Capítulo 3

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Las clases pasaron muy lentas, todavía seguía pensando como le iba a hacer para elaborar mi ensayo, yo no sabía nada acerca de mi mamá, ni siquiera su nombre, infinitas veces le había pedido a mi papá que me hablara acerca de ella, pero siempre me cambiaba el tema o simplemente me daba la espalda y se iba a otro lugar.

- ¿Vienen por ti, o te llevo? NENA - me preguntó Jade, haciéndo énfasis en la palabra nena ya que en el receso le había contado sobre la discusión que tuve con Luke y que me había llamado de esta forma, pero ella se traumó tanto que todo el día me estuvo diciendo así.

La miré con ojos de querer asesinarla y solo solté una carcajada- ¡Muy chistosa! - dije rodando los ojos- Llévame, mi papá esta trabajando y la verdad es que no tengo ganas de caminar - le dije caminando hacia su coche.

Nos subimos a su auto y nos encaminamos a mi casa. Hablamos acerca de todo, que un chico la había invitado a salir, que por cierto él era uno de los mejores amigos de Luke, acerca de que chicas se habían vestido con la mejor ropa o de las que de plano parecían vagabuandas.

- ¡Ya llegamos, nena! - dijo con una voz chillona.

- Te juro que si sigues llamándome nena una vez más, tendré que cortarte la lengua - le dije amenazándola.

- Esta bien, pero no te enojes. ¿Me llamas mas al rato?

- Sale. Nos vemos - dije aventándole un beso y cerré la puerta del coche.

Entré a la casa y subí a mi habitación, me di una ducha y me cambié. Me encantaba cuando tenía la casa para mi sola, ya que nadie me molestaba. Lavé los platos que habían quedado sucios del desayuno y me puse a ver tele. Entonces recordé que tenía que hacer el ensayo, así que subí al cuarto de mi papá y empecé a buscar por toda su habitación para ver si encontraba algo que me pudiera dar alguna información acerca de mi mamá. Busqué por lo menos por dos horas pero no encontré absolutamente nada, lo único que había era ropa y papeles de su trabajo.

Me llegó un mensaje al celular, de parte de él, diciendo que llegaría posiblemente en la madrugada y que no lo esperara despierta.

Me dí por vencida y me fuí hacia la sala, pero en el trayecto miré la puerta del sótano, mi papá siempre me había dicho que no entrara ahí ya que había arañas y ratas, y yo les tenía un miedo horrible ya que cuando era chiquita un día se me subió una tarántula y otro día me persiguió por toda la casa una rata y quedé tan traumada que ni en fotos las podía ver, pero tal vez me dijo eso por otra razón, para que no viera algo. Abrí la puerta del sótano y prendí la luz, bajé poco a poco las escaleras con miedo a que apareciera uno de eso horrible animales, al ver que no salían corriendo por todo el sótano comencé a buscar, empecé por el fondo donde se encontraban unos estantes llenos de cajas con ropa de cuando era una niña y varios cuentos que mi papá me solía leer antes de irme a dormir, luego me fuí al otro lado de la habitación donde había una mesa de Ping Pong, me acuerdo que hace algunos años solía jugar todo el día con mi padre en esta, pero yo siempre perdía y empezaba a hacer berrinche; seguía buscando pero no encontraba nada, ya me estaba dando por venciada de nuevo cuando en una esquina vi una caja que estaba hasta arriba de un estante, algo en mi corazón me dijo que esa era la indicada y aparte porque ese era el único lugar donde aún no había revisado. Me subí a una silla para poder bajarla, para su tamaño pesaba mucho, le sacudí el polvo y la abrí, lo primero que ví fueron varios cassettes, estos en el lomo tenían varias fechas grabadas, pero la mayoría eran de 1995, saqué todos los cassettes y hasta el fondo ví una foto que ya se estaba despintando por el paso de los años. En esta se veía a una mujer joven, talvez unos años mayor que yo, se parecía mucho a mi excepto que ella tenía los ojos cafés y yo los tengo azules, a lado de ella estaba mi papá pero más joven, él aparecía abrazándola por la cintura mientras le daba un beso en la mejilla.

Le di la vuelta a la foto y ví que tenía algo escrito:

Para mi amado Henry:

Nuestro amor es infinito como las estrellas en el cielo.

Te amé, te amo y te amaré para toda la eternidad.

Por siempre tuya, Anabel.

Una lágrima resbaló por mi mejilla.

Ella era mi mamá.

De aquí en adelante se empiezan a descubrir todos los secretos.

wendy :*

Nunca me olvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora