Capítulo 4

7.4K 398 12
                                    

Me quite las tangas y subí a la cama con Eric, me acerque a su pene y pude ver que aquello que me había dicho era cierto, su pobre e infeliz pene había estado vestido de monja desde su nacimiento sin siquiera mostrar su cabeza al mundo y considerando su edad estoy segura de que esto para él será algo doloroso, quizás más de lo que imagino, así que tendré que llevarlo a un punto de placer en el cual se olvide del dolor antes de siquiera pensar en cabalgarlo.

Me puse en posición de 69 sobre Eric para chupar delicadamente su pene, bueno tan delicadamente como podía, mientras sus brazos eran aplastados a cada lado de él por mis rodillas impidiéndole que pudiera moverse e interrumpirme si sentía dolor y que solo pudiera disfrutar de la hermosa vista de mi trasero y el placer que provocaba el roce de mis labios y mi lengua en su pene. Poco a poco sentí como el cuerpo de Eric se relajaba y fue cuando aumente la velocidad con mi boca, quería hacer que se viniera antes de continuar, quería beber su primer chorro de leche caliente derramado a causa de los labios de una chica, yo tomaría el primer trago de leche virgen que derramara su cuerpo y el simple hecho de pensarlo me excitaba hasta el punto de sentir como mi vagina se derretía sobre su pecho. Continúe chupando hasta que sentí la típica tención del cuerpo antes de derramar aquel líquido viscoso y blanco que tanto anhelaba mi boca y el cual saboree antes de tragarlo, luego, sentí como su cuerpo nuevamente se relajaba y comencé a bajarme de él.

Su cara de satisfacción me hizo soltar una pequeña risita.

-Liss eso fue genial, te juro que nunca había sentido algo como eso-

-Mire su pene y vi que seguía casi tan erecto como al comienzo, lo tome con mi mano antes de que él pudiera sacar fuerzas para levantarse de la cama y le dije.

-¡¡Apenas estamos comenzando vaquero!!-

Cruce mis piernas una a cada lado de su cuerpo y quede arrodillada por encima de él mientras con una mano comencé a meter su pene en mi vagina lentamente, mi vagina no solo era estrecha sino que también estaba bastante apretada debido al tiempo que tenía sin ser profanada y su pene era bastante grande, así que le dije.

-Esto te va a doler, respira y resiste-

-¡AAA!! ¡Aush! Espera, despacio!-

Gemidos comenzaron a salir de su boca mientras se deleitaba con el dolor y el placer que mi vagina le otorgaba a aquel pobre vagabundo que por primera vez podía deleitarse con un festín tan completo como lo era mi vagina, continúe moviéndome arriba y abajo lentamente.

-Ahhh, siii, quiero más de esto Liss, más, más, esto me encanta!-

¡Realmente lo necesitaba, necesitaba sentir como un pene grande perforaba mi interior! Continúe hasta que él se adaptó al dolor y ya solo escuchaba gemidos de placer salir de su boca. Comencé a moverme más rápido, estaba casi llegando al final cuando sentí como su cuerpo se tensaba y derramaba en mi interior aquel que para mí en aquel momento era el más codiciado líquido de todos, quise continuar hasta llegar al orgasmo, pero esta vez su pene se puso blando hasta el punto de que ya no pude moverme más sobre él y decidí bajarme para dejar descansar al pobre Eric. Al bajarme sentí como aquel líquido blanco y caliente salía desde mi interior y note que encima de Eric también había un poco de aquel líquido algo manchado de rojo, creo que no fui tan delicada después de todo.

-Listo Eric, tu dilema ya está resuelto, desde hoy inicia tu entrenamiento y no acabará hasta que logres complacerme del todo.

Enamorada de un virgen!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora