VII

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En muy raras ocasiones, Frank realmente no está muy desocupado para tomar el almuerzo lejos de su escritorio. Cuando lo hace, le manda correo a Lindsey y Jessicka y juntos encuentran la manera de coordinar veinte minutos juntos para chismear y actualizarse en relaciones.

Hoy, de hecho, han logrado tomar juntos cuarenta minutos completos en la sala de profesores.

"Un día realmente seré digno del título de maestro y no me sentiré tan culpable por pasar el rato aquí," Frank murmura, llenando el tenedor de su ensalada casera. Agarra una sola hoja de arúgula, y la sumerge en su envase del costado de alioli. "Aunque probablemente tendré que remover algunos de estos bebés primero, huh." Menea los dedos, viendo la forma en que sus tatuajes se mueven sobre sus manos.

Lindsey se encoje de hombros. "Nah, no creo que Bryar tenga problema con los tatuajes," dice. Le da un mordisco a su sándwich. "La mitad del personal tiene tinta encima. De hecho, creo que él, Patrick y Bill son los únicos sin nada."

La introspección, Frank piensa, está vencida. "Así que entonces sólo era el hecho de que tengo una actitud de mierda, un problema con las autoridades, y la propensión de maldecir como marinero enfrente de cualquiera y de su abuela," dice. Está concentrado principalmente en el vacío, traído de vuelta por los piquetes de los nudillos de Jessicka golpeando con fuerza sobre su hombro, para ver las dobles Cejas de Desaprobación. "¿Qué?"

"Deja de desanimarte tú solo, eso. Dios, Frank." Jessicka lanza su plato de papel vacío al cesto de basura mientras se mete las últimas papas fritas a la boca. Frank en serio no puede creer que se coma la mierda que cocinan en la cafetería. Después de eso ella dice, "Hey Linds..." y Frank pierde el hilo de la conversación hasta que una de ellas golpea su espinilla con el pie.

"¿Qué?" Parpadea e ignora tenazmente cómo ambas ruedan los ojos hacia él.

"Sal de tu cabeza y háblanos, viejo," Jessicka dice, "Sólo tenemos como diez minutos antes de que sea tiempo de los enanos."

"Gremlins," Lindsey murmura, probablemente aún dolida por ser apresurada por su clase para tener un receso extra en lugar de su habitual historia del final del día. Frank definitivamente le pudo haber dicho que los de primer grado son unos tramposos notorios, pero ahora es muy tarde.

"Como sea." Jessicka rueda los ojos de nuevo. "Habla, Frank. ¿Alguna actualización con el novio?"

"Él no es -" Tosiendo, Frank baja la mirada hacia la mesa y lejos de los rostros de sus amigas. Se mete más ensalada a la boca. "Nos hemos visto un par de veces más. Con los niños," agrega por el meneo de cejas de Lindsey, "así que no, no ha habido ningún trabajito de ningún tipo. Ni siquiera pregunten."

"Apuesto a que desearías que hubiera," Jessicka dice, sonriendo.

"No mierda." Frank da otro bocado y cierra sus varios contenedores de comida. "Quiero decir... ¿Han visto su boca? O sus manos, además. El tipo tiene unos maliciosos dedos largos y -"

Unos pasos se acercan y Frank se calla abruptamente, parándose para meter sus contenedores en su bolsa de almuerzo antes de que pueda ser regañado por holgazanear y eludir sus obligaciones telefónicas. Efectivamente, es Bryar, lo que significa que Lindsey y Jessicka se están revolviendo y despidiéndose con un tenue, "Hasta luego, Frank," y una mirada mordaz de Lindsey que significa, "Vas a enviarme los detalles te guste o no."

Frank está a medio camino hacia la puerta antes de que Bob diga, "Hey, Frank," para detenerlo. Está parado por el lavabo, lavando su taza de café cuando Frank se gira para mirarlo. Luce medio agotado y Frank recuerda con repentina claridad que la primera junta grande del semestre es más tarde esta noche. Sus hombros están tensos y su barba luce un poco más áspera de lo habitual.

Un Constante Trabajo en ProgresoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora