Dame todo (Hot Gay) GEMELIERS

Cap 4. Una mamada atrevida

Jesús no dijo nada. Dejó su copa sobre la mesa y esperó a ver que decidía hacer. Juraría que lo vi sonreír ante la propuesta de su hermano por lo que imaginé que le estaba gustando  y eso en parte me alegró. Yo iba bastante bebido y después de todos estos jueguecitos anteriores, el ambiente estaba caldeado de hace rato. - Venga, aquí la tienes esperándote. - dijo Dani mostrándome su polla, dura y gorda. Se notaba que la chica con la que había estado esta tarde lo había calentado lo suficiente.

Me acerqué al sofá quedando de rodillas sobre el suelo frente a él, que estaba sentado junto a su hermano, con las piernas abiertas. Agarré su pene y retiré su piel. Estaba lubricado demostrando lo excitado que estaba. Dani echó su cuerpo un poco más atrás poniéndose cómodo y su mano agarró mi nuca para acercarme a su miembro. Abrí la boca y me lo introduje dentro saboreando los líquidos preliminares mientras su gemelo nos miraba.

Daniel comenzó a gemir por lo bajito mientras yo iba chupándosela poco a poco, ensalivando todo aquel tronco que emanaba calor. Sin previo aviso fue moviendo las caderas e impidiendo que me echase hacía atrás con su mano para follarme la boca de una forma rápida y profunda, consiguiendo que me ahogase. Sus huevos golpeaban mi barbilla y su polla entraba por completo en mi garganta. Conseguí zafarme y toser para coger aire mientras Dani se reía. - Vaya, tienes que mejorar eso. Entonces fue cuando me di cuenta que Jesús se había sacado su pene y estaba masturbándose. Esta vez no hizo falta que nadie me lo dijese y lo mismo que hice con su hermano, comencé a hacérselo a él, que se dejó sin poner ninguna pega. Aunque fueses gemelos, juraría que Jesús la tenía más gorda y grande, pero no me importaba. Mucho mejor notar como llenaba por completo mi boca. Saber que esa misma polla había estado follando hacía unas horas el coño de su novia me excitaba aún más. Jesús era heterosexual. Dani sabía que estaba excitado de antes cuando comenzó a besarme el cuerpo en el atrevimiento de antes así que viendo lo que estaba pasando se colocó a mis espaldas y me subió la cadera haciendo que quedase a cuatro patas. Con mi cara enterrada en la entrepierna algo peluda de Jesús y el culo hacia él. 

La tela de mis bóxers estaba que no daba más de si, así que agradecí cuando Dani me los bajó. Nadie decía nada, sólo se escuchaba en la sala los leves gemidos de Jesús cada vez que me introducía entero su pene en la boca y al poco rato el sonidito de la saliva de Dani cuando comenzó a lamerme el trasero con unas ganas tremendas. Sentía su lengua recorrer mi ano y dar pequeños golpecitos que me hacía gozar de una manera impensable. -¿Quien se lo folla primero? - preguntó a Jesús.

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