Dangerous Love© | Jk.Sb | EDICIÓN|

Capítulo 3

Sinb.

Estaba nerviosa de como fuese a reaccionar Jimin con la noticia que había omitido darle. Su profesión le podía jugar en contra y hacerlo actuar de forma imprudente.

Aún así, lo arriesgue todo. El deseo de volver a los brazos de mi madre fueron lo que necesite para decirle la verdad.

- ¿Vas a decirme que te pasa?

- Sí.

Le pedí a los guardaespaldas que nos dieran nuestro espacio, y así lo hicieron, pero solo se alejaron un metro de donde nosotros estábamos. Esa era la única privacidad a la que podía anhelar.

- Bien, ¿qué ibas a decir?

- Primero, necesito que a partir de ahora, te mantengas lo más tranquilo posible -le pedí, mientras me observaba extrañado-. Los hombres que me acompañan...son guardaespaldas.

- ¿Guardaespaldas?, ¿cómo que tienes guardaespaldas?

- No trabajan para mí sino para...

- ¿Para quién? Por favor Sinb, líbrame de esta incertidumbre.

- Jungkook, él mismo que toda la ciudad está localizando. Él les dijo que me cuidaran para que no pudiera escapar.

- ¿Jungkook?, ¿me estás tomando el pelo?.

- Claro que no -aseguré manteniendo el timbre de voz lo más bajo posible-. Ayer cuando estaba trabajando, tuve que recibir a un cliente. Un hombre que no conozco, trató de coquetear conmigo, y lo confronte. Sus guardaespaldas me metieron a su auto por haberlo desafiado y lo único que recuerdo es que desperté en una gran mansión, y el dueño de todo eso es Jungkook.

- Es imposible...esto debe ser una jodida broma.

- Dijo que no me podía ir, que desde ahora viviría allí...-los ojos de Jimin expresaron temor- Si estoy fuera de esa mansión, es solo por un permiso que ya tiene hora de caducidad. Después de ver a mi madre tendré que regresar.

Jimin se veía impactado con lo que le dije, no quitaba su mirada de mi, tal vez porque intentaba ver, si lo que le acaba de condensar era una broma de mal gusto, pero al verme completamente seria se dio cuenta que no era así.

- Dime algo, no te quedes en silencio o van a sospechar -miré sobre sus hombros encontrándome con la mirada de uno de ellos.

- Maldición, esto no puede estar pasando -dijo molesto.

- Tengo miedo jimin, miedo de no saber qué va a pasarme o que podría pasarle a mi madre si no coopero con ese hombre.

- Sinb dime algo, ¿dónde está la mansión a la que te llevaron?

- No lo sé, ellos vendaron mis ojos para que no pudiese ver el camino.

- Son unos malditos -gruñó por lo bajo- Pero...tú no te preocupes sinb, pronto te sacaré de allí. No importa cuánto me lleve encontrarte, lo haré así ponga mi vida en peligro.

- Pero ¿Cómo? -las posibilidades de salir eran mínimas. Jimin solo era un policía con un cargo mediano dentro de la comisaría en Seúl.

- Voy a hablar con mis superiores y les haré llegar un informe con el que se pueda dar aviso a la interpol sobre tu caso y al mismo tiempo atrapar a Jungkook -Toma mi mano-. Te lo prometo, Sinb.