Hidden Secrets |Z.M.|

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—Yo me encargaré de ello. —Menciona Rinaldi, dándole una mirada a la recepcionista, la cual desapareció en sólo segundos por el mismo lugar donde apareció. —¿Se puede saber qué es este alboroto? —Zayn tenía la mandíbula tan tensa que sólo pudo bajar la mirada hacia donde se encontraba Jack.

—Un malentendido. —Dice Zayn antes de acomodar la ropa que traía.

—Lo sentimos, señor. No era nuestra intención causar alboroto en la empresa. —Menciona Jack reponiéndose, para su suerte, sólo había quedado una colorada marca en el rostro que aparentaba ser un golpe y nada más.

—Bien. Ahora levántate y déjame a solas con Malik. —Agrega Rinaldi.

Dicho esto, Zayn estaba dudando si era bueno ocultando su infinito odio hacia el ser que había entrado en la oficina. Respiró profundo, tratando de reponerse y pensó en las palabras de Becker, como en Denisse. Si hacía algo por un maldito impulso, ella saldría perjudicada y eso no estaba en sus planes. Jack salió de la oficina lo antes posible y antes de esto, le dio una mirada a Zayn, como si esperara que estuviera acabado porque lo merecía.

—¿Quería hablarme? —Habló Zayn intentando parecer concentrado.

—Sí, pero es sólo por un motivo de trabajo. —Esperó que Zayn tomara asiento y cuando lo hizo, él imitó su acción. —Los accionistas han puesto toda la confianza en nuestra compañía y estoy seguro de que este trimestre vendrá cargado de buenas noticias. —Hace una pequeña pausa. —Y si fuera así, estoy seguro de que serás un excelente candidato para que estés a cargo de las finanzas de la empresa y de cada sector, muchacho. —Dijo mientras mantenía esa sonrisa en forma de: Zayn Malik, eres el idiota más grande por seguir confiando en mí, pero te tengo comiendo de mi mano.

—Eso suena... increíble. —Trata de no sonar de manera fingida y cuando siente que Rinaldi logra creerle, sonreí ligeramente en respuesta a esa hipócrita sonrisa que observó segundos antes: William Rinaldi, te voy a destruir de la misma manera en que lo hiciste con mi familia.

Rinaldi le estuvo conversando de las nuevas ideas y proyectos, pero Zayn no estaba ahí totalmente. Su cabeza solo se encontraba pensando en cómo mierda iba a destruir cada parte del imperio de este mafioso que le había destruido la vida.

···

Los días pasaron, pero las investigaciones por parte de Becker y Zayn no daban frutos. Rinaldi no tenía ninguna especie de prueba que lo vinculara al narcotráfico o falsificación de dinero o especies, incluso, las pruebas que tenía Becker para inculparlo de asesinato no eran lo suficientemente potentes para llevarlo a un tribunal, pues su poder en el comercio era tan grande, que en dos minutos estaría fuera, por lo que ambos empezaron a tomar cartas en el asunto. 

—Quizás deberíamos consultarlo con algún comprador poco regular que tenga Rinaldi, yo tengo suficientes contactos como para sacar un poco de información. —Propuso Zayn mientras se paseaba inquieto en la misma bodega que habían estado charlando antes.

—Sería demasiado peligroso, probablemente necesitemos de alguien quien esté dispuesto a ayudarnos, a comprar y a tomar la compra como prueba para que la entregue a nosotros. —Dijo Becker desde su asiento.

—No funcionara. —Aseguró Zayn. —Rinaldi estudia a cada comprador, pues si está vinculado con una especie de uniformado o no compra con frecuencia, se retracta.

—¡Por el amor de Dios! —Golpea la mesa con fuerza para luego llevarse las manos a la cara.

Ambos habían dormido tan poco, que ya tenían un humor demasiado sensible. Desde el otro lado estaba Denisse mientras los observaba, quien también estaba preocupada por la situación, pues sentía temor del humor de Zayn y de lo impulsivo que podía actuar si alguien de la empresa o el mismo Rinaldi lograban hacerlo enfurecer, pues por lo que había escuchado, él era capaz de matarlo con sus propias manos.