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Nota: Son 4227 palabras, la narración es la misma que el capitulo anterior, sin embargo es el capitulo más largo que he escrito. Estén preparados.

Dicho esto, ¡que disfruten su lectura!


Todo sucede demasiado rápido. El castaño sumido en el miedo hace un sobre-esfuerzo por contener el dolor, sus propios dedos han dejado marcas sobre sus palmas y de su labio se deslizan gotitas de sangre. Kara se prepara cuando la madera rechina anunciando los pasos de su adversario, y en el momento en que las puertas del armario se sacuden con brusquedad Will aprieta sus ojos, bloqueando sus oídos con sus pequeñas manos en un intento de ignorar lo que esta por pasar. 

- ¡Tranquilos, tranquilos! ¡Soy yo! - La mujer frente a ellos levanta los brazos, Kara retiene la mirada calorífica que estaba  a nada de lanzar. 

- ¡Speedy! ¿que esta pasando? ¡solo escucho estática en el intercomunicador!

- La red se cayó, no se porque. Todo esta mal - murmuran entre ellas. Barry ni siquiera les escucha, con su respiración acelerada y sintiendo un tirón, tal cual calambre incrementado suelta un grito desgarrador. 

- ¡Barry! Necesito llevarlo a Central, rápido. - Informa la rubia. Thea le da un asentimiento, incluso detrás de la mascara se ve como sus ojos reflejan la preocupación.

- Allá los alcanzamos. - dice, dando una mirada a su sobrino.

- Vamos, resiste solo un poco - susurra al oído de su amigo, tomándolo en brazos para emprender su vuelo, tan rápido como le es posible. 

Tanto dolor, que ni siquiera depara en el niño que se queda temblando al fondo del armario.

.

¿Que había pasado? No lo entendía. 

Nada más que el silencio puro resonaba en sus oídos, sin importar cuanto se esforzase en llamar a su equipo a través de su comunicador. Solo, como si anduviese a ciegas.  

En la alcaldía, deja unas palabras de aliento y advertencias del cuidado que deben tener. Y, sin nada más que sus instintos se decide a salir camino a su guarida. El sol se esconde al oeste, con la única promesa de traer una noche aun más violenta.

Corriendo por la ciudad, le es inevitable pensar en que algo peor esta por suceder

.

- ¡Oliver! - grita. 

Estaba tan absorta en su labor, que se descuido de revisar las cámaras de su propio lugar. No se percato de los fantasmas que se filtraban sin tener quien les reteniese.  Todo estaba tan descontrolado, que cada uno de los integrantes partió de su puesto, saliendo a las calles para ayudar a quien pudiesen. 

Un fantasma sonríe cinicamente, con la mitad de su cara que no ha sido deformada. Felicity ve su reflejo en la pantalla del ordenador. La primera vez, logra esquivarlo siendo su equipo el blanco del filo de la espada; cae de la silla sintiendo el golpe del frió piso y a gatas logra escaparse del segundo ataque. Corre torpemente, buscando algo con lo que tuviese la oportunidad de defenderse, pero se ve acorralada. 

El fantasma parece disfrutar del juego que se monto, tan sencillo les resulta que ya no es más que eso. Un retorcido juego de niños. 

Felicity sabe que ha perdido ese juego, el ataque final puede verle pasar. No cierra sus ojos ni con todo el miedo que su pecho profesa. 

- ¡Oliver! - vuelve a gritar en una llamada de auxilio. Pero Oliver no llega. 

Y cuando cree, que ese ha sido su ultimo aliento. Una figura bien conocida aparece en un parpadeo,  Spartan le aparta repartiendo golpes un sinfín de veces, y un tiro de gracia es lo que le da muerte al mercenario. 

𝗵𝗼𝗹𝗱𝗶𝗻𝗴 𝗼𝗻𝘁𝗼 𝘆𝗼𝘂 | #OlivarryLAwards Donde viven las historias. Descúbrelo ahora