Capítulo 1

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Ayer tenía ganas de visitarte, pasar el día contigo, comer juntos, besarte, abrazarte, acurrucarnos para dormir juntos toda la noche y que al despertar lo primero que viese, fuese tu lindo rostro de ángel. Pero hoy no... ¡¡Hoy tengo ganas de visitarte para que me cojas fuertemente por toda la casa!!

Creo que tengo un problema. ¡¡Amo el sexo, pero terminé enamorada de un virgen sin experiencia!!  No me malinterpreten, también suelo ser muy romántica, siempre y cuando mi cuerpo no me pida a gritos una varita mágica.

Hace un tiempo atrás, mi ex pareja sexual, un chico alto, fornido y atractivo. Me mostró un lado de la vida que no conocía, yo era bastante tímida y hacer el amor era algo que me encantaba, debido a mi timidez mis parejas siempre me trataban muy tiernamente, me llenaban de besos, caricias, tocaban cada lugar íntimo de mi cuerpo y terminábamos uniéndonos en un hermoso balanceo unisonó hasta desfallecer frente a los sauces del placer. Ahgggg!! Que cursi! No es que estuviese enamorada de mi última pareja, considero que realmente lo que nos unió fue el deseo sexual que ambos teníamos. Él, un chico deseoso de encontrar a una nueva compañera para divertirse y yo, una chica inocente con deseos de placer ¡¿Y como no tener ganas de placer si ya pasaban 6 meces desde mi última pareja? 6 meces sin ser tocada, codiciada y complacida! Simplemente, una tarde pasé cerca de su casa, ya que vivía cerca del mercado que frecuentaba y decidí visitarlo, pero nunca pensé que esa tarde termináramos en su cama y que yo terminara conociendo un lado de el que no conocía hasta ese momento!

Aarón era un chico al cual le gustaba el sexo fuerte y no le importaba que yo fuese una chica tímida y con falta de confianza, no me dejaba apagar las luces a la hora del sexo, no me dejaba descansar luego de un orgasmo, tiraba de mi cabello, arañaba mi espalda, mordía mis muslos y mis pechos, me daba fuertes nalgadas y me hacía sentir cosas que nunca en mi vida sexual había experimentado, sensaciones fuertes que no sé en qué momento comenzaron a gustarme, pero cada vez frecuentaba su casa más seguido buscando más de aquel placer que para mí hasta hace muy poco era desconocido. Pero él no era del todo un chico malo, mientras me lo hacía me decía lo hermoso que era mi cuerpo, lo bello de mi expresión al sentir placer, lo mucho que le gustaba mi trasero y ponerme en 4 para galoparme fuerte mente mientras me daba nalgadas hasta dejar mi trasero de un tono rojo manzana.

Aarón me había mostrado cosas que nunca antes había pensado en conocer, con él adquirí confianza y un deseo por el sexo fuerte que nunca pensé que tendría, ahora era una chica más rebelde, confiada y libre, pero mi relación sexual con Aarón termino cuando me enamore de Eric.

Enamorada de un virgen!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora