Dangerous Love© | Jk.Sb | EDICIÓN|

Capítulo 20

Narrador.

La alarma de celular despertó a Sinb del profundo sueño que la tuvo postrada por horas en esa vieja cama. A penas abrió los ojos notó que no era la habitación de Jungkook, en la que descansaba. Su mirada viajó hasta el dorso de su mano para darse cuenta que la habían inyectado suero. Sus signos vitales eran controlados por la máquina a su izquierda, mientras que del otro lado era vigilada por él.

Jungkook levantó la mirada que pasó de preocupación a vergüenza, sintiéndose culpable por lo sucedido. Sinb suspiró regresando a observar el techo y a la vez deseó que tal vista no se volviera recurrente.

Sinb tenía una fuerte jaqueca, que no le permitió recordar cómo había llegado a esa prisión. Intentó cerrar los ojos para visualizar los recuerdos que aún permanecian en su mente. Sin embargo, la única imagen en estos, era la del hombre a su lado.

Para Jungkook no era complicado entender lo sucedido, fue él quien la llevó allí, después de que la viera desmayarse sin motivo aparente. Lo primero que hizo fue cargarla, mientras le pedía que no lo dejara.

El médico dictaminó una sobredosis por pastillas y le dejó en claro a Jungkook que, lo que hizo ella fue un evidente intento de suicidio. No solo eso, sino que le aconsejó como amigo, que era momento para liberarla antes de que su capricho termine en tragedia. Jungkook escuchaba en silencio cada palabra, pero ninguna pareció llamarle más la atención que la de "suicidio", ni siquiera prestó atención al consejo de su médico.

— ¿Te sientes mejor? —preguntó él, iniciando la que sería una incómoda conversación.

— Me siento igual que todos los días—respondió sin ganas. Su voz era áspera.

— ¿Eso es un sí?

— Eso es un: déjame en paz —dijo volviendo la mirada hacia la ventana por dónde se asomó una franja de luz que iluminó a medias la habitación.

— Me callaré si eso es lo que quieres, pero antes necesito saber cómo te sientes. Si no me garantizas que lo de ayer no volverá a ocurrir, te quedarás aquí hasta que mejores.

— Comenzaba a extrañar tus amenazas.

— Hablo enserio Sinb, deja de tomar a la ligera tu salud.

Ella burlesca respondió— Esa actuación merece una verdadera ovación.

— Puedes burlarte todo lo quieras, pero si algo es cierto es que no vas a salir de aquí hasta que así lo decida.

La expresión de Sinb cambió a uno de amargura, pero no se quedó callada— Hazlo, no hay algo que ame más que estar lejos de tí.

Jungkook se levantó de la silla y se apoyó sobre la camilla. Rozó sus brazos con los de ella cuando los colocó a sus costados, y la encaró.

— No hay nada que ame más, que estar cerca de ti. No eres capaz de entender la necesidad que tiene mi cuerpo por estar a tu lado y ten por seguro que haré todo lo posible para que algo como lo de ayer no suceda. No me perdonaría dejarte ir o que la muerte quiera arrebatarte de mis brazos.

Su confesión la dejó perpleja. No estaba acostumbrada a escucharlo hablar abiertamente sobre lo que sentía y aunque ayer hizo lo mismo en un arranque de ira, ella no sentía que fuese lo mismo que en ese momento. El modo en que la miró y con la seguridad que lo expresó, eran diferentes.

Su frente aterrizó en la de ella. Sus respiraciones se envolvieron para volverse una misma. Cuando el poco espacio que los separaba podía irse con un plácido beso, Sinb esquivó el intento del él por probar sus labios.