Dangerous Love© | Jk.Sb | EDICIÓN|

Capítulo 21

Narradora

Jungkook impaciente y nada temeroso de lo que fuesen a decir los pilotos, levantó a Sinb de aquel sillón y la sacó de la cabina a pesar de la resistencia que puso ella.

— No me toques —exigió y se zafó de su agarre para luego darle la espalda—. Iré a dormir, ya que no puedo hacer otra cosa en este maldito avión —inquirió.

Jungkook miró con mala cara su actitud altanera y desafiante, pero más le molestó darse cuenta que prefería la compañía de aquellos desconocidos antes que la de él.

— Regresa aquí, ahora.

Ordenó y ella se detuvo. Estaba harta de sus órdenes, y de preocuparse por las consecuencias de desobedecer sus mandatos.

— Dije que regreses —sentenció, pero ella siguió oponiéndose.

— ¿Por qué mejor no descansas? suenas agotado —sugirió aunque en realidad solo intentaba burlarse de él.

Sinb continúo caminando hasta la siguiente cabina, dónde podría recostarse. Sin embargo, cuando volteó Jungkook estaba ahí. La empujó contra la estrecha cama, y se subió sobre ella.

— ¿Q-Qué haces? —reaccionó a la defensiva, empujando lejos el cuerpo de él, pero más insistente se volvió.

— Mientras más resistencia pongas peor será —susurró rozando sus fríos labios contra su oreja.

Ella jadeó al sentir sus muñecas estrujadas por las manos de su verdugo. Dejó de enfrentarlo, pero la ira era palpitante en su mirar. Fue atacada por un abrumante sentimiento de humillación y vergüenza, porque él estaba encima suyo, observando de forma desvergonzada su escote.

Sus miradas se unieron para formar más tensión al momento. Ninguno se veía contento con lo sucedido. Mientras él logró idear un castigo para su presa, ella solo pensaba en la forma menos arriesgada de escapar.

— ¿Por qué de pronto estás tan callada? —indagó él, con los ojos puestos sobre los labios de ella.

Y como si aquello no fuese suficiente para molestarla, lo siguiente que él hizo, terminó con la paciencia de Sinb.

Jungkook sin perder tiempo y haciendo caso a sus impulsos, se acercó a sus rosados labios deseando probar una vez más su azucarada boca. No obstante, Sinb no se detuvo con tan rebelde actitud y esperando el momento correcto, volteó su rostro para evitar que su boca tocara la de ella.

— No volverás a besarme nunca más —prometió.

— No veo que tengas más opción. Después de todo, no te traje aquí para nada —confesó y Sinb estalló.

— ¡No soy Jisoo! —le recalcó—. Si ella fue sumisa, yo no lo seré. Si ella obedecía cada orden tuya, ten por seguro que voy a desobedecer cada dictamen que vayas a darme comenzando desde ahora y por último; si ella demostró amarte, yo me encargaré de demostrarte todo lo contrario hasta el día en que me liberes.

La liberó para que dejase de hablar. Él odiaba cuando el nombre de su antiguo amor era utilizado de forma repentina e incluso para manipularlo.

— Haz lo que te plazca porque de todos modos, ambos sabemos cómo terminara esto.

— Por supuesto que lo sé, tú en prisión y yo de vuelta con mi madre.

— Que descanses —dijo ignorando sus palabras.

Sin respiró más tranquila, pero él no podía hacer lo mismo.

Jungkook era asediado por su pasado y su presente que hasta ese momento, no era nada prometedor. Cerraba los ojos con rabia mientras sujetaba con ambas manos su cabeza. Buscó alguna respuesta a lo que sentía, y como podía expresarlo de una manera en la que Sinb no se sintiera utilizada por él.