Lucifer

IX: ¡Corre!

-De acuerdo, comenzaremos-

Observo como el cuerpo de mi madre, con el alma de un ángel, rápidamente saca una espada y me la empuja hacia mí, por consecuencia cayendo al piso.

- ¡Espera!, nunca en mi vida he tomado una espada, se pelear, se combatir, pero solamente cuerpo a cuerpo, no me muestres eso, que odio todas las cosas filudas, exacto a pesar de ser enfermera me dan miedo esas cosas, así que no pienso pelear con eso, mejor entrenamiento físico-

Pronuncio levantándome y sacando la mugre que tenia en mi cuerpo, pasto cortado y tierra, ya veo que hoy terminare completamente sucia y con mucho dolor de cuerpo.

Observo que la contraria solo niega con su rostro, riéndose irónicamente, no entiendo, sigo sin entender, haber, ¿Acaso dije algo mal?, dijo que me iba ayudar a combatir, a ser fuerte, a pelear, a ser una guerrera, pero para eso debo practicar con mi cuerpo, ya que combate es igual a cuerpo bien ejercitado, pero al ver como con sus manos comienza a hacer una bola de luz hermosa a decir verdad comienzo a entender por qué lo decía tan irónicamente, es que no quiere que sea una guerrera cuerpo a cuerpo.

-Se perfectamente que eres una guerrera y luchadora, peleas con tu cuerpo, pero ahora debes pelear con tu mente, muchos querrán hacerte daño, daño psicológico o mental, la parte más débil de un humano y de cualquier criatura, por lo cual debes estar preparada, crear tus propias barreras y no me mires con ese rostro, que esto lo puede hacer cualquier humano, sin problema alguno, todos los humanos tienen una gran capacidad, pero solamente conocen una parte de ella, un pequeño porcentaje, si no se cerraran tanto y creyeran en si mismos, serian realmente poderosos, esto, es un haz de luz luminosa, es purificadora, y alejara a todo lo oscuro que se te quiera acercar, aquel ángel caído que intento matarte, él es una criatura de nivel medio, puede ser peligroso, pero no tanto como otras criaturas, tú debes temer, hay cosas ocultas, cosas que pueden ser mucho peor, por lo cual debes cuidar tu mente, ¿Comprendido?-

Escucho todo claramente, sin despegarme si quiera un segundo de lo que dice, no estoy muy convencida de hacer esas cosas, pero es lo que hay, y si puedo hacerlo lo haré, ya estoy metida en esto, indirectamente tal vez, pero todo tiene que ver con todo, por lo tanto, debo estar preparada para cualquier cosa.

-Vale, ¿Cómo hago esa cosa que tu estas haciendo?, puedo entender que tu lo hagas, eres un ángel, pero yo, yo soy una humana, rara, pero humana, una humana a la cual tu no quieres decirle lo que en realidad es, por lo tanto deberás tener paciencia conmigo, si no, te mataré y no, no me mires así tampoco, por que soy humana y tengo mal temperamento, y si me intentas hacer daño o a mi madre, te mataré, sin importarme que seas un ángel, ¿Comprendido?-

Veo como este sonríe irónicamente, tengo personalidad, pero todas las cosas que me habían pasado me habían dejado un poco ida y débil, pero ahora seré una persona feroz, alguien con quien no querrán siquiera meterse, levanto una ceja y me acerco a ella, esperando que me de las indicaciones correspondiente al momento.

- ¿Cómo lo hago?, explícame, tu me metiste en esto, ahora me ayudas-

Observo como me mira un tanto extrañada, a decir verdad, ¿Esta sorprendida o sorprendido? Es que en realidad los ángeles no tienen sexo si no mal entiendo, pero no sé cómo decirle, ¿Mama?, es extraño practicar poderes raros con alguien que tiene el rostro de mi adorada madre, de aquella madre que dio la vida por mí, y ahora yo la daré por ella, tal vez si hago todo como se me ordena el o ella puede devolverme lo que quiero.

- ¿Y Dios? Si existen los ángeles, existe Dios también, ¿No? - Pronuncio esperando que este o esta me responda, pero solo mira hacia el cielo, un tanto melancólica.

-Dios...Él soluciona los problemas más difíciles, los verdaderos problemas, a nosotros nos envía para solucionar esto...nada más-

-Osea... ¿Qué si existe? Oh por Dios...Yo si muero, me iré al infierno...-