Capítulo 5

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Ella fue la que escogió mi nombre, de alguna manera ahora que sabía todo esto me sentía más unida a mi madre, mi corazón me pedía más y más. Ya había visto todos los cassettes pero no era suficiente, me quedé sentada en el sofá sin saber bien que hacer. Miré hacia donde estaba el sobre vacío y se me ocurrió una idea, lo agarré y leí el remitente:

ANABEL GREEN

14 STREET, 297

MANHATTAN, NEW YORK

¡Qué! ¡Hasta New York! está al otro lado del país, debía ser una broma, yo vivía en Los Ángeles.

Tal vez Jade me pueda ayudar a decidir que tengo hacer, la iba a llamar pero era mejor ir a visitarla, lo más seguro es que todavía no se había ido a su cita con Harry, guardé la caja en mi habitación para que mi papá no la fuera a ver y agarré mi bolsa, me aseguré de llevar la foto de mis padres para podérsela enseñar, cerré la puerta de la casa y empecé a caminar hacia la calle, aún tenía mi mente ocupada en los videos que acababa de ver, así que no presté mucha atención en el camino.

- ¡Auch! - había chocado con algo o más bien con alguien, ahí estaban esos hermosos ojos verdes - ¿Qué haces aquí? -.

- Como que ya te gusto chocar conmigo, Smith - hizo caso omiso a mi pregunta.

La verdad es que por mi no había ningún problema en que chocaramos, si el quería podíamos estar así todo el día, pero claro jamás se lo diría.

- Ni en tus mejores sueños Luke - le dije, dándome la vuelta para irme, pero el me agarró del brazo.

- ¿A dónde vas con tanta prisa? - preguntó con el ceño fruncido.

- Eso a ti no te importa - traté de salir de su agarre pero fue en vano, el era mucho más fuerte que yo.

- De hecho si me importa porque en menos de una hora tú y yo tendremos una cita - lo miré con cara de como si me estuviera hablando en chino. - ¡No me digas que no te dijo tu amiguita! - soltó una carcajada al ver que yo no contestaba - es una cita doble-.

Mi boca cayó hasta el suelo, creo que si me hubieran tomado una foto en ese momento hubiera parecido retrasada mental o algo así.

- No tengo todo tu tiempo Smith, así que si te subiéras a la camioneta te lo agradecería muchísimo - soltó mi mano para señalarla, era una Jeep Patriot, a mi siempre me había gustado pero nunca me había subido en ella.

- Contigo no voy ni a la esquina - le dije dirigiéndome a mi casa, tenía que ir por un vaso de agua porque tenía la boca seca de tan solo haber intercambiado unas cuantas palabras.

Cuando estuve a punto de abrir la puerta, mis pies ya no tocaban el suelo, el muy maldito me había cargado.

- ¡Suéltame desgraciado! - grité mientras le pegaba con el puño en la espalda, a esa gran y ancha espalda, la que se veía tan sexy cuando se quitaba la playera después de hacer ejercicio y yo me quedaba observando como tonta.

- Entre más difícil te pongas, más divertido será para mi.

Me metió a la camioneta y cerró la puerta, traté de abrirla pero él le había puesto seguro, no me quedó más remedio que cruzarme de brazos y esperar a que él se subiera, adentro olía a su colonia y a comida china, pero en ese momento no me importaba nada eso, todavía seguía en shock por enterarme de que iba a tener una cita con Luke, técnicamente no era una cita porque solo ibamos por compromiso, pero casi.

- ¡¿Quién te crees que eres?! - le reproché cuando ya estaba sentado en el asiento.

- Luke Carter, capitán del equipo de soccer y el Dios más sexy de toda la galaxia del que toda chica está enamorada incluyéndote tú - dijo, me guiñó un ojo y yo solo lo fulminé con la mirada, desafotunadamente él estaba en lo correcto.

Puso su mano derecha encima de mi pierna y yo me le quedé mirando embobada, sentí como si una corriente eléctrica me atravesara el cuerpo.

- Mira Kiara - era la primera vez que me hablaba por mi nombre - Harry me pidió que lo acompañara porque enserio le gusta tu amiga y no quiere arruinarlo, pero no iba a estar ahí como menso mientras ellos coqueteaban, no sabes lo incómodo que es, así que propuse en que fueras tú también - se me quedó mirando directamente a los ojos, sentía que mi corazón palpitaba a mil por segundo, su mano seguía posada en mi pierna y tenía unas ganas inmensas de besarlo.

No sé si me leyó el pensamiento pero poco a poco se fué acercando más a mi, hasta el punto en que nuestras narices se tocaban y nuestras respiraciones se mezclaban, era como si estuviera hipnotizada, ya no podía resistime más, tenía que hacerlo.

Cuando estábamos como a un centímetro de distancia, él se separó bruscamente de mi y me dió una sonrisa triunfadora.

- Te dije que tú también estabas enamorada de mi y ya lo comprobé, morías por que te besara.

¡Desgraciado! sólo lo hizo para ver si caía en sus redes y yo de idiota que casi lo hago.

- Para tu información no te iba a besar, así que quita esa estúpida sonrisa que tienes en la cara - dije mientras rodaba los ojos.

- Kiara, para que lo niegas, tú y yo sabemos que mueres por mi, en vez de pelear, que tal si mejor después de la cena vamos a mi casa y...

- ¡Ya cállate! estas diciéndo puras incoherencias, nunca me enamoraría de un poco hombre como tú, te apuesto que hasta lo tienes chiquito - ahora era yo la que sonreía victoriosa.

- ¿Quiéres comprobarlo, nena? - la sonrisa de mi rostro se borró inmediatamente.

- Mejor arranca y ya vámonos - soltó una ronca carcajada de esas que te erizan la piel y encendió el auto para encaminarnos hacia Blowfish Sushi.

Nunca me olvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora