Sasori

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¿Por qué estoy teniendo éste sueño de nuevo?

Es extraño, no dejo de ver la misma serie de imágenes.
Madre y Padre, ambos están abrazándome. La frialdad del abrazo ahora se siente cálido. Como si no fueran marionetas, como si fueran reales. Su recuerdo siempre se basaba en marionetas creadas para llenar el vacío de sus muertes, sin embargo, este ahora estaba siendo reemplazado por un calor verdadero.
¿De dónde proviene esta calidez?

Me despierto, siento el cabello húmedo sobre mi frente. ¿Qué es esto? ¿Sudor? Es la primera vez que sudo. Supongo que es porque ahora soy un humano.
Demonios, realmente ¿lo soy?
No puedo oír más allá de los pensamientos que aún resuenan en mi cabeza, por lo que no noto la presencia de Sakura.
Tiene el mismo aspecto de siempre. Debajo de la bata hay una blusa amarilla manga corta y encima una roja, la misma que usaba cuando peleamos. También lleva una falda corta de color azul marino. Y sandalias de ninja oscuras.
Extrañamente, ella resulta agradable. Me gusta verle, no sé por qué. No es que disfrute de ver a las personas, para nada me interesan.
Sus cabellos están rebeldes, parecen estarlo siempre pues sobresalen de su rostro en mechones puntiagudos que son extraños y peculiares. También es, la única persona que he visto con un cabello tan llamativo y brillante, tan único y rosado. ¿Será por genética? ¿Ella es la única con aquel cabello tan...interesante?
Su cabello me resulta atractivo.

Me siento desubicado. ¿Qué sucedió?
¿Cuánto tiempo ha transcurrido desde que ella vino por la mañana?
Apenas me doy cuenta que dormí unas horas. Caí dormido y no entiendo por qué. Anteriormente no necesitaba dormir, pero ahora parece que mi cuerpo lo exige. Si tardo mucho observando el cielo por la noche, al siguiente día termino durmiendo más de lo necesario.
Parece que no es muy tarde, el sol está en su punto y la comida del desayuno es el único en mi mesa.
Me siento en la cama. Hay medicina ahí. La tomo primero.
¿De verdad quiero hacerlo? Me da igual. Beberla solo hará que Sakura deje de dármela mientras duermo.
Me la bebo, y extrañamente sabe deliciosa. Las medicinas no deben tener ése sabor. ¿O sí?
¿Ella acaso le habrá puesto algo raro?

Me acabo el desayuno a tiempo, pues Sakura entra junto a un par de shinobis. Jõnin.

-Dejanos a solas, Sakura-san.

-Estaré afuera por si algo se necesita.

La miro sobre mi hombro, ella tiene una chispa de... ¿miedo? ¿Qué es eso?

Me doy la vuelta. Ah, olvidé cómo era tratar con distintas personas a Sakura.

- Tú. Sabes que irás a la cárcel, ¿verdad?

-Creí que optarían por la pena de muerte. Qué blandos.

- No nos hagas cambiar de opinión.-escupe el otro, de gafas oscuras y alto. El castaño niega, pidiendo que se calme.

Como si pudieran decidir lo que hacen conmigo. Idiotas.  Ellos sólo son mensajeros de la Quinta Hokage.

- La Quinta ha decidido que te dará una oportunidad.

- Uhm.

-¿No quieres saber por qué, maldito?

-¿Es necesario?

Ruedo los ojos, con una expresión cansada. Realmente no quiero saber por qué razón no decidieron asesinarme. De igual manera no quiero saber por qué sigo vivo.

-Hemos tenido buenos informes de ti.

Sakura.
Pienso en ella casi por instinto, ¿Acaso ella?
Ellos parecen notar mi sorpresa, y se toman la molestia de profundizar el tema.

- Tu médico ha dicho que tienes un futuro. Y que la muerte nunca es la solución. Además demostraste que eras humano a pesar de estar en un títere, eso dejó a la Quinta pensando, y a eso hemos venido. Ella quiere que te conviertas en un Shinobi, bajo su cargo. La Quinta se hará cargo de ti. Aún no entendemos por qué, pero así lo ha ordenado.

Todo es demasiado para procesarlo. Demasiada información. Niego. Es imposible que yo me convierta en un Shinobi de Konoha.
No sé qué buscan de mí, pero no lo tendrán.

-Bien. Es todo. Te tendremos informado cuando tengamos más detalles y puedas hablar con la Quinta.

Salen de la habitación, y Sakura entra. Entra como si tuviera miedo de hacer ruido. Silenciosa. Aún estoy mirando la salida, así que tengo buena vista de ella.

- Sasori...-san.

-¿Crees que puedes ayudarme?

-¿Eh?-ella alza mucho la vista, como si mis palabras le sacaran de su ensimismamiento.

-Detente. Lo que estás haciendo es estúpido. ¿Piensas curarme? ¿Crees que puedes hacerlo? ¿Quién te da derecho para ir y decir maravillas para convertirme en un soldado? ¿Eres estúpida, Sakura?

Nunca creí que podría llamarle así alguna vez. Y justo cuando lo dije, me arrepentí.
No lo noto hasta que ella alza el rostro. Sus ojos están totalmente cristalizados, amenazando con desbordarse en lágrimas.
Está... sufriendo.

-Sasori-san, escucha lo que digo.  Todo lo que he echo por ti ha sido ayudarte. He querido sanarte desde que moriste frente a mí. Por la abuela Chiyo, por la vida que dio por ti. Por mis esfuerzos en cuidarte. Porque... porque eres mi paciente. ¡No dejaré que tú mueras! ¡Un ninja médico debe hacer lo posible y lo imposible!- se detiene, sollozando.- Es lo que me enseñaron. Es lo que haré, aunque tú no me aceptes como tu médico, estaré ahí para hacer que mejores y vuelvas al mundo de nuevo. Que puedas adaptarte a tu nuevo cuerpo.

Sale corriendo de la habitación, cerrando con fuerza.
La he lastimado... supongo.
¿Qué es esto? ¿Qué sentimiento es? ¿Dolor? ¿Dolor por ella?

No. Es culpa. Mi mente es consciente que la he lastimado.
Y lo lamento.

Rojo Escarlata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora