«Choque frontal en una conversación educada»

1.2K 112 5
                                    

Había ido al Grill a recoger unos aperitivos para la barbacoa y a esperar a Caroline. Sentí una brisa acompañada de Bourbon.

- ¿Qué quieres? Le pregunté a Damon cuando se sentó a mi lado.

- ¿Es aquí donde vienes cuando no vas dando puñaladas traperas?

- ¿De qué hablas? ¿Usar tus juegos contra ti? Oh, sí, he aprendido del mejor. Volver a lanzarnos pullas era, revitalizante, aunque jamás lo admitiría ante él. Peleándonos o siendo amigos, de alguna manera no podíamos estar separados. Eso me asustaba demasiado, necesitaba distancia asique me levanté dispuesta a irme.

- ¿A dónde vas? Sonó cansado.

- Lejos de ti, antes de que te clave una estaca, ya sabes, como soy como Katherine. Si, lejos de ti y tu influencia, lejos de ti y esa camiseta que se ciñe a los brazos. ¿Cuánto tiempo lo había odiado? ¿Cuatro días? Un record. Malditas hormonas vírgenes.

- Vale nos vemos en la barbacoa. Canturreó.

- ¿Cómo sabes lo de la barbacoa de Jenna?

- Fue idea mía, fue al instituto con Mason, asique una reunión social es el momento perfecto para conocerlo, asique le dije a Rick que la convenciera. Oh, es divertido volver a mis planes malignos, ahora que no hay ninguna niña rubia para controlarme. ¿Yo lo controlaba? Es la primera noticia que tengo.

- ¿Sabe Jenna que vas? porque te odia.

- Espero que esta tarta de melocotón la ablande. Su tarta favorita, maldito manipulador.

- ¿Qué tramas? Cuestioné.

- Acercarle plata y comprobar que es un hombre lobo. Lo dijo demasiado cerca como para que no estremeciera al sentir su aliento.

➢➢➣➢➣➢➣➢➣➢➣

- Gracias por dejar que venga Caroline. Le dije a Jenna mientras preparábamos todo para la barbacoa.

- No es ella quien me preocupa, ¿por qué viene Damon?

- Porque Rick lo invitó, venga se amable. Le pedí, sip, volvía a defenderlo.

- Lo haré cuando mantenga sus zarpas lejos de ti. Jenna era protectora con nosotros, algo que encontraba reconfortante.

- He traído chupitos. Mason llegó.

- Oh es licor del caro, ya me caes bien. Alaric fingía demasiado bien.

- Hola. Cabrón arrogante hizo su aparición.

- Damon, estamos tomando chupitos, te pondré un vaso. Lo recibió Alaric.

- Me presento, Mason Lockwood. Me saludó antes de tenderme la mano.

- Sara Gilbert. Jenna es mi tía. Me presenté mientras le sonreía.

- La chica de Ty. Me respondió divertido.

- ¿Qué?

- Eres preciosa, ya veo porque está tan loco por ti, no deja de parlotear. Me confesó.

- ¿En serio? Contesté mirando a Damon de reojo. Que estuviera escuchando todo era sencillamente genial.

- Damon Salvatore. Se presentó.

- Si, dicen que eres un gran tipo. Le contestó Mason.

- ¿En serio? , que raro soy un cerdo. Bromeó Damon.

- Amén. Lo dije bajito pero sé que él me escuchó.

Después de la comida jugamos a las películas, Damon escogió bailando con lobos.

- Jenna se está poniendo piripi. Me dijo Damon mientras se acercaba. Estábamos en la cocina preparando la tarta.

- Deja de controlarla con alcohol, ¿qué tal la operación Lockwood?

- Ya es mi mejor amigo. Lo dijo cerca de mi oído, sentí un escalofrió.

- Que divertido. Jenna llegó, sí que estaba algo piripi.

- Gracias por invitarme. Le comentó Damon tratando de entablar conversación con ella.

- ¿Tenía elección? Le gruñó Jenna en respuesta.

- Se lo que estás pensando de mí. Aseguró Damon.

- No, no lo sabes. Te aseguro que he salido con muchos como tú. Puede que Sara sea ingenua pero yo no.

- ¿PERDONA? ¿Ingenua? Lo que empezaba es a estar cabreada, ¿Por qué hablaban de mí como si no estuviera presente?

- Yo nunca haría daño a Sara, no deliberadamente. Estaba serio y no miraba a Jenna cuando respondió, me miraba a mí. Mi tía sacó los cubiertos dejando zanjada la conversación, por el momento.

- Oh, que lujosos. Alagó Damon.

- Gracias, es la cubertería de plata.

Sacó un cuchillo y me miró sonriendo como un niño pequeño que iba a hacer una travesura.

- Mason, haz los honores. Él la cogió con la mano, todos lo miramos, todos los que queríamos que usara la plata claro.

Elena y Caroline habían ido a buscar a Stefan, yo me quedé, por si Damon ensartaba a Mason en mi cocina.

- Jenna ha sacado el guitar hero, momento de amotinarse. Le comentó Mason al vampiro.

- Resulta que me gusta el guitar hero, asique le estás aullando al árbol equivocado. Contestó Damon, la sutileza no era lo suyo.

- Basta de indirectas, eres muy gracioso. Masón había llegado a su límite de indirectas.

- ¿Cómo sabes lo mío? Preguntó Damon.

- No eres mi enemigo. Le aseguró Masón, parecía sincero.

- Intentaste matar a mi hermano.

- Eso fue un error, era luna llena y no me dio tiempo de encadenarme.

- Me cachis no estás adiestrado.
¿Has venido para hacer amiguitos?

- He venido por mi familia, aparquemos esto, no heredemos enemistades que no nos conciernen.

Hice señas por detrás a Damon para que le diera la mano, lo hizo de mala gana. Más tarde cuando estaba recogiendo la cocina, faltaba un cuchillo, de la cubertería de plata. Mierda. Va a hacer alguna tontería, tengo que avisar a Stefan. Cuando llegué a casa de los Salvatore Elena y Katherine estaban frente a frente.

- Aléjate de mi hermana. Furia, violencia ciega, si tenía que ponerme en medio lo haría. Ella me miró, largos segundos, su rostro se aflojo y algo que no puede identificar pasó por sus ojos.

- Tú debes de ser Sara, la otra Gilbert. Se acercó a mí.

- ¿Cómo sois idénticas? Cuestioné intrigada.

- Te haces preguntas equivocadas. Canturreó, lo más amable que creo que podía ser.

- Elena. Se escuchó a Stefan y cuando parpadee Katherine se había esfumado - ¿Estáis bien?

- No, creo que no. Elena estaba afectada, demasiado, los dejé solos y me fui. Ni siquiera me preocupé por lo de Mason, había sido todo demasiado inquietante.

«Legatum Revelatum Est» Damon Salvatore [EDITADA] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora