi maldita vida. —Presiona sus manos en un puño bastante formado.

—Así no funcionan las cosas, entiende que necesitamos un poco de paciencia. —Hace una pausa. —Tú, mejor que nadie debería saber que si atacamos a la cabeza, hay otros diez otros detrás que irán con todo. Contigo, conmigo, con Denisse y cualquiera que sea cercano. —Al escuchar el nombre de la chica, Zayn endureció su mandíbula, al borde de llegar al dolor en sus dientes.