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Ambos se miraban el uno al otro, y cuando ninguna pudo pronunciar una palabra, Denisse solo optó por abrazar al muchacho que la había besado segundos antes, entregándole todo el apoyo que él necesitaría en todo momento, pero ella no conocía el secreto con más gravedad.

—Hace un par de días atrás, fui capturado por un tipo, era un detective o policía, Becker era su apellido. —Ella volvió a mirarlo a los ojos y él le entregó una mueca antes de continuar. —El tipo quería mi ayuda e insistió que debía ayudarlo a derrotar a Rinaldi.

—¿Lo hiciste? —Preguntó ella sorprendida.

—No creí que era buena idea hasta hoy. —Murmuró en tono de respuesta. —Mira esto. —Toma el maletín que había llevado con él y lo abrió para enseñarle la misma carpeta que había visto antes. Denisse con algo de temor comenzó a mirar cada una de las páginas, pero no comprendía absolutamente nada. —Ella era mi madre y August Rivers, el tipo que la enamoró, maltrató y la desechó terriblemente.

—No puede ser cierto... —Comentó ella mirando las comparaciones y en seguida miró a Zayn quien asentía sin ninguna expresión en su rostro.

—August Rivers y William Rinaldi es el mismo hijo de puta. —Habló por ella.

—¿Rinaldi es tu... padrastro...? —Preguntó sin creerlo e inmediatamente observó lo que seguía en el maletín. El arma homicida, algunas fotografías y probablemente el documento de defunción de la madre de Zayn.

—Lo haré pagar por todo lo que nos hizo. —Sonó tan seguro, que Denisse se sintió mareada de tanta información, tuvo que reponerse en su asiento. Zayn le quitó la carpeta de las manos, dejándola donde pertenecía, y luego le tomó el rostro para comprobar si ella estaba bien. —Y no permitiré que te hagan daño, te lo aseguro. —Agregó y ella solo pudo aferrarse a Zayn, abrazándolo con tanta fuerza que podía sentirse tan protegida como nunca.

—No quiero que te hagan daño. —Admitió con temor.

—Todo estará bien, sólo debemos esperar hasta mañana. Becker me informará del plan y escaparemos lo antes posible. No voy a dejarte sola. —Declaró.

—Y yo no voy a abandonarte. —Murmuró tomando el rostro de Zayn para que él pudiera mirarla a los ojos y cuando lo hizo, le devolvió el favor de hace un rato. Besó sus labios con confianza, lentitud y tranquilidad.

Ambos estabas nerviosos, pasaron la noche intentando distraerse el uno al otro mientras hablaban de algunas experiencias amorosas que habían salido completamente mal, pero aún así ninguno terminó deprimido, al contrario, compartieron risas mientras intentaban conciliar el sueño. Sin embargo, por más que intentaron distraerse, ambos durmieron alerta a cualquier llamado.

Zayn fue el primero en despertar y se encontró con Denisse que seguía a su lado. Habían compartido el sofá, pues ella se había negado a abandonarlo esa noche sabiendo que estaban a punto de recibir noticias y así enterarse si serían buenas o malas.

Tomó su celular y le echó un vistazo a la hora, marcaba 6:03am. No había entrado ninguna llamada, tampoco habían llamadas perdidas, ni mucho menos mensajes, pero como si estuviera hablando telepáticamente con Becker, su celular comenzó a vibrar y antes de que comenzara a sonar aquel ringtone, él contestó.

—¿Alguna novedad? —Pregunto Zayn tratando de no levantar la voz para no despertar a su compañera.

—Malik, tenemos que ser lo suficientemente discretos. Quiero verte en el mismo lugar de ayer, podrás quedarte con ella ahí hasta que decidas escapar o hacer lo que se te antoje, pero no podemos dejar que Rinaldi comience a sospechar o estaremos perdidos. —Habló Becker desde el otro lado de la línea.

—No puedo hacerlo, Becker. —Contestó Zayn mientras se llevaba una mano a la cara.

—¿De qué estás hablando? —Preguntó Becker un tanto desconcertado.

—No puedo acercarme a Rinaldi o soy capaz de matarlo. —Murmuro. Se dio cuenta que Denisse comenzaba a moverse y de pronto abrió los ojos como si estuviese estudiando los movimientos de Zayn.

—Solo será una vez, no es necesario que lo veas, que lo mires a los ojos o algo así. Solo ve a trabajar como un día cualquiera y luego te diriges a las afueras de la ciudad.

Tras largos segundos de silencio, Zayn aceptó con la condición de que no prometería no dañar a nadie a su paso, estaba demasiado furioso como para fingir tener buen humor durante el día.

Un par de horas más tarde se dirigió a su oficina, notando que esta se encontraba con la puerta media abierta y le pareció completamente extraño, pues no recordaba haberla dejado así. De todas maneras, entró al lugar precavido, pero se encontraba solo y seguramente era lo mejor para él para un momento así. Verificó que todo estuviera en orden en el interior y por fin logró sentarse, mirando al reloj que colgaba en la pared marcando las 9:00 am.

El resto del día se pasó tranquilo y en el fondo, Zayn lo agradecía rotundamente, solo tuvo que cruzar un par de palabras con la recepcionista para comprobar el por qué no había mucho tránsito, y recibió la respuesta que se encontraban reuniones con gerencia y contabilidad.

Al regresar a la oficina, Zayn logró percatarse de la presencia de alguien, pero al comprobar de quién se trataba, dejó de lado su pose de defensa personal, pues no se trataba de nadie interesante para una buena pelea callejera.

—¿Quién mierda te dio la autorización para entrar? —Preguntó Malik tras cerrar la puerta.

—Mira, no sabía que también necesitaba agendar una cita para poder hablar contigo. —Se burló Jack. —Date cuenta de que no eres nadie en esta empresa.

—¿Viniste a tratar de levantar tu ego? —Zayn se sentó en su puesto, como si la presencia de Jack le importara en lo absoluto.

—Sé que quieres traicionar a Rinaldi, Malik. —La mandíbula de Zayn se tensó. —Te seguí todo el puto camino y te encontraste con un maldito uniformado, ¿crees que soy un idiota? —Zayn se levantó de donde se encontraba y lo tomó por las solapas de su ridículo traje.

—¿Quién mierda te crees para estar tras mis pasos? —Jack intentó zafarse mientras miraba a Zayn con rabia. —No eres más que un chupamedia de Rinaldi y te aseguro que por más que trates de sabotearme, no lo vas a lograr.

—Que el viejo esté literalmente arrepentido por la golpiza que te dio, no te da derecho a apuñalarlo por la espalda. —Acusa Jack empujando débilmente a Zayn, él lo liberó, pero esta vez lo tomó del cuello, acorralándolo contra la pared para que este queda inmóvil.

—¿Y a ti quién te da el derecho de soplón? —Zayn estaba ardiendo en rabia y sabía que Jack era el blanco perfecto para dejar que la granada Malik explotara.

—Tu puta madre. —Exclamó ya casi sin aire, intentando zafarse una y otra vez.

Fue en ese momento que Zayn lo liberó, esperó paciente que él se repusiera y cuando levantó la vista, le dio un puñetazo directamente el rostro, probablemente fracturándole la nariz una vez más.

—Soy capaz de matarte aquí mismo si no mides tus malditas palabras, Jack. —Ruge Zayn mirando como el tipo que tenía en frente se tomaba el rostro con un dolor puro. —Sal inmediatamente de aquí si no quieres ser un cadáver. —Zayn sentía el rostro envuelto en una ola de calor que estaba llena de rabia y si el tipo continuaba, se veía incapaz de controlarse.

—No sé que mierda ve Rinaldi en ti, no eres nadie. —Agregó probablemente al borde del mareo a causa del golpe.

—¿Qué se supone que está pasando acá? ¡Llamaré a seguridad! —Exclamó la recepcionista, pero detrás de ella apareció el diablo en persona. William Rinaldi.

Hidden Secrets |Z.M.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora