Eres al que necesito - Final

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Harry cruje su espalda, los brazos sobre su cabeza. Debería haberse levantado más de dos veces durante el vuelo pero había algo en el aislamiento de los jets privados y la mano de Bree en sus pantalones que le había mantenido arraigado en su lugar.

Bree está recogiendo las cosas que había extendido alrededor de sus pies. Sus auriculares, su libro y el libro de Sudoku que pensó que podría terminar. Preston sigue durmiendo en la esquina a pesar de que el avión hubiera comenzado su descenso. Cal está jugueteando con su cámara sin mirarles. Por lo que Harry había pensado, había sido silencioso cuando se corría, no está seguro de si Cal estaba dormido de verdad o no.

"¿Tuviste un buen vuelo?" Pregunta Bree antes de romper a bostezar. Parece un gatito arrugado, un adorable gatito arrugado.

"Mm, pero largo."

"Aunque es Australia." Señala ella.

Está oscuro en Australia, pasadas las cuatro de la mañana. El avión de Louis y Liam debería aterrizar en unas pocas horas, sus novias también con ellos.

"Voy a ir directo al hotel y dormir," Harry estira un brazo alrededor de Bree, acercándola hacia él aunque se supone que se tiene que sentar recto.

"¿No quieres correrte otra vez?" Le mira con incredulidad.

"Supongo que podría hacerlo." Harry se encoje de hombros, como si no le importara de todos modos. "Podrías montarme."

"O podría azotarte por no devolvérmelo." Bree toma la mano de Harry, levantándola de encima para dejarla en su propio regazo.

"Si, si, hagamos eso." Harry se lame los labios, más enérgico que antes.

-

Australia es, en una palabra, preciosa.

Bueno, no es que Harry observe eso en este viaje.

Había llegado sin apenas tiempo libre, había tenido una reunión con los otros chicos cuando sus aviones aterrizaron, luego se encerró en el estadio para hacer la prueba de sonido. Había conseguido una siesta energética de una hora, pero está empezando a sentir la extenuación cerniéndose sobre él.

Harry había dejado a una Bree durmiente en su habitación del hotel, acurrucada bajo una montaña de mantas blancas. Había besado su frente y le había dejado una nota de a dónde iba antes de conseguir que un coche le llevara al estadio.

Una cosa que odia sobre la gira es que él y los chicos tienen que quedarse en hoteles diferentes. Al principio era emocionante que las fans esperaran fuera y luego era divertido que gritaran sus letras a las cuatro de la mañana. Pero ahora, tras cuatro años de sueños inquietos y caóticas entradas en los hoteles, tenían que desperdigarse por la ciudad.

"¡Harry se perdiste la entrada!" Le grita Liam desde la mitad del pasillo. Harry corre para alcanzarle, pero entonces alguien pide la repetición y Harry se gira hacia el otro lado.

Hace calor, lleva una camiseta fina y pantalones de deporte. Ninguno de los chicos lleva zapatos y Liam se ha quitado la sudadera que llevaba- Harry ni siquiera se había dado cuenta.

"¡Perdón!" Grita antes de recordar que el micrófono de su mano está al máximo. Sus compañeros gritan cuando hace eco, Niall suelta la cuerda de su guitarra para taparse los oídos.

Otra vez, cuando se supone que Harry tiene que estar a la izquierda del escenario, termina tan lejos que no puede correr a tiempo para su posición en Girl Almighty. Cuando intenta hacer una cascada, termina ahogándose, incapaz de cantar su parte en Alive. Harry se tropieza con la punta de sus botines, tropieza contra un cable pegado al escenario y se golpea el hueso de la risa contra uno de los raíles.

Love on Top (H.S.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora