Dame todo (Hot Gay) GEMELIERS

Cap 5. Final de la noche olvidable.

La pregunta de Dani quedó en el aire flotando durante unos instantes sin ninguna respuesta. Miré a Jesús que se despertó de este trance en el que estábamos sumidos los tres tras habernos dejado llevar por el calentón y las hormonas. - Ehmm... tíos esto es muy raro y... es demasiado tarde. - dijo Jesús apartándose y agarrando la ropa. - Nos vemos mañana. Y se marchó deprisa a su habitación. Dani y yo nos miramos sin entender nada mientras mis mejillas cogían color de la vergüenza a la vez que iba asimilando todo. Nunca había bebido antes y jamás había tampoco llegado a tener nada de sexo con alguien. Era virgen y estuve a punto de ser penetrado por ellos. Me levanté y sin decir ni una palabra, hice lo mismo y me marché al cuarto. Pero Dani vino detrás y una vez dentro cerró la puerta: - Tío déjalo. Se habrá rallado por su novia pero lo estábamos pasando bien... Ambos seguíamos en bóxers y únicamente iluminados por la claridad de la noche que entraba por la ventana. - Es raro todo este rollo. Tiene razón. Mejor lo olvidamos Dani. - dije en un murmullo pero a sabiendas de que me había escuchado.

El gemelo se aproximó con una sonrisa y al llegar a mi altura, me besó. Su cálido aliento entró por mi boca y me dejé llevar por sus labios, duros y firmes que marcaban el ritmo. La mano de Dani se deslizó por mi costado y traspasó el elástico del bóxer para luego agarrarme una de las nalgas. - Cómemela de nuevo. - susurró sobre mis labios. No iba a mentir. Seguía un poco bebido y mi polla estaba reaccionando a cada provocación de él. Pero después de la reacción de su hermano estaba un poco cortado. Dí un paso atrás pero por los nervios y Dani acortó distancia nuevamente. Mi espalda estaba pegada a la espalda así que no podía volver a alejarme. - No me digas que no estás deseando. - me agarró la entrepierna. - Estás duro.

Bajó mi bóxer y agarró mi miembro, que lo junto con el suyo para comenzar a masturbarnos a la vez con tan solo una mano. Se sentía genial esa sensación y no tardé en gemir levemente cuando iba cogiendo velocidad. Pegó sus labios a los míos y con las bocas entreabiertas íbamos inundándonos de gemidos ajenos. No pude resistirlo más y me corrí en su mano. Él ni se inmutó, presionó sobre mis hombros para que yo bajase. Eso hice. Seguía pajeándose pero a pocos centímetros de mi boca. - Abre...- consiguió decir con la respiración entrecortada. Entonces me metí su miembro dentro y noté los grandes chorros de semen inundar mi boca. Me presionaba contra suya así que a pesar de notar que me faltaba el aire me impedía sacármela. Parte de su líquido salía entre las comisuras y al fin, salió de mi. Escupí en el suelo y recuperé el aire. - Joder, llevaba tiempo sin descargar.- se dio la vuelta y salió del cuarto. Yo me quedé sobre el suelo unos minutos sin saber que pensar. Mañana sería un día distinto...

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