Prólogo

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Dios creó la tierra y todo lo que existe en ella, él es el de padre de todos, pero muy diferente a como todos creen conocerlo. Creó a sus guardianes, sus guerreros, los arcángeles, donde había ocho principales, a quienes eran considerados como sus hijos, llamados, Uriel, Miguel, Metatron, Zadkiel, Gabriel, Jofiel, Rafael y Lucifer, en quienes puso un excesivo cuidado al crearlos, cuidando cada detalle de ellos, para que sean a su semejanza, con dones y habilidades similares a los que él poseía, todo para cuidar su "creación".

Como buenos hijos siempre obedecieron a su padre, en todo, en cada orden, en cada regla, en todo lo que se les imponía, siempre estaban a su servicio, para cuidar y proteger a los humanos, a quienes consideraba como los seres más perfectos que podía crear, ya que ellos podían sentir emociones, tales como rabia, pena, soledad, lealtad, orgullo, lujuria, ambición, envidia, amor y muchas emociones que los ángeles y seres sobrenaturales no lograban sentir, o al menos eso se creía.

Su hijo preferido, Lucifer, como todos los padres, siempre tienen un hijo al cual quieren y protegen más, en este caso, era Lucifer, su portador de luz, su hijo más fuerte y el que más se parecía a él. Lucifer siempre vio más allá de lo que todos podían observar, el veía como los humanos se corrompían de manera fácil y estaban muy lejos de la perfección, se destruían entre sí, sin importarles si eran familia o no, vio como Eva cayó ante la tentación, como Caín mato a su hermano con sus propias manos, como vendían a sus hijas con tal de un poco de dinero, las prostituían. Le dolía ver a su padre tan concentrado en ellos, los había dejado de lado, como olvidados, como si ya les hubiera servido y ya no servían para más que molestar y recibir órdenes, "¿Por qué ellos y no sus hermano e hijos verdaderos?", al fin sintió, pudo sentir las emociones, era la envidia hacia los humanos, y rabia al ver la sumisión que tenían sus hermanos ángeles y arcángel con su padre, Dios. Como era de esperarse, se rebeló contra quien le dio la vida, le hablo y dijo lo que pensaba sobre los humanos, quería que él se diera cuenta del horrible error que cometía al pensar que ellos eran perfectos, siendo que la perfección no existe, Dios vio en él la fuerza necesaria como para ser su sucesor, lo que le dio temor y miedo, el siempre seria el rey, o al menos eso pensaba el ajeno, su egocentrismo, su arrogancia y todo aquello. Su portador de luz, le había ofrecido crear nuevos humanos, una nueva humanidad, este si siendo perfecta, tal como él quería, Lucifer podría hacerlo, era fuerte, casi igual que Dios, porque él quiso hacerlo así, fuerte e invencible, o casi invencible, pero todo aquello solo fue una mala idea, ya que al escucharlo simplemente lo expulso, sin pudor alguno, sin dolor ni nada, lo expulso de su casa, expulso a su propio hijo por su ceguera.

Lucifer perdió todo, había caído al lugar que más odiaba, la tierra, pero lo peor es que él también se corrompió al ser rechazado por su padre, perdió sus hermanos, su padre, y naciendo en él una sed de venganza insaciable, le haría pagar, todo y cada una de las cosas que le hizo pasar en la tierra, ahora el seria el rey, el mandamás, de todos.

Con el tiempo el llego al infierno, a través de cientos de portales que iba creando, tenía la esperanza de en alguno encontrar la puerta del cielo, pero jamás la encontró, solo llego al infierno, donde quisieron torturarlo, pero su fuerza era extrema y su habilidad aún mejor, donde no demoro en despojar a aquellos que se creían reyes, siendo él el rey del infierno, el más poderoso, el rey de los malos, de los oscuros, Dios para hacerlo quedar mal, extendió un rumor entre sus hijos, los arcángeles, los ángeles, los querubines, quienes se encargaron de esparcirlo por todo el mundo y a todo tipo de criaturas, diciendo que era malo, malicioso, sádico y vengativo, sin corazón ni piedad, torturador, después de todo aquello, Dios logró aquello que tanto quería al parecer, ya que se volvió todo lo que el difamo, malo, déspota, sádico, cruel, lujurioso, ambicioso, sin sentimientos, sacrifico a su hijo por poder y ambición. 

LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora