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Becker sin saber qué hacer, volvió hasta la bodega para intentar averiguar qué había hecho actuar a Zayn de aquella manera. Encontró todo el documento tirado en una especie de portafolio, donde lo tomó para mirarlo y al leer la carta escrita por Rinaldi, Becker supo que estaba pasando.

—No puede ser. —Gruñó tomando su celular para buscar el número de Zayn, pero esto no respondió.

Volvió hacia la agenda de contactos para marcar hacia la comisaría principal de policías de Nueva York, donde dio la denuncia de que William Rinaldi se había fugado tras ser inculpado de posesión de drogas y narcotráfico, mencionando también sus negociaciones con dinero falsificado y pronto se inició una búsqueda por toda el área del estado. Por su parte, Becker iría tras Zayn para que él no cometiera una locura que pudiera costarle caro.

Zayn Malik seguía acelerando por las posibles vías de escape que pudo haber usado su padre para no ser encontrado, pero de un momento a otro su celular comenzó a sonar. Lo hubría ignorado si no hubiera tenido esa corazonada de que eran noticias de Denisse y así fue.

—¡Dónde estás, cobarde! —Ladró Zayn al darse cuenta de quién se trataba. Pronto escuchó una risa lo suficiente cerca del teléfono como para irritarlo.

—Hijo mío, pensé que tendrías un poco más de respeto hacia mí. —Se burló Rinaldi.

—Es lo último que tendría hacia ti. Ahora dime dónde mierda estás porque cuando te encuentre voy a hacer que me jures por piedad. —Zayn estaba tan furioso, que probablemente no tenía consciencia total de lo que estaba haciendo.

—Definitivamente eres igual a mí, no hay duda de ello. —Continuó hablando de la misma manera que antes. —Pero tenemos un pequeño problema, parece que tu novia no se está divirtiendo tanto como nosotros. —Al escuchar aquello, Zayn sintió como la sangre le hervía.

—Ella no tiene nada que ver en esto. Déjala en paz. —Gruñó. —Tu problema es conmigo, ¿quieres matarme? Ven y pelea como el hombre que dices ser y no te escondas tras una maldita llamada. —Agregó Zayn.

—Bien, si eso es lo que quieres. Búscame por la ruta alternativa que lleva a Brooklyn. —Murmuró mucho mas serio. —El tiempo es oro, muchacho. —Dicho esto, finalizó la llamada.

Zayn se obligó a cambiar de dirección tan rápido como pudo, había comenzado a sentir miedo y no precisamente por él. Estaba asustado de lo que podía pasar con Denisse, pues sabía de lo que Rinaldi era capaz, y es por la misma razón que no estaba dispuesto a dejarla ir.

Por otro lado, Becker no dejaba de hacer llamadas por medio de sus contactos quienes afirmaban que no podían rastrear a Rinaldi bajo ningún motivo, ya que desconocían la matricula del automóvil en el que se había trasladado hasta su ubicación actual, sin embargo, habían logrado intervenir su número móvil. Aunque Becker sabía que Rinaldi no era un idiota y seguramente ya había destruido su móvil en mil pedazos.

Zayn Malik siempre había estado esperando con ansias el momento para desenmascarar al que fue su jefe, pero al momento de descubrir el gran secreto que él guardaba, jamás se imaginó que se encontraría siendo su hijo biológico que no fue reconocido por no haber estado planeado. William Rinaldi había llevado a la muerte a la madre de Zayn y ahora tenía en sus manos a Denisse, las dos mujeres que más había amado dependían del destino del diablo en persona y eso lo hacia sentir completamente frustrado y fuera de sí. Necesitaba salvarla o no se lo perdonaría por haberla puesto en peligro desde el primer día que le dirigió la palabra.

Él no medía la velocidad en que iba conduciendo, sólo sabía que había presionado el acelerador con todas sus fuerzas, esperando encontrar a Denisse y al imbécil sin corazón que tenía como padre. No iba a tener compasión, lo enfrentaría a muerte y poco le importaba lo que le ocurriera en ese enfrentamiento. Sólo pedía que ella saliera ilesa, que no tuviera complicaciones porque no lo merecía.

Los quince minutos que llevó conduciendo fueron los minutos más largos de su vida, estaba tan nervioso que no podía mantener sus pensamientos claros, imaginaba a Denisse en peligro y se odiaba al mismo tiempo por haberla involucrado tanto.

A lo lejos observó un vehículo oscuro, probablemente un Mercedes Benz con un diablo de propietario y no se equivocó. Observó su figura arrogante, robusta y con una expresión divertida en el rostro. Zayn frenó su motocicleta de golpe y bajó de ella dispuesto a enfrentarlo. Su vehículo cayó con fuerza y al muchacho no le importó. Dio pasos firmes hacia Rinaldi, dispuesto a darle una paliza por haberlo puesto a prueba.

—Hijo mío. —Se burló con su arrogante sonrisa en el rostro, a lo que Zayn no respondía ni una sola palabra. Arrojó un golpe un golpe en el rostro de Rinaldi, pero como si supiera lo que iba a pasar, él había logrado retroceder con dos simples pasos, evitando que Zayn siquiera le rozara. —Ya veo que nunca aprenderás. Siempre fuiste controlado por tus impulsos, cuando no debe ser así. —Le recordó y un rodillazo en el estómago fue a parar en Zayn, lo que provocó que el cayera de rodillas al suelo.

—No eres más que... un desgraciado... —Afirmó casi sin aire e intentaba recuperarse para lograr ponerse de pie. Fue en ese momento que vio como un par de faroles, probablemente de un auto enfocaban a su espalda y estas se apagaron rápidamente. El muchacho no le tomó importancia y cuando logró reponerse, empujó con todas sus fuerzas a Rinaldi, tomándolo por sorpresa.

—¡Zaaayn! —Se escuchó un grito ahogado que provenía desde el asiento trasero del Mercedes Benz. El muchacho observó y logró divisar el rostro de Denisse envuelto en lágrimas, tenía una especie de mordaza en su boca y luego vio como un hombre de Rinaldi la alejaba de la ventana con bastante fuerza.

—¡Denisse! —Logró pronunciar y cuando estuvo dispuesto a ir tras ella, Rinaldi golpeó el rostro de Zayn haciendo que él retrocediera involuntariamente.

—¡William Rinaldi! Detente y pon las manos sobre tu cabeza. ¡Quedas arrestado! —Se escuchó la voz de un uniformado y antes de que Zayn pudiera verificar de quién se trataba, el hombre cayó muerto tras un disparo por parte de Rinaldi.

—¡Desgraciado! —Zayn logró apartar el arma de Rinaldi y comenzó a atacarlo con constantes golpes, uno más fuerte que otro hasta que logró derribarlo. Golpeó con una patada el sector de sus costillas hirviendo en rabia y cuando se mantuvo conforme, lo observó retorcerse de dolor. —Mereces más que esto, imbécil. —Zayn tomó su navaja suiza y buscó su arma más peligrosa, pero en el momento que decidió atacar a Rinaldi, un balazo en dirección hacia él dio perfectamente en su cuerpo.

Hidden Secrets |Z.M.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora