Capitulo3

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Toda la noche transcurrió en sonrisas y coqueteo, sabia que la ubicación de la mesa ayudaría. La sonrisa del Dios me traía no quería, no quería irme sola esta noche, necesitaba a alguien en mi cama y sería el.

Lo veo dirigirse hacía aquí. Tiene pasos firmes y una presencia única. Le sonrió, oh si, lo hago como si no tuviera roto mi corazón, como si no viniera de ver como el hombre que tanto amé se casaba con la mujer mas perfecta del mundo. En nuestra iglesia y frente a nuestros amigos.

-Hola ángel -dice el Dios mientras me hace una señal para sentarse.
Le asiento con la cabeza mientras le digo:

-Te advierto que esta noche es mi día libre, Dios.
El me regala una sonrisa perfecta de esas baja bragas y yo le vuelvo a sonreír.

- Entonces me dirás tu nombre o tendré que llamarte toda la noche por tu verdadera identidad toda la noche y parte de la mañana, porque pienso llevarte a mi cama ángel - al terminar de decir esto toma un poco del whisky que trajo consigo.

Mi boca se abre de la sorpresa, mientras siento como me sonrojo. No se como responder a eso y digo:

-Bea - tartamudeando- Beatríz
-Lindo nombre - dice el Dios.
-Gracias -respondo algo incómoda, nunca he podido responder así a un cumplido.
-¿No vas a preguntar cual es mi nombre Beatríz?- el dice mi nombre con un matiz de sensualismo que no me hacen caer porque no estoy de pié.

Nos estamos mirando a los ojos. Es una guerra de miradas y yo me perdería en sus ojos encantada. El alcohol me hace perder las compostura y le digo lo mas atrevido que me cruza por la cabeza:

-Claro. Me gustaría saber que nombre diré entre gemidos.

El me mira atónito y le doy  media sonrisa. Venganza por hacer que me ruborizada.

-Enmanuel, puedes gemir Enmanuel- dice el Dios mientras sonríe.

Nos quedamos en silencio mientras nos observábamos detenidamente. No puedo pasar desapercibido que es un hombre de esos de los que las mujeres hablan, fácilmente sería un príncipe. Es hermoso y si tengo que hacer algo loco esta noche me gustaría sea con el. Este se levanta y me ofrece una mano, la observo, este es el momento de la verdad. El nota la vacilación de mis pensamientos y dice:

-Beatríz, solo quiero ver como te mueves.

Estas palabras me hacen ruborizarme, gracias a los dioses del destino el no pudo verlo. Nos dirigimos hacía la pista de baile la cual está llena a pesar de que tocan una canción suave. Es una canción que habla sobre personas que están destinadas, dice que es la chica perfecta en el momento equivocado, interesantes letras. El me tiene sujetada por la cintura y empieza a moverme al compás de el. Le susurro al oído que no se bailar, el me ignora y continúa moviéndose yo trato de seguirlo.

Nuestros cuerpos se rozan ligeramente mientras nuestras temperaturas aumentan. No se si realmente estoy loca pero deseo a este hombre. Ya no pienso en nada más. Las personas alrededor desaparecen y pego mi cuerpo al suyo. Esto es lo mas vulgar que he hecho. Muevo mis caderas no se bailar pero siempre he tenido un control sobre ellas. Siento su erección. Mientras me susurra al oído:

-Necesito salir y no me voy solo, tu te vas conmigo.

Me volteo y le sonrió. Esta es mi noche, me voy a divertir. El me agarra de las manos mientras me saca de este lugar.

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