Dangerous Love© | Jk.Sb | EDICIÓN|

Capítulo 9

Jimin

Jamás imaginé estar parado, en frente de esta enorme mansión.

Y pensar que todo empezó cuando el comandante a cargo de nuestra unidad, le propuso a los agentes de inteligencia e investigación que me enviaran aquí como agente encubierto, ya que tenía una buena coartada con la que podría infiltrarme.

Cuando aceptaron la solicitud, fui el primero en festejar. Había esperado demasiado para rescatar a Sinb, no tenía noticias de ella y no podía seguir viendo a su mamá a la cara y mentirle descaradamente sobre la razón por la que su hija no la visitaba.

Durante una semana, nos preparamos para mí llegada a la mansión. Teníamos la ubicación gracias al móvil de Sinb, y había ensayado tanto que podía decir mis líneas dormido. No adquirí una nueva identidad debido a que Jungkook sabía mi nombre, o al menos era la hipótesis que manejamos en las reuniones y eso a raíz de la confesión de Sinb, la cual determinaba como ese delincuente había tomado su móvil. Era de esperar que me investigara.

Ese hombre podría ser del más peligroso del país, pero lo que sin duda le faltaba era sensatez. Además de su falta excesiva de confianza con sus trabajadores o por lo menos con uno. El mismo que nos ha ayudado desde dentro de la mansión para engañar a su jefe sobre mi verdadera identidad. La tarea de aquel hombre no era nada fácil, debía fingir que estaba investigandome y enviar archivos falsificados sobre mi vida entera a Jungkook. Pero lo consiguió, él logró que su jefe creyera cada una de las mentiras que creamos.

Luego de ver cómo era rodeado por guardias al poner un pie dentro de la mansión, ofrecí mis razones y les dejé en claro mi urgencia por hablar con su jefe.

Lo que no esperaba es que su jefe estuviese a metros de mí, intentando de parquear su auto dentro de la mansión. Le grité llamando su atención, él me miró y sin demora se acercó hasta la entrada.

— ¿Qué buscas aquí? —preguntó como sin mayor importancia.

— ¿Podría hablar con usted?

— ¿Para qué?

— Quisiera trabajar para usted —afirmé con seguridad.

Él me miró sin ninguna expresión en su rostro.

— Déjalo pasar —le dijo a sus guardias.

Los guardias abrieron la grandes rejas que daban acceso a la gran mansión y permitieron que entrara.

Seguí los pasos de Jungkook hasta su despacho. Interminables pasillos y escalones por los que tuve que pasar para poder entablar una conversación con aquel hombre. Mientras, fingía una fascinación  por la infraestructura, me preguntaba ¿Dónde estaba Sinb?

Él se sentó en el gran asiento atrás del escritorio, a la vez que me mantuve de pie actuando lo más tranquilo posible.

— Llegas para rescatar a Sinb, ¿o me equivoco Jimin?.

El plan entró en curso.

— Si me atreví a poner un pie en su mansión, fue única y exclusivamente para trabajar —aclaré— No sé porque razón piensa que he venido a rescatarla. Hasta dónde se Sinb está aquí bajo su propia voluntad —su expresión se volvió confusa, pero sabía que estaba logrando mi cometido.

— ¿Cómo llegaste hasta este lugar?

— Tengo mis propios métodos.

— Ella te lo dijo.

— Al contrario, yo pedí que me diera la dirección, pero se rehusó hacerlo.

— ¿Cómo puedo creerte?